AURORA VALLE revela sus CONFESIONES previo al estreno de la segunda temporada del programa
TEXTO: NAYIB CANAÁN FOTOS: RUBÉN ESPINOSA, JAVIER ARELLANO, ARCHIVO
En el Foro 4 de Televisa San Ángel, Aurora Valle lleva a las celebridades de las telenovelas a una especie de terapia en la que salen a relucir sus alegrías, tristezas, frustraciones y episodios que marcaron sus vidas. Es el programa Confesiones, la oportunidad perfecta para que estas estrellas del melodrama muestren su lado humano en un sillón que parece sacarles hasta lo que no quieren contar. Luego de una temporada de 26 emisiones, regresará Confesiones a la pantalla del canal tlnovelas el sábado 5 de octubre, presentando las historias más impactantes de quienes han llevado al público de la lágrima a la risa en las producciones que le dan la vuelta al mundo. “LO QUE MENOS QUIERO ES FALTAR EL RESPETO” Vienes de una exitosa temporada en la que los famosos te dijeron de todo, ¿ya qué más pueden contar en esta nueva entrega? No sé por qué, pero yo siento que mi persona, o el programa en el que estoy, se convierte en la terapia para ellos también. He visto cómo algunos de los famosos tienen la necesidad de contar cosas, y en el momento en el que están conmigo lo sueltan y me hacen sentir muy bien, porque veo que hemos ganado el respeto, el cariño y la confianza de muchos años. Es que yo jamás en la vida he traicionado a un entrevistado ni he puesto la respuesta donde va, porque soy yo la que lo arma. O sea, termino una entrevista y yo misma armo el guión... ¿Hay una conversación previa en la que se condiciona la entrevista? ¡No! Eso nunca sucede... Me han dicho en el aire: “No quiero seguir hablando de este tema”. Y yo respeto. Como Angelique con el “Güero” Castro... Sí, ella me dijo que no hablaba más de esa persona, y no se habló más. Ahora, tengo 32 años de carrera y a la mayoría los conozco, entonces es como una ventaja que tengo. He sido reportera toda mi vida, cubrí eventos, obras de teatro, conciertos, y los conozco en todas sus facetas.
¿Piensas mucho antes de hacer una pregunta comprometedora o algo intimidante? Sí, pienso en cómo lo abordo, porque lo que menos quiero es faltar el respeto, pero no me pongo de acuerdo con ningún famoso. “VENIMOS CON MAYOR PRESUPUESTO” ¿Te has quedado con las ganas de hacer una pregunta, por cualquier razón, porque te frenas, porque se te olvida...? Pude no haber hecho la pregunta, pero es porque se me olvidó, no porque sienta temor o pena. ¿Cómo te refrescas en estos nuevos episodios? Bueno, el formato es el mismo, pero sí tenemos foro nuevo, diseño nuevo, gráficos nuevos, cámaras nuevas, la imagen está padrísima, es más como de cine. La verdad es que yo también estoy sorprendida por el éxito de la primera temporada. Afortunadamente nos fue muy bien con los 26 programas que emitimos y por eso estamos aquí, con mayor presupuesto, mejor iluminación... Dices que el programa es como una terapia para los famosos... ¿Para ti también lo ha sido en casos como la salida del aire de Intrusos? Después de 32 años trabajando en televisión sabes que un día estás y al siguiente no. En la tele puede estar todo chin... y al otro día se acaba. Yo empecé mi carrera en 1988, en Televisa Guadalajara,; hice tantos programas desde entonces, que me acostumbré... ¿Entonces no te bajó el ánimo? No, y fue gracias a Confesiones, entonces aproveché que tenía más tiempo para adelantar el trabajo e irme de vacaciones con mi hija. Yo creo que los que trabajamos en la televisión sabemos que el negocio funciona de esa manera. “YO NO TRAIGO UNA LISTA DE PREGUNTAS” ¿Cómo ha sido tu evolución desde 1988 hasta la fecha, vas cambiando el estilo o eres la misma? Cuando estás chico y conoces a los actores o