En 2024 se cumplirán 70 años desde el estreno de ‘Marcelino, pan y vino’, película española en la que la inocencia de Pablito Calvo conquistó a nivel mundial, al ganar el Oso de Oro en el Festival de Berlín y una mención especial para el niño en el Festival de Cannes.
Pablito Calvo interpretó a ‘Marcelino’, un tierno niño que es testigo de un milagro. Hablaba con el Cristo que el grupo de monjes con los que vivía tenían en un ático. Le hacía preguntas y le llevaba de comer pan y vino, hasta que el Cristo le cumplió el deseo de llevárselo al cielo. La exitosa película ha tenido adaptaciones en Italia y México, pero ninguna como la original.
Pablito Calvo fue el niño más famoso del cine español de aquella época, pero tuvo un trágico final.
Nació en 1948, y su abuela fue quien lo llevó a una audición en la que buscaban “niños con cara de santos”. Así, el director Ladislao Vajda lo eleigió de entre cientos de candidatos para convertirse en ‘Marcelino’. Fue tal el éxito, que Pablito Calvo conoció al Papa Pío XII en una audiencia privada, donde le dio un rosario para que la usara en su Primera comunión.
Siguió trabajando con filmes como ‘Mi tío Jacinto’ y ‘Un ángel pasó por Brooklyn’, pero creció. Pasaron los años, y Pablito, ya como adulto, le contó al periodista Manuel Román que por interpretar a ‘Marcelino’ le pagaron cinco mil pesetas de la época, pero como era parecido a jugar, le gustó la experiencia.
Pablito vivió lo que pasa con muchos niños actores: lo olvidaron. Se casó y tenía negocios como una boutique y una hostelería. También vendía inmuebles en la localidad de Torrevieja.
Y luego vino la tragedia. Le faltaban unos días para cumplir 51 años, pero murió por un aneurisma cerebral el 1 de febrero del año 2000. En aquella época, El País publicó: “El actor fue incinerado en la tarde de ayer en el tanatorio de Alicante y sus cenizas serán esparcidas en el mar, en Torrevieja, por deseo expreso del fallecido”.