Arturo Barba tuvo que adentrarse en el mundo esotérico para Amar a muerte
TEXTO: Liliana Lejarazu FOTOS: Archivo, Web Luego de trabajar en varios proyectos con la familia de W Studios y Lemon Films, Arturo Barba fue invitado por el productor Carlos Bardasano para ser uno de los protagonistas de Amar a muerte. En principio su personaje es un profesor de Antropología, pero tras un accidente automovilístico, su cuerpo tiene una segunda oportunidad de vivir, pero con el alma de un sicario. Este mundo esotérico, nos contó, es muy ajeno a él, pues se autodefine como totalmente escéptico; sin embargo, le encanta formar parte de una historia tan diferente dentro de los melodramas, y con tal de aportarle veracidad a su personaje visitó a la Santa Muerte, y al respecto esto nos platicó. “SOY MUY ESCÉPTICO” Cuando te contaron sobre la historia que toca el tema de la muerte y sucesos sobrenaturales, ¿qué pensaste? Que estaba increíble, es la cereza del pastel, es lo que todos los actores siempre queremos hacer, porque es un melodrama, pero los personajes no son simples, son complejos y eso hace que se modifique la telenovela como la conocemos. ¿Crees en la reencarnación? No, habrá muchos que lo hagan, pero yo me mantengo escéptico, puede ser o no, pero al final, si la memoria se borra, no lo sabrás; hay quien jura y perjura que sí, yo respeto mucho esas cosas, pero para efectos de contar una historia no es necesario que yo lo crea. En la trama también se maneja la tradición de que cuando se aparece una mariposa negra es porque alguien morirá, ¿en tu familia lo decían? Sí oí esas cosas, pero no en mi familia. Yo vengo de un clan ex tremadamente católico, y obviamente eso no tenía cabida, pero aquí en la historia se juega con eso; hay una cosa esotérica, el significado de las mariposas negras, la muerte rondando, las segundas oportunidades... ¿Te ha pasado algo sobrenatural? Nada más allá de los famosísimos déjàvous, y éstos de pronto pueden tener muchas interpretaciones; creo que a través de ellos conectas con cosas. Ahora, cuáles, cómo y por qué, no lo sé, es muy arriesgado y cada quien tendrá su interpretación. ¿Para tu personaje te adentraste en el mundo esotérico? Investigué un poco de eso, pero sin que se volviera algo amarillista; fuimos al mercado de Sonora porque mi personaje venera a la Santa Muerte y fuimos a ver cómo era eso. También visitamos una Santa Muerte muy grande camino a Coacalco, y nos dimos cuenta de la cantidad de gente que la venera; nos fijamos mucho para ser muy cuidadosos con eso y que no se sintieran ofendidos. ¿Te dio temor acercarte a eso? No, también creo que los actores somos chismosos por naturaleza y nos gusta adentrarnos en universos que no conocemos, y eso es parte de la riqueza por la que hacemos esto, son vidas que vives de a gratis y estoy fascinado. Tu personaje también estará muy unido al de Raquel Garza, que interpreta a una bruja, ¿cómo ha sido trabajar con ella? Su personaje es precioso, es una bruja chimiscolera, mentirosilla, pero que a través de la historia le empiezan a pasar cosas de verdad, y sin querer queriendo termina superinmiscuida, y la verdad, al principio le conté que yo tenía mis reservas porque no la conocía y me preguntaba: “¿cómo lo va a hacer?”. Pero es una actriz extraordinaria, estoy fascinado trabajando con ella. “UNA VEZ ME LEYERON LAS CARTAS” ¿Alguna vez has recurrido a una bruja? Sí, una vez me leyeron las cartas, como a los 20 años, que tuve la típica decepción amorosa y que vas para que te digan qué va a pasar, cosas de adolescentes, y tal cual me pasó como con el personaje de Raquel Garza, te ven chavito y te dicen lo que quieres oír; la verdad es que soy muy, muy, muy escéptico. ¿Continúan las grabaciones? Sí, hasta el 8 de diciembre, y estoy fascinado de que haya salido al aire ya porque vamos viendo lo que íbamos construyendo y haciendo todavía cosas sobre la marcha que pueden funcionar, y el asunto es que la historia está muy bien escrita, porque hay ocasiones en que hacia el final notas que la trama se va aguangando, que los escritores nada más terminan por terminar, y acá no, lo que está pasando hacia el final está increíble. ¿Hasta ahora qué es lo más difícil que te ha tocado grabar? Varias cosas, es un personaje limítrofe porque es un profesor absolutamente flemático al que se le mete el alma de un sicario, es una cosa muy rara, entonces, de repente tratar de hacer los impulsos del cuerpo del personaje de Michel Brown, pero en el mío es muy chistoso, porque el alma del sicario siempre se está quejando de su cuerpo, dice: “Esta porquería de cuerpo que me tocó”, porque él tenía músculo, estaba galán, y desde ahí, embonar con otra familia... Pasan muchísimas cosas complicadas, pero tengo un gran director que es Carlos Cock, que lo ha hecho increíble. ¿Sabes si habrá segunda temporada? Es como la tendencia y la moda de las televisoras, pero nunca te dicen eso. Me acuerdo que cuando hice los primeros capítulos de La piloto no sabían nada de eso, y después escribieron la segunda; cuando hicimos La bella y las bestias pensaban hacer una segunda, pero la mandaron a canal 5, y como no funcionó, la descartaron, entonces, al final es una cuestión de programación y presupuesto que nada tiene que ver con las historias. Evidentemente, si funciona querrán hacer una segunda parte.