ALAN TACHER demostró que la edad no importa para seguir sacando energía con sus pequeños hijos, y también con los adolescentes
Texto: Gabriela de los Santos Fotos: Edson Vázquez
Alan Tacher se divide en actividades de diferentes edades. Por un lado, Nicole, Hannah y Álex lo enseñan a no ser tan apegado y dejarlos tener su espacio, y por otro, se llena de energía con los pequeños Michelle e Iam, quienes son su razón de levantarse día a día en casa. A sus 48 años, el conductor disfruta de una gran etapa, pues a pesar de tener la responsabilidad de todos sus hijos, asegura que nada de esto podría lograrse sin la compañía de su amada Cristina, quien lo apoya y motiva en todo momento. Hace unos días fue el invitado estrella del programa Me caigo de risa, en el que arriesgó hasta el físico con tal de ganar. “BAJÉ 10 KILOS EN OCHO SEMANAS” ¿Cómo la pasaste en Me caigo de risa? Muy divertido, superó todas mis expectativas. Me abrí el labio porque Yurem estaba ganando y no podía dejar que la juventud se llevara el premio; a mis 48 años lo logré. A veces hay que arriesgar el físico. ¿Te pesa la edad? Me pesaba, ahorita estoy en un programa de ejercicio y dieta al que me metí con mi esposa. Me siento mejor que nunca, he adelgazado como 10 kilos en ocho semanas. Tienes una gran motivación con Cristina... Si no es con ella no lo hubiera hecho; a pesar de que es muy delgada y tiene cuerpazo, está fortaleciendo mucho. Nos motivamos y comemos sano, yo soy de los que tienen que arrear. ¿Como han sido estos años con Liam y Michelle? Increíbles, estoy muy feliz, ellos me revitalizan y me hacen sacar toda la energía. Duermen en su cama, pero en la noche se pasan con nosotros los dos; a veces es complicado y me tengo que pasar a otra cama, pero son los últimos. Liam definitivamente es mi último hijo. ESCAPADAS DE NOVIOS ¿Qué aprendizaje te ha dejado? Que el tiempo se pasa rápido; pueden dormir conmigo ahora y ser un relajo, pero aguanto, porque en 15 años ya no van a querer ni verme. ¿Cómo te las ingenias para convivir con todos tus hijos? El mejor ejemplo es que mis papás estuvieron siempre conmigo apoyándome, así que voy a ver a uno al basket, después a Nicole a atletismo, Michelle hace manualidades, el pequeño entra el próximo año a la escuela... Me divido. ¿A qué hora quedan los momentos de pareja? Siempre hay, y esto del ejercicio me encanta porque nos vamos, regresamos y bañamos juntos, a veces hay “cuchi cuchi”, tenemos nuestros momentos. Antes de eso siempre escogíamos un día y nos dábamos escapada de novios. Te enfrentas ahora a retos de hijos adolescentes. ¿Qué ha sido lo más difícil? Niños pequeños, problemas pequeños; hijos grandes, problemas grandes, es una realidad. Me ha costado mucho trabajo; les puedes dejar de llamar unos días y no les importa, eso me duele, pero a lo mejor yo era así a esa edad, hay que aprender y entender. ¿Los chiquillos equilibran ese sentimiento? Exacto, me escudo a veces en los pequeños porque llego y me gritan. Los grandes tienen sus prioridades, como los amigos, los novios, las fiestas... UN PAPÁ MUY BUENA ONDA ¿Eres celoso? Soy un papá que les habla de todo. Sin lugar a dudes de sexo, de drogas y todo tipo de alcohol, siempre les digo que se protejan. Mi hijo tiene dos o tres años con su novia. Nicole ha tenido uno que otro; la mayor, un brasileño buena onda y hasta me lo he llevado de viaje. O te adaptas o te mueres, porque si no jalas parejo agarran su camino. ¿Te gusta la vida en Estados Unidos? Hay cosas que me gustan pero otras que no acabo de entender y me encantan de México. Aquí uno se va de casa a los 19 y yo no entiendo para qué, si siguen siendo niños adolescentes, a esa edad no saben ni lo que quieren... Hay que aprender a vivir con eso. ¿Cómo festejaron este año de Liam? Yo soy de cumpleaños tradicional, pero aquí está de moda hacerles un megapastel y sentarlos enfrente para que hagan lo que quieran con él. Liam reaccionó como loco, lo agarró y se lo empezó a comer, embarrar y a nosotros también; fue muy divertido hacerlo junto a Cristina y su hermanita Michelle.