Aunque tiene toda la pinta de galán de telenovela, Nicolás Haza Paleta prefiere direccionar su carrera hacia otras áreas; por eso se ha enfocado en las series para plataforma y en la creación de música de manera independiente. Físicamente es más parecido a su madre, Ludwika Paleta, sin embargo, asegura tener el temple de Plutarco Haza, su papá, con quien lleva una excelente relación a pesar del divorcio que marcó su infancia.
Por los momentos, el jovencito que debutó en televisión en 2022 interpretando el papel de Sebastián Rulli joven en el remake de Los ricos también lloran, hace una pausa en su carrera actoral para reforzar sus proyectos musicales en el gusto del público.
“Acabo de terminar una serie, pero no puedo hablar nada de eso, culminamos rodaje hace apenas unos días y ahora ando en la música, trato de balancearlo, entonces si ahora voy a tener unos meses sin actuar, sacaré canciones para seguir adelante, mi más reciente estreno fue el 22 de marzo”, dice el rubio que nos recuerda a su famosa madre cuando hacía Amigas y rivales.
Según el cantante, no tiene previsto presentar un disco completo, sino un lanzamiento apegado a las nuevas estrategias del mercado.
“Ya tengo las canciones que salen en los próximos seis meses, sólo que ese es calendario mío personal y poco a poco las voy a ir sacando, pero sí hay una estrategia, una línea que se está manejando, acabo de empezar con una nueva agencia que me va a ayudar también en los videos”.
Sobre su género, Nicolás deja claro: “Ahorita nos estamos enfocando mucho en el R&B, pero de repente le llego al pop, al urbano, pero no tanto como el reggaetón”.
Cuestionado por los supuestos retoques estéticos que lució Ludwika Paleta en la premier de su película, Noche de bodas, su hijo la defiende y revela que no hay ninguna cirugía plástica en el rostro de la icónica María Joaquina. “Yo ni idea, no fui a su alfombra porque andaba trabajando, si me hubiera gustado ir a apoyarla, pero no pude salir del llamado a tiempo y bueno, en cuanto a lo que dicen de sus arreglitos, les puedo decir que no, la conozco, es mi mamá”.
“EL APELLIDO ES UNA ESPADA DE DOBLE FILO”
Para Nicolás, “el apellido es una espada de doble filo”, pues en su caso le ha abierto oportunidades, de cierta manera, pero ha tenido la libertad de elegir si las toma o no.
“Pero sé que también hay que separarse un poco de eso, por ejemplo, no estoy de acuerdo con que en una alfombra las preguntas están todas dirigidas hacia eso”.
Ser una figura pública nunca le causó ruido, pues creció en medio de la carrera de dos figuras que hacían vida tanto en el teatro, como el cine y la televisión.
“Yo hasta los 18 mi cuenta la tuve privada, crecí normal, entre comillas, porque no estuve en el ojo público hasta que yo decidí que me quería dedicar a este medio. Porque también se pudo volver como algo circunstancial, pero aquí se trató de una decisión personal”.
Enrumbado a buscar su propio camino en el espectáculo, el artista piensa que venir de donde viene, lejos de abrirle las puertas de par en par, lo que le genera es un compromiso porque la gente se hace muchas expectativas sabiendo de quien es hijo. “Las personas piensan que es más facil y en unos aspectos sí, no hay que negar esos privilegios, pero también implica demostrar tu talento”.