Como nunca, CARLOS CUEVAS revela el motivo de su rompimiento con AÍDA CUEVAS que desató la guerra entre los famosos hermanos
TEXTO: GRISEL VACA • FOTOGRAFÍAS: ARCHIVO, CORTESÍA
Las diferencias entre Aída y Carlos Cuevas son irreconciliables. La semana pasada se agudizó el problema entre ellos cuando la cantante, a través del abogado Guillermo Pous –quien lleva los asuntos legales de la herencia de Juan Gabriel–, envió sorpresivamente una carta a su hermano en la que le pedía se abstuviera de seguir haciendo señalamientos “imprecisos y burlescos” hacia ella y sus hijos en los medios de comunicación.
El origen del pleito entre los hermanos, al ojo público, fue porque Carlos declaró que no le constaba que el Divo de Juárez le hubiera pedido matrimonio a Aída, como ella en algún momento lo declaró. Sin embargo, el conflicto viene desde antes y, en exclusiva, el bolerista confió a TVyNovelas qué fue lo que realmente sucedió.
“ESA CARTA INTIMIDATORIA FUE LA ÚLTIMA PIEDRA QUE PUSO EN EL SEPULCRO DE NUESTRA RELACIÓN”
¿Cómo tomaste la carta que te envió Aída Cuevas a través de su abogado hace unos días?
Me sorprendió, al principio pensé que era una broma, pero después de que la leí inmediatamente se la envié a mi abogado y él me dijo que no tenía ningún fundamento porque no dice exactamente qué fue lo que hice; es una carta intimidatoria para que yo guarde silencio y no me vuelva a referir a Aída, no sé de qué manera, porque yo nunca me he referido a ella grotescamente.
El abogado de tu hermana, Guillermo Pous, señaló que tenía pruebas de todos los comentarios que habías hecho de ella en tono de burla...
Pues, depende cómo lo tomes, la gente cree que la ofendes cuando no quieres que se te acerquen; yo lo que he defendido siempre es mi felicidad y la de mi familia, y si alguien, cualquier persona, sea un familiar, conocido o lo que sea, es tóxico para mi salud y para mi familia, no lo quiero cerca, a quien le quede el saco. No sé si eso es hablar mal de alguien o sea una ofensa.
¿Esta situación te obliga a poner tierra de por medio con ella definitivamente?
Sí, esa carta intimidatoria fue la última piedra que puso en el sepulcro de nuestra relación. No sé si alguna vez hubiéramos tenido la oportunidad de reunirnos, pero con esto doy por terminada toda relación, tanto de familia como de amistad con mi hermana, desgraciadamente.
¿Te afectó emocionalmente? Finalmente, es tu sangre...
Me pueden afectar las cosas en el momento, pero a los cinco minutos se me van de la mente. Estoy preparado para todo en esta vida, menos para la muerte de un hijo –Dios no lo quiera–; de todo lo demás estoy más que curtido: se han muerto mis papás y mi hermano, he tenido altas y bajas en esta carrera, y gracias a Dios esto no me afectó en nada, porque sé lo que soy y cómo me he portado con mi familia, con mis amigos, que puedo morirme tan en paz en este momento.
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“CON AÍDA SIEMPRE TUVE DIFERENCIAS; DE LOS 56 AÑOS QUE TENGO, 30 HEMOS VIVIDO PELEADOS”
¿Cómo te llevabas de pequeño con tu hermana?
Como todos los hermanos nos peleábamos, pero puedo asegurar que de los 56 años que tengo, 30 hemos vivido peleados en diferentes etapas de nuestra vida, eso ha sido una constante, desgraciadamente, pero es como pasa en todas las familias, la diferencia es que lo nuestro se hizo público.
Lo cierto es que hay hermanos con los que somos más afines que con otros... ¡Claro!, todos somos diferentes. Con Alfonso (su hermano) me llevaba muy bien, nunca tuvimos rencillas; es más, trabajaba conmigo, y con Aída siempre tuve diferencias, y ella, a su vez, también tuvo diferencias con mi hermano, como todos los herrmanos. Lo que sí te puedo decir, es que con mis papás nunca tuve una discusión, un altercado, porque yo era muy respetuoso.
