Aleida Núñez inició una relación con Carlos Marín, integrante de Il Divo, pero será a distancia porque él está en medio de una gira mundial
TEXTO: Liliana Lejarazu FOTOS: Photo AMC, Web
Luego de más de un año oficialmente divorciada, Aleida Núñez se da una oportunidad en el amor con nada menos que el español Carlos Marín, integrante de Il Divo, quien también es divorciado. Por un amigo en común, Aleida y Carlos comenzaron a tener comunicación por teléfono desde abril pasado, y fue apenas, a principios de diciembre, que pudieron encontrarse frente a frente para comenzar formalmente su relación. La guapa actriz y cantante desea ir paso a pasito, sobre todo por su hijo, Alexander, de cinco años, a quien todavía no le cuenta nada de este naciente noviazgo, del cual Aleida nos platicó en exclusiva. “ME GUSTAN LAS RELACIONES FORMALES” Cuéntanos cómo se dio este noviazgo con Carlos... Nos conocimos por un amigo en común. Este amigo le habló de mí a Carlos y él se interesó en conocerme, le pidió mi celular y fue así como empezó a escribirme, me llamaba, me mandaba mensajes y videos para tener un acercamiento e irnos conociendo poco a poco. Después coincidimos para poder salir a cenar algunas veces. ¿Hace cuánto tuvieron el primer acercamiento? Apenas ahora que estuvo aquí en México con Il Divo por la gira que están haciendo. Fue así que por fin se dio el encuentro, porque la vez pasada que estuvieron aquí, en abril, yo no pude conocerlo por compromisos de trabajo. ¿Entonces desde abril te comenzó a escribir? Sí, lo que pasa es que por el trabajo no pude salir con él, pero él siguió interesado en mí. Es un gran ser humano, supersimpático, tiene una voz increíble... ¿Va en serio esta relación? Evidentemente a mí me gustan las relaciones formales, bien, no me gusta que las cosas sean fugaces. Ahorita estamos en un momento de darnos la oportunidad, de irnos conociendo, de ajustar nuestros tiempos, tanto los de él como los míos, porque ahorita estoy viajando mucho por trabajo, y él también con su gira. Finalmente, si llegamos a tener madurez y esas ganas de hacer algo que vaya más allá, pues por supuesto.