ATALA SARMIENTO y su esposo, DAVID RÓDENAS, festejan cuatro años de haberse casado y posan en exclusiva desde su nido de amor
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS • FOTOGRAFÍAS: RODOLFO NOYOLA
“Vencimos y aquí seguimos”, nos dice Atala Sarmiento después de contarnos su historia de amor con David Ródenas. El principio no fue fácil, su vida estaba rodeada de una familia conservadora y él puso un pie ahí con 10 años menos que ella. El tabú social, los dos divorcios de la conductora y el peso con el que cargaba el español de su relación anterior hicieron que el inicio de la historia se convirtiera en una pequeña crisis, pero todo era externo, porque cuando estaban juntos sabían que eran el uno para el otro. Cuatro años después de haberse jurado amor eterno en Barcelona, rodeados de los suyos, festejan unidos más que nunca su aniversario, pues durante este tiempo no ha habido más que apoyo mutuo e inolvidables momentos en ese nido de amor donde hoy nos reciben.
ÉL ELIGIÓ EL VESTIDO DE NOVIA
Cuatro años de la boda en Barcelona, ¿cómo recuerdan ese día?
ATALA: Fue un día muy bonito. Estuvimos haciendo flores en casa de sus papás, mi mamá estaba allí y nos fuimos preparando para la noche. Mi vestido de novia él lo escogió, y yo igual con su traje; salimos juntos del hotel y nos fuimos. La ceremonia la hicieron los amigos que nos presentaron, fue muy genuina, no había nada oficial por parte de la ley religiosa o la ley de la ciudad. Nos prometimos que nos querríamos para siempre.
DAVID: Como no somos supersticiosos, hemos roto muchos paradigmas juntos. Nos acompañaron puros amigos y familia cercana, los que tenían que ser.
David, ¿te imaginabas que así sería tu historia de amor?
Ninguno de los dos; ella por su currículum y yo por mi manera de pensar. Yo veía el matrimonio como un papel, ¿para qué tengo que firmar un documento si voy a estar con la persona a la que amo? Fue muy bonito porque surgió auténtico.
Después de un par de matrimonios fallidos, ¿cuál ha sido el secreto esta vez?
A: Nuestra personalidad es la que le da el ingrediente que nos mantiene avivados en ese amor, en estas ganas de estar juntos, y así lo hemos hecho desde el principio hasta la fecha. Creo que ni como pareja ni como personas somos convencionales David y yo.
¿Cómo ha sido este intercambio de cultura?
A: Él me conquistó con una tortilla de patatas con la receta de su madre, y ya le sale mejor que a mi suegra. Tengo quién me cocine bien. D: Ha sido muy enriquecedor en todos los sentidos, son casi siete años. Antes viví en Malasia, y cuando llegué aquí fue como llegar a casa porque venía de una cultura asiática.
FAVOR DE NO MOLESTAR
Atala ha vivido momentos de cambios en este último año, ¿cómo mantener el equilibrio juntos?
D: No es que haya una fórmula, soy una persona muy recta y práctica, y aunque suene cursi, mi objetivo en la vida es que Atala sea feliz, entenderla, y desde mi trinchera hacer todo lo que pueda para que esté mejor y sonría la mayor parte del tiempo.
¿Qué sentías al verla quebrarse en los momentos más duros?
Lo podría resumir en dos cosas: por un lado, sentimiento de solidaridad genuino, cuando ves mal a la persona que amas te sale el instinto para levantarla, y por otro, honestamente, rabia, porque ha habido mucha gente que ha dicho mentiras y ha tenido solamente la intención de hacerle daño, a Atala y a ambos.
¿Les ha afectado eso?
D: Por suerte no lo han conseguido, pero sí ha habido momentos de enojo en los que pensamos: “¿Por qué ese interés en intentar molestar o hacer daño?”. Señores, dejen de molestar, enfóquense en su presente y déjennos a nosotros enfocarnos en nuestro presente y futuro.
¿Cómo has vivido este tiempo con David?
A: Ya vamos a cumplir siete años juntos, y no voy a negar que al principio no fue fácil empezar la relación. Yo ven- go de una familia muy conservadora y lo he sido gran parte de mi vida; el hecho de aceptar el tema de la diferencia de edades me afectaba muchísimo, y cuando estaba con él me encontraba en conflicto porque no sentía la diferencia.
“VENCIMOS Y AQUÍ SEGUIMOS”
¿Cómo eran esos momentos?
A: Como hasta ahora, complementándonos. Él me entiende y yo lo entiendo, así que eso me hizo pensar: “¡Qué más da!”. Él también traía un costal que le pesaba mucho, y superar el inicio fue un trabajo difícil; encima, el tabú social, y lo reconozco, yo me había casado dos veces y mi mamá estaba parada de pestañas: ¡alguien más joven y extranjero!
¿Qué hicieron para superar todo eso?
A: Tenemos una relación tan transparente y nos queremos tanto que aceptas a la otra persona con todas sus partes sombrías e iluminadas. Puedes vencer cualquier cosa, prejuicio y tontería que traigas en la cabeza; te sobrepones a ello y sigues adelante disfrutando lo que es bonito, dejando atrás esas ataduras que no te permiten amar abiertamente a esa persona. Vencimos y aquí seguimos.
David, ¿tú qué piensas sobre tener hijos?
Me gustan los niños, pero para un ratito, nunca he tenido un objetivo claro de tener hijos. Ese fue un tema que hizo que se fortaleciera la relación; cuando lo hablamos fue más de “si vienen, bien, si no, también”. No era requisito y somos muy felices así.
A: No es algo que nos haga falta para estar completos. Esta es nuestra pequeña gran familia y así nos sentimos felices, enamorados y completos.
¿Qué te enamoró de ella?
D: Su forma de ser; yo creía que no estaba preparado para empezar otra relación cuando la conocí, y ella me ayudó a superar tonterías que traía en la cabeza, por es hoy en día tenemos una relación más fuerte... Los inicios son hipersólidos. Podría llover, pero aquí seguimos y vamos a seguir.
UN AÑO LLENO DE FORTALEZA
¿Te imaginabas así tu vida?
A: Para nada; de entrada, el hecho de que iba a estar casada con David. Cuando firmé mi último divorcio dije: “Nunca en mi vida, sobre mi cadáver”, y mírame, apareció este hombre, ¡¿y cómo negarse?!
¿Y en lo profesional?
Si hace un año alguien me hubiera dicho que iba a estar en Televisa y con los proyectos a futuro, me hubiera carcajeado. He aprendido a base de trancazos que uno tiene que fluir con la vida, porque siempre te va a poner en el lugar que mejor estés.
¿Cómo calificarías este año de cambios?
No voy a negar que ha sido intenso, con muchas subidas y bajadas, pero me ha ayudado a fortalecerme. Enel trabajo siento que tengo muchas oportunidades de crecer, y eso para mí es muy importante, estoy motivada por- que veo un futuro lindo. Y con David, nos hemos fortalecido aún más, siempre está ahí para rescatarme, estoy más enamorada y con una relación muy sólida.
David, ¿qué palabras le dedicarías a Atala?
A: Te amo más que a nada en el mundo, y este año, que ha sido intenso, creo que sólo ha demostrado que nuestra relación está a prueba de bombas; yo sigo queriendo pasar el resto de mi vida contigo y hacerte muy feliz.