Alberto Estrella estrenará en 2019 dos proyectos en televisión después de tomarse dos años de descanso
TEXTO: Liliana Lejarazu FOTOS: Photo AMC
Muchos se habían preguntado qué había sido de Alberto Estrella, pues desde 2015, cuando participó en la telenovela Hasta el fin del mundo, no lo hemos visto en televisión, pero este año regresó a los foros para grabar dos proyectos: Ringo y la segunda temporada de Por amar sin ley, que se estrenarán este 2019. Por ahora el actor está como coordinador del Espacio Artístico Carla Estrada, y ahí platicamos con él sobre los motivos por los que estuvo alejado de los reflectores. “ESTUVE EN LA INDIA, ME FUI A DISFRUTAR DE LA VIDA” Regresas a la docencia con la escuela de Carla Estrada... Así es, soy el coordinador académico, esto quiere decir que junto con Víctor Carpinteiro hemos planeado la estrategia para los cursos, los talleres y los diplomados de actuación, porque hay diferentes áreas, entonces, hemos hecho un plan basado en más de 15 años de experiencia como docentes. ¿Habrá un bolsa de trabajo para los alumnos? No, no les vamos a prometer absolutamente nada, ni un papel; de verdad, porque eso perjudica, de pronto la gente estudia sólo con el afán de tener un documento, y eso no te avala como un creativo o un actor, por eso no prometemos nada. Si el alumno realmente tiene el talento, viene, se compromete y es disciplinado... pues estamos haciendo muchos cortometrajes. Carla está haciendo continuamente producciones de telenovela, obviamente que si alguien destaca, pues se le va a jalar; cuando El Círculo Teatral se reanude, pues vamos a necesitar mucha gente. ¿Para cuándo regresa El Círculo Teatral? El 27 de marzo tenemos una celebración enfrente, en el camellón, de los 15 años de El Círculo Teatral, porque no queremos que pase desapercibido, y yo voy a hacer hasta lo imposible para que en dos años esté en pie. Antes de verte aquí, tenía mucho tiempo que no se sabía de ti, ¿dónde andabas? Estuve en la India, en Ganhespuri, me fui a disfrutar la vida, a interiorizar, entender, meditar, ver la vida desde otro punto de vista; estuve ahí siete meses, y después me fui a dar el rol por gran parte del mundo. Te tomaste tu tiempo... Tenía 35 años de no tomar unas largas vacaciones; tomaba unas esporádicas y chiquitas, pero habían sido 35 años de estar en todo: cine, teatro, televisión, dando clases... y llegó un punto en que me saturé y dije: “Necesito distancia”, y me di un año sabático, pero ese año se convirtió en dos, aunque ya estoy de vuelta, y la verdad, no pensé que se fueran a acordar de mí después de este gran viaje. ¿Qué más viene para ti? Trabajé en la producción de Lucero Suárez, en Ringo, que ya sale por fin en enero, yo fui el entrenador de Ringo. Este entrenador, además, tiene una vida secreta, aparenta una cosa, pero tiene otras por ahí. “FUIMOS A GRABAR A BOSTON” ¿Entrenaste para el personaje? No, en esta ocasión no, pero yo sé bastante de box porque mi padre nos llevaba desde niños, y aprendí que más que un deporte cruel, es un deporte en el que la disciplina, la preparación y la concentración son muy importantes, como en la actuación, porque si te descuidas te tira el público, no te acepta el director. Aquel boxeador que se desvela, que se emborracha, que no come a sus horas, pues lo tumban al primer round. ¿Te inspiraste en algún entrenador famoso? No, no en alguien específicamente, pero sí en todos, porque entrené lucha libre cuando hice Santitos y veía cuál era la actitud, y se parecen mucho los entrenadores de lucha a los de box, entonces tenía ese elemento para crear este personaje. Ringo se acabó de grabar hace unos meses, ¿tuviste oportunidad de estar en otro proyecto? Sí, estuve con José Alberto Castro en la segunda temporada de Por amar sin ley, interpreté a un migrante, nos fuimos a grabar a Boston, estuve muy contento porque Salvador Garcini es un espléndido director y nos entendemos muy bien creativamente. Cuéntanos un poco más de tu personaje... Es una historia muy bonita porque está basada en un hecho real: este hombre vivió 30 años en Estados Unidos y conoció a una mujer con la que tuvo una hija, pero él nunca se casó; un día llega la migra, y como él tenía permiso, le dicen: “Tu permiso expiró hace 10 años”, entonces lo regresan a México. Él intenta regresar, y es cuando conoce a los abogados para que muevan todo el caso.