Una historia de amor, tradiciones y alegría que se selló en Oaxaca para siempre
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS FOTOGRAFÍAS: JOSÉ LUIS RAMOS
Claudia Martín y Andrés Tovar recibieron la bendición de Dios, y con ello sellaron su amor para seguir de la mano toda la vida. La actriz aterrizó en la tierra que la vio nacer, Oaxaca, y lo hizo con el pie derecho, consolidada en su carrera y junto al hombre de su vida.
“Andrés, te amo; estoy muy orgullosa de compartir mi vida contigo. Gracias por elegirme”
[embed]https://www.instagram.com/p/B5ONTgLHPPw/[/embed] El productor cumplió el sueño que había pedido desde hace 20 años, cuando sus ojos vieron por primera vez el Templo de Santo Domingo de Guzmán: esperar en el altar a la persona con quien compartiría el resto de sus días. En punto de las 14:00 horas, el pasado 23 de noviembre la pareja se juró amor eterno por la Iglesia, rodeados de sus seres queridos y con la ilusión de iniciar esta nueva etapa juntos. ¡Que vivan los novios!
CELEBRARON SER MARIDO Y MUJER POR LAS CALLES DE OAXACA
Alegría, agradecimiento, unión, baile, gritos de “¡felicidades!”, cohetes... La avenida principal de Oaxaca se convirtió en una fiesta para invitados y habitantes que se contagiaron de esa energía para celebrar el amor de Claudia y Andrés. Al salir de la iglesia, donde recibieron la bendición del padre, los esperaba una banda, bailarinas con trajes típicos de la región y los esperados monos de Calenda. Esta vez no arrojaron arroz a los recién casados; hubo solidaridad y agradecimiento a través de la tradicional celebración conocida como La Calenda. De esa manera la pareja fortaleció lazos y demostró su humildad y gratitud. Claudia no paró de bailar, irradió felicidad por esas calles que la vieron crecer.
Claudia, ¿cómo te sientes de casarte en tu tierra, Oaxaca? Feliz, contenta, agradecida... Rodeada de nuestra gente que queremos mucho, nuestra familia, amigos... ¡qué más puedo pedir! Te vimos muy alegre... El momento de La Calenda me recordó que desde chiquita siempre he bailado. Estaba en grupos folclóricos, y poder estar ahí fue mágico. Andrés, ¿cómo te sentiste? Fue un buen contraste, porque en la iglesia estuvimos todo el tiempo a punto de llorar, y después vivimos una fiesta muy tradicional. Fueron sentimientos encontrados junto a nuestros invitados. [embed]https://www.instagram.com/p/B5OOhpJB4Up/[/embed] Ya se habían casado por el civil en Chiapas y ahora el momento del lazo y lo religioso, ¿cómo lo vivieron? C: Se siente fuerte. A: Es un compromiso para nosotros. Lo más importante era la bendición de Dios, nos concentramos; desde la mañana estuvimos llorando de gusto, felicidad de lo que pasaba al mediodía, recibir al padre, el ponernos el lazo y estar ahí, nos acercó todavía más. Dios pactó nuestro amor.
¡LA CELEBRACIÓN SIGUIÓ CON UN BANQUETE MUY TRADICIONAL!
Los invitados no podían irse sin deleitar su paladar con el sabor de las tlayudas y la conocida bebida de los dioses: el mezcal. La cheff Olga Cabrera se encargó de preparar el menú para alrededor de 100 personas que siguieron festejando a los novios 24 horas después de casarse. La tornaboda fue más íntima, en un restaurante ubicado en el centro de la ciudad. Los familiares de Andrés, que llegaron desde Chiapas, estuvieron presentes, y también los de Claudia, todos unidos por la pareja, que se encargó de cuidar cada detalle. Esta vez no hubo baile, se trataba de convivir, comer y pasar una tarde llena de gozo.
Los ahora esposos disfrutaron en todo momento, nos mostraron su felicidad en estas fotos tomadas en la terraza del lugar; Claudia lució un vestido del diseñador Benito Santos, y sin querer Andrés portó un traje que hacía combinación con ella. Los ojos les brillaban de amor y así lo compartieron hasta las últimas horas de ese fin de semana que estará en el libro de sus vidas, acompañados de sus seres más queridos; al otro día, ella retomaría las grabaciones de Como tú no hay dos y él el mando de la producción del programa Sale el sol. [embed]https://www.instagram.com/p/B5OOJ3lh3rN/[/embed]