ANEL NOREÑA asegura que JOSÉ JOSÉ sí llevaba una vida horrenda junto a SARA y su hija; agradece que se haya hecho “justicia divina”, pues hoy está libre
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS FOTOGRAFÍAS: EDSON VÁZQUEZ, ARCHIVO, CORTESÍA
Anel Noreña no necesita que la cuiden. A sus 75 años ha demostrado ser una mujer independiente; sola, con un maquillaje impecable y cargando una bolsa de mano, fue como llegó la semana pasada a su primer día de trabajo en el programa Hoy, pues estrenó una nueva sección: “40 y 80”. La exesposa de José José llegó emocionada, feliz y muy motivada para inspirar a mujeres de la tercera edad que la verán en la pantalla chica. Vive en paz, dejó los rencores a un lado, no tiene nada que decir de las “Saras”, pues sus hechos han hablado por sí mismos y agradece que se haya hecho “justicia divina”, pues para ella es mejor que el Príncipe de la Canción se haya ido al cielo, porque en la tierra “llevaba una vida horrenda”, afirmó.
“PEDÍ UNA NUEVA VIDA”
¿Cómo te sentiste? Muy contenta, dejando ver que vamos a estar cada semana con cosas tan interesantes, edificantes y regias para poder tener una nueva vida. Vamos a cooperar con un sin número de opciones para que tú te sirvas de ellas. ¿Siempre has sido tan independiente? Siempre lo fui así, desde que empecé a trabajar, pero el momento en la vida es hoy, ni ayer ni mañana. ¿Cómo le haces para conservarte tan fuerte y seguir trabajando? La edad se lleva en el corazón, a los 75 años no vas a encontrar trabajo tan fácilmente, hay que conservarse de cierta forma para que te sirva cuando seas mayor, y a mí me ha servido seguir sana, activa; un día finqué dentro de mi fe tanta fortaleza para entregarme a nuestro Señor, que le pedí una vida nueva y me la concedió. ¿En qué momento pides esta fortaleza? Volteas los ojos, cuando la necesitas, ves el cielo y ahí está Dios, a él le hablas.
A SARA NO LA QUIERE NI MENCIONAR
¿Hubo un día en que hayas dicho “no puedo”? No, pero sí me deprimía, por lo que volteaba los ojos hacia arriba, veía el cielo y ahí estaba Dios. ¿De qué manera lo vivías? Te pones triste, no quieres hacer nada ni salir de tu cama, no quieres que nadie te diga nada porque estás perdida, confundida, esa es la vida; pero a la hora en que tú afincas todas tus baterías, las prendes y dices: “gracias, porque estoy viviendo todos los días el gran milagro de estar viva”, de ahí partes para vivir día a día... Para llegar a ser una viejita preciosa tienes que procurar sentirte bien, ofreciendo, dando y así recibes. Ahí están mis hijos, nietas y amistades, y eso te hace una vida linda. Te vemos muy positiva, ¿te hubiera gustado transmitirle eso a Sara? No las quiero ni mencionar, a ellas les deseo lo mejor del mundo. Tú trabajando, y por otro lado a ellas las vemos encerradas en su casa de Miami, sin dar la cara... Yo no lo digo, cada quien su vida.
JUSTICIA DIVINA PARA JOSÉ JOSÉ
¿Cómo te encuentras después de este mes? Feliz, lo que pasó fue justicia divina, José tenía una vida horrenda, y hoy ya está libre, sano, fuerte donde debe estar, ya sabe perfectamente bien quiénes fueron Anel, Manolo, mi hermano, Pepito y Marisol, y quiénes fueron las personas que tomaron toda una vida para volverlo en contra de su familia. Se habla de ti, de tu hermano y de lo que supuestamente hicieron contra él... Nadie tiene realmente pruebas de nada, están hablando por hablar y eso me da mucho coraje, pero no tengo tiempo de eso.
NO LE GUSTARÍA SER ENTERRADA JUNTO AL PRÍNCIPE
¿Te gustaría ser enterrada a su lado? No, yo voy a ser cremada y tengo un nicho en una casa de mi prima, Silvia Noreña, para la familia. ¿Ya lloraste? No, no tengo ganas de llorar, lo hice el primer día, cuando supe que José murió, porque se desvaneció de mi mente el deseo tan grande que yo tenía de que José abrazara a Pepe, Marysol, Sarita y les dijera: “Hijos, me estoy muriendo pero quiero dejarles mi corazón, unidos, y tengo la profunda necesidad de que me abracen”. Yo pensé que eso se iba a dar un día, no contaba con tanta tragedia. ¿Qué pasa después? Ya hubo un momento de respiro... Yo estoy feliz, no esperaba tanto jaleo, mis hijos iban a hablar con la hermana para traer a su papá, su cuerpo, a recibir su homenaje y luego llevarlo como familia, pero ellas hicieron una división asquerosa. Viste a tus hijos angustiados, ¿te afectó como madre? Yo conozco quiénes son mis hijos y cómo salieron adelante, era un gol tras otro, sufrieron y padecieron, pero todo salió precioso y los resultados son los que cuentan.
LLEVA A LA MUERTE DE LA MANO
¿Has pensado en la muerte? No, yo vivo con la muerte de la mano, es una realidad, y más vale que te acostumbres a ella, te prepares para recibirla con bombo y platillo. ¿Te arrepientes de algo que no le hayas dicho a José José? No, yo doy las gracias a mis errores y virtudes porque aquí estoy, más bonita que nunca, me siento mejor que nunca y tengo una vida muy linda. ¿Conservas su anillo de compromiso? No, lo tiré, ya tenemos como 30 años divorciados, es volver al pasado, eso ya fue y hay que quedarse en el presente, si no, te quedas disecado. ¿Qué pasó con los patrimonios de tus hijos? Los vendimos, se le dio la mitad a José y la mitad nosotros, no tenemos nada.
SIN PATRIMONIO PARA SUS HIJOS
¿Pelearán por lo que dejó? Ellos son trabajadores, tienen una vida linda, pero van a escudriñar lo que pasó con su papá. ¿Qué pasó con Laurita, ya demandó? No sé, pero está en todo su derecho, le dio 30 años de su vida a José. ¿Crees en el karma? No, creo en la acción con reacción, es todo lo que necesitas para ser tu peor enemigo; haces tonterías, vienen tonterías a ti. Sarita perdió el cariño de los mexicanos, su madre también, ¿qué opinas de ello? Nada, porque ni las pienso, para mí no existen.
SARA Y SU HIJA NO QUISIERON SER FAMILIA
¿Ya las enterraste? Nunca estuvieron, pudieron ser familia, pero ellas eligieron lo contrario. Nunca demostraste rencor u odio... No las pienso, ni de un lado ni de otro, ni para criticarlas ni para apapacharlas, porque no se dejaron. ¿Sufriste? No, porque vi la entereza de Pepe y Marysol, siempre luchando. Su papá dejó de sufrir, era horrible lo que estaba viendo que nadie sabía de él, estas mujeres lo secuestraron, pero ahorita fue día de fiesta para nosotras. ¿Cómo están tus nietas? Hermosas, las disfruto mucho.
SIEMPRE CON DIOS
¿Crees que la vida te ha premiado? Sí, definitivamente, tengo una verdadera expectativa por ver lo que nuestro Señor hace de mí aquí y ahora. ¿Quién te hizo tan independiente? Dios.