Orgulloso de su hijo TADEO, CARLOS BONAVIDES comparte cómo ha logrado que mantenga los pies bien puestos en la tierra
TEXTO: GRISEL VACA FOTOS: JOSÉ LUIS RAMOS, JAVIER ARELLANO, ARCHIVO
Carlos Bonavides predica con el ejemplo. Dejó el alcohol hace 15 años, y el refresco hace dos. El actor asegura esforzarse a diario por ser una mejor persona y no sólo por él, también por su hijo Tadeo, quien decidió seguir sus pasos en la actuación y desde muy pequeño ha participado en varios proyectos televisivos. Actualmente forma parte del elenco de la segunda y tercera temporada de Una familia de diez, próxima a estrenarse. “ME MANTENGO CON PURA AGUA SIMPLE” ¿Cómo le ha hecho para mantenerse vigente después de 65 años de carrera? Siempre ando buscando trabajo, no soy de los actores que dicen: “Que me llamen”. Yo voy y toco la puerta, porque no sólo los jóvenes, los viejos también tenemos mucha competencia. Afortunadamente, usted está bien conservado... Sí, para tener 78 años no me veo tan viejo (risas).
¿Cómo le hace? Me cuido mucho. Todas las mañanas, antes de cualquier cosa, me tomo un vaso de agua con limón. Además, tomo tres litros de agua diarios... Qué les digo, soy adicto al agua, pero no a la de sabor, tampoco al refresco, que dejé hace dos años, ni al alcohol, que dejé hace 15. Me mantengo con pura agua simple, y gracias a Dios estoy bien, sobre todo por mi hijo Tadeo, porque quiero durarle muchos años. “MI HIJO SABE QUE DEBE SER HUMILDE” Por cierto, su hijo ahí la lleva también en su carrera como actor, ¿cómo ha logrado que mantenga los pies bien puestos en la tierra? De entrada, lo saqué de una escuela de paga porque todos los niños llegaban en camionetas con guaruras y todo, y aparte de que yo no tengo ese nivel, los niños en esas escuelas sienten que los maestros son sus sirvientes. Y bueno, desde siempre le he inculcado a mi hijo que no por ser actor es más que nadie, a ser buen compañero, y que la gentileza, la educación y la sencillez tienen que ser su escudo, porque debe atender igual a un barrendero que al presidente de la Re- pública, así que él tiene conciencia plena de que debe ser humilde, disciplinado y constante. Siendo que tiene toda la experiencia en el medio, ¿qué le ha aconsejado para no caer en tentaciones? No hay nada mejor que el ejemplo, pero realmente él ya empieza a tener conciencia de qué camino debe tomar; sabe que hay uno malo, uno regular y uno bueno, y para seguir en este último se necesita ser constante, congruente con sus ideas, pero sobre todo, respetar a la gente. Mi hijo sabe que si le piden un autógrafo, aunque esté comiendo, tiene que pararse y darlo con amabilidad, porque en este medio hay quien se siente la última Coca-Cola del desierto sólo porque hace una telenovela, y no es así, la misión de nosotros los actores es el servicio al público, y eso es lo que le inculco a mi hijo.