ANA TORROJA pide que la gente se mire a los ojos y olvide el mundo virtual con su nuevo sencillo Antes
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS Y BERENICE VILLATORO • FOTOGRAFÍAS: OCESA SEITRACK, APPLE MUSIC
Ana Torroja prefiere mirar a los ojos que mirar el celular. Después de demostrar que quería regresar a la industria musical con material inédito, la española pisó tierras mexicanas para presentar el segundo sencillo de esta nueva aventura: Antes.
Fueron cinco años los que la cantante tardó para soltar su disco, pues no había motivación alguna para seguir haciendo lo que más ama, la música. A pesar de ello, sus giras seguían siendo un éxito, y hoy agradece a ese público que no la suelta, pues al hacer una retrospectiva de sus primeros conciertos, es imposible para ella no volver a vivir ese debut en público donde sólo la esperaban familiares, uno que otro colado y la pista de una discoteque acompañada de cuatro luces: “Fue en un pueblo cerca de Valencia, España. Nuestros inicios no fueron fáciles... Nos tiraban de todo”, recuerda.
PREFIERE EL MUNDO A LA ANTIGUA
Jara Duque, de 13 años, es hija de Ana Torroja y está creciendo en un mundo donde lo virtual está dejando a un lado lo humano. La cantante, preocupada por esta problemática, lanzó esta canción que habla de mirarse a los ojos, estar en contacto frente a frente y, sobre todo, poder sentir. Antes es el himno que está heredando a su adolescente.
“VOLVÍ PERO RENOVADA”
¿Por qué después de cinco años sin grabar decides volver a la industria discográfica?
Llevaba ese tiempo girando con Conexión, y estoy muy agradecida de ese disco, pero ya tenía ganas de hacer algo inédito, diferente. Me tardé en encontrar lo que me motiva para seguir haciendo música.
Entras con nueva producción también...
Sí, en este caso he tenido la suerte de conocer y entrar en contacto con productores, DJs españoles e internacionalmente conocidos que querían trabajar conmigo. Ha sido volver a la música electrónica treinta y tantos años después.
En varios sitios de música utilizaron la misma frase: “Regresa a sus orígenes”...
Seguramente lo dije en algún momento; cuando yo empecé, en los 80, empezaba la música electrónica de una forma muy básica, y hoy en día ocupa gran parte del panorama internacional. Yo no había vuelto a ese sonido desde hace muchos años, y ahora volví pero renovada.
Llama fue el primer sencillo, ¿cómo se dio?
Nos juntamos los productores y por ahí Rosalía. Todos estuvimos en Barcelona, no nos conocíamos, y nació de una forma muy orgánica: escuchando música y trabajando en la melodía. Es una de esas canciones maravillosas de las que nunca te cansas y te pueden acompañar en cualquier momento del día. Es un bonito regalo de esta nueva aventura.
UN TRABAJO JUNTO A ROSALÍA
Hace unos días lanzaste Antes, ¿cómo viviste el proceso de composición?
Alquilamos una casa y nos juntamos para ver qué ocurría, y ahí surgió; estábamos hablando de la problemática de cómo la gente está dejando de hablarse mirándose a los ojos, de tú a tú. Ahora lo hace a través de teléfonos, computadoras... Te puedo decir que las relaciones de pareja en Japón son virtuales.
¿De dónde viene tu preocupación?
Tengo una hija adolescente, y ahí fue cuando pensé que tenía que escribir de esto; me parece tan triste que esté pasando. Desde que comienza la letra habla de mirarnos por un instante. Parece que la gente tiene pudor por tocarse, mirarse a los ojos, sentir.
¿Cómo fue trabajar con Rosalía?
Increíble, es una mujer que tiene un talento alucinante, es muy trabajadora, y justo estaba grabado su disco El mal querer cuando yo estaba en el estudio. No nos conocíamos, pero en ese momento pasó y nos pusimos a soltar ideas, decir cosas, y ahí estaba, dejando su magia.
¿Qué recuerdos tienes de tus primeros conciertos?
El primero fue raro. Era emocionante por un lado por ser el primero, pero a la vez estábamos muy nerviosos, sobre todo cuando llegamos al lugar porque no había casi nadie, no había ni escenario.
INICIOS EN UNA DISCOTEQUE
¿Dónde fue?
En un pueblo cerca de Valencia, en España, y fue dentro de una discoteque, en la pista de baile con altavoces y cuatro luces.
¿Quiénes te acompañaron?
Estaba mi familia, la de Nacho y José, y alguno que se coló por ahí, también los dueños de la discoteca; lo recuerdo como si fuera ayer porque es algo muy único.
¿Cómo viviste esos comienzos?
No fueron fáciles. No era tan habitual ver conciertos de música pop en los escenarios españoles, y te puedo decir que nos ha pasado de todo: nos tiraban cosas, nos llamaban de todo por ir con atuendos románticos, entre otras cosas. Fueron duros, pero sin duda fue un buen entrenamiento.
¿Cuánto les pagaron?
No me acuerdo, pero me imagino que poco porque no éramos nadie, aunque para nosotros era un mundo. Cualquier cosa que nos pagaran era bien recibido y lo veíamos como una forma de poder ensayar y aprender de lo que era un concierto.
SEGUIR SUEÑOS COMO MOTOR DE LA VIDA
¿Cómo ha cambiado la Ana Torroja de ahora?
Lo esencial no ha cambiado. He evolucionado, vas madurando y quitándote el lastre de encima; vas simplificando cosas, cada vez necesitas menos, y las prioridades las tienes mucho más claras.
¿Qué significa para ti seguir tus sueños?
Yo creo que es el motor de la vida y uno tiene que perseguirlos, tiene que trabajarlos también porque las cosas no llegan solas. No soy una persona que se rinda, soy muy luchadora, y creo que el ser humano debería ser así, debe perseguir sus sueños.