a los artistas, te intimidan, por ejemplo, el día que conocí a una Angélica Aragón, y fue con obras de teatro a Guadalajara. Pero aprendes, el chiste para mí es escucharlos. Yo no traigo una lista de preguntas porque los escucho, y conforme me van contando, yo voy preguntando. A mí lo que me gusta es contar historias, además, soy muy curiosa y mi imaginación vuela mucho. ¿Sientes que el espectáculo ha cambiado mucho en estos años? A mí me gusta que existan aperturas. ¿Cómo es que no podía dar una entrevista para allá si trabajo aquí? ¡No había razón! Entiendo que se les pagaba una exclusividad, pero no está bien. Espero que para los artistas haya más margen de trabajo. ¿Te has visto en el lugar de los famosos que tienen una carga de emociones y no encuentran la manera de drenar? Creo que cuando estoy en esa posición me desahogo en el programa que hago por internet todos los lunes con Lupita Martínez y Claudia de Icaza. Cada vez que me acuerdo de algo lo suelto ahí, y esa es como mi terapia. ¿En el programa hay incómodos comentarios, como el de Omar Fierro, quien hace poco sacó a la luz el romance que hubo entre ustedes? Quien lo sacó fui yo, porque soy quien lleva la entrevista. Pero es parte de la vida, hoy hay que ser así. Antes, a lo mejor hace 20 o 30 años, la gente que trabajaba en televisión mantenía una postura y tenía que ser “doña perfecta”, pero ahorita no, somos seres humanos como cualquier otro. Angelique Boyer me dio las gracias por humanizarlos, y eso me gustó porque así somos todos, con las mismas necesidades, pero en distintos trabajos.
“SERÍA PADRE HACER LAS CONFESIONES DE PATI CHAPOY” ¿Cuál crees que ha sido tu momento de gloria? No sé, lo que pasa es que yo no vivo del reconocimiento, pero puedo decir que un momento especial fue cuando dejé Guadalajara y me vine a la Ciudad de México. Acepté la invitación de Pati Chapoy para trabajar en TV Azteca y eso resultó muy importante. El otro momento, 10 años después, fue dejarlo y venirme a Televisa. Yo llegué a finales de 2006, y el cariño con el que me recibieron aquí, el respeto, no lo cambio por nada. Entonces, pese a todo lo que pudo haber dicho Pati Chapoy de ti, le das las gracias por haberte sacado de Guadalajara... Claro. Es que eso nunca lo voy a negar; el otro día hasta alguien me dijo: “Haz las confesiones de Pati Chapoy”. ¿Las harías? Sí, pero veo muy difícil que Pati venga al Foro 4 de Televisa San Ángel, aunque estaría padrísimo hacerlo. Yo nunca dejaré de agradecerle por los nueve años que estuve en el equipo de Ventaneando. Cuando me preguntan por qué me fui de ahí, sencillamente respondo que no era feliz. ¿Actualmente eres feliz? Muy feliz. O sea, estamos viendo cómo está la televisión, que luego los directivos no creen en proyectos, no hay chamba, pero de pronto alguien confía en ti y te dan dos temporadas... Pues sólo doy las gracias. “SUEÑO CON CONOCER A ROGER FEDERER” Sin embargo, ¿te has sentido en medio del huracán? Sí, pero dreno jugando tenis, lo hago desde hace 40 años. Eso es otro mundo, me distraigo, me enfoco en mi hija, yo soy una mamá que la lleva y la recoge en el colegio, estoy pendiente, viajamos... De estas entrevistas que hiciste en la primera temporada de Confesiones, ¿cuál te tocó el corazón? ¡Todas! Hice 26 y todas las disfruté, incluso las que ya conocía, como la historia de Victoria Ruffo o Lety Calderón. Aunque recuerdo que con la de César Évora sí quise llorar; cuando me contó cómo vino con Emilio Azcárraga, que no tenía dinero, que sus amigos le prestaron para su boleto de avión. ¿Algún entrevistado que sueñas? No, es que si me dicen que no, pues no pasa nada. Tengo otros ideales, como conocer y tomarme una foto con Roger Federer, pero no con algún artista.