“No soy un tío reventado ni nada por el estilo. Por eso cuando tengo algunas horas libres me encierro en mi casa y disfruto de ella”.
Así habla Miguel Bosé al explicar la importancia de la mansión de Somosaguas, en la que vivió su infancia luego del divorcio de sus padres, el torero Miguel Dominguín y la cantante Lucía Bosé.
A los 26 años, cuando Miguel Bosé estaba en uno de sus puntos más populares de su carrera, TVyNovelas entró a la mansión y el propio cantante la mostró para que la conocieran los lectores. Fue en 1982 y en las páginas de la revista quedaron los testimonios del cantante acerca de lo que significa esa mansión en su vida.
“Es mi refugio secreto”, confesó el cantante. “Mi casa del siglo XX”, le llama en otra parte de la entrevista.
Somosaguas está situado en el municipio de Pozuelo de Alarcón, Madrid, España. La tormentosa relación de sus padres terminó por explotar en una separación que golpeó duramente al niño Miguel, según cuenta el propio cantante en su libro de memorias.
Y fue en esta mansión donde se quedó a vivir con su madre mientras su padre se fue a su finca La virgen, en la sierra de Jaén.
¿De qué huía Bosé en esta mansión?
En su autobiografía titulada ‘El hijo del capitán trueno ́, Miguel Bosé narra que su padre, el torero Luis Miguel Dominguín menospreció a su madre y la maltrató.
La infancia del cantante fue especialmente dura porque fue testigo, por ejemplo, de las infidelidades de su padre.
“Yo no me voy de aquí hasta que salga la amante de tu prima por la puerta de mi casa o te pego un tiro”. Así le reclama Lucía Bosé a su marido Luis Miguel Dominguín en la casa de campo que la familia tenía en Villa Paz, por el rumbo de Valencia.
En cambio, la relación con su madre era idílica y eso explica que al crecer, fue feliz viviendo con ella en la mansión de Somosaguas. Cuenta Miguel Bosé que para su madre, él era “el hombrecito de la casa”. Una muestra del amor que le profesaba es que siendo un niño, Bosé odiaba que su padre se llevara a su madre de viaje: “La sangre me hervía y maldecía a mi padre, muerto de celos”.
Pero quizá episodio más crudo fue cuando el niño Miguel Bosé intentó defender a su mamá el día en que ella le pidió el divorcio. Bosé atacó a su padre con su fuerza de niño y Luis Miguel Dominguín se lo quitó de encima con una frase iracunda: “Y tú, mico, ¡largo de aquí!”.
Lucía Bosé
Estos pasajes de su vida explican el cariño que Miguel ha profesado por la mansión en la que vivió la familia ya sin el padre y a la cual TVyNovelas pudo entrar para conocer.
TVyNovelas consignó en aquel 1982:
Ahí en los inmensos patios, crecieron Lucía, Miguel y Paola… los tres hijos de la “pareja monstruo” de los 50: Dominguín-Bosé. Y ahí, precisamente, Miguelito sigue disfrutando de la tranquilidad de los viejos paredones, de la cristalina agua de la piscina, del calor de los suyos. Sigue viviendo al lado de su madre, su hermana y sus primos. Sigue gozando de esa atmósfera especial que flota por todo su ‘refugio’, tan lleno de sabor y nostalgia”.