¿Cuál fue el verdadero motivo de su ruptura?
Son cosas que no platico porque son familiares, pero lo que detonó esto a nivel público fue la pregunta que me hicieron en un programa de televisión acerca de que Juan Gabriel le había pedido matrimonio a Aída, y a la cual yo contesté: “No me consta”, eso fue lo único que dije, pero a Aída le fueron a contar que yo negaba eso, se enganchó y de ahí vino todo.
Entonces, el distanciamiento se dio desde antes debido a una situación familiar... ¿Qué sucedió exactamente?
Prácticamente insultó a mi hija en su casa, aquí en Cuernavaca; que se metan conmigo, pero con mis hijos no, quien sea. Pero bueno, ahí quedó todo, todavía la invité al Metropólitan para que se echara un palomazo y que sus hijos nos abrieran el show al Coque y a mí. Sin embargo, cuando pasó lo de Juan Gabriel, se activó la alarma.
¿Por qué insultó a tu hija?
Puras tonterías, lo que pasa es que el novio de su hija, mi sobrina, era amigo de mi hijo desde el kínder, y yo hice una broma de él, porque me llevo con él, con Luisito, y ella (Aída) muy enojada dijo: “¡Por qué no hablan mejor del novio de tu hija!”, ese día mi hija lloró y todo. Ella (Aída) dijo que se iba a ir, pero se quedó todavía tres días más. Eso no puede ocurrir, más estando en nuestra casa.
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“SUGERÍ QUE ABRIERA SU CORAZÓN, QUE DIOS LE DIERA LA CALMA Y LA OPORTUNIDAD DE SACAR TODOS SUS ODIOS”
¿También se fracturó la relación con tus sobrinos?
Claro, completamente. La relación está rota, obviamente tienen que defender y estar con su mamá, pero una cosa es eso y otra es tener un poquito de sentido común para decir: “Es pleito de mi tío con mi mamá”, a menos que de mi parte hubiera existido alguna agresión física o verbal hacia mi hermana, que no fue el caso.
¿Qué piensas del comunicado que envió Aída Cuevas?
Pues qué bueno que me hizo caso, por- que la semana pasada que fui al pro- grama Hoy le mandé bendiciones y le sugerí que abriera su corazón, que Dios le diera la calma y la oportunidad de sacar todos sus odios y rencores para que descansara, porque le están minando su salud y su economía –porque tiene que pagarles a los abogados–, y yo creo que sí me hizo caso, porque mandó ese comunicado en el que relata lo que estoy diciendo, que desde chava sufrió golpes de parte de su marido, etcétera, entonces, qué bueno que limpió su corazón mediante ese comunicado.
¿Piensas hacer algo al respecto?
Para nada, lo único que querían era intimidarme por medio de esa carta, y obvia- mente no lo lograron, porque como ella tiene a sus abogados, yo tengo a los míos. Además, pienso que a cualquier juez en el mundo entero lo que menos le importa es un pleito entre hermanos, y más que no hay motivo suficiente ni grave. Yo no he ensuciado su imagen, malo que hubiera dicho que es una borracha, que no cumple con su trabajo, que sale mal vestida, que está desafinada... eso sí sería meterme con su vida, pero al contrario, siempre he pensado que es una dama, de las mejores cantantes que han nacido en México, sale siempre impecablemente bien vestida, entonces, ¡cómo voy a meterme con eso! Yo no me meto en nada, simplemente quiero que no se acerquen a mí y a mi familia, porque se me hace una relación tóxica. Gracias a Dios doy por terminado este capítulo en mi vida, deseo que seamos todos muy felices, que nos cuidemos de lo que estamos viviendo y que dejemos estos chismes de pandemia.
LO QUE DICE GUILLERMO POUS, REPRESENTANTE LEGAL DE AÍDA CUEVAS
¿Cuál fue el motivo de la carta que le hicieron llegar a Carlos Cuevas?
Desde hace muchos años hubo un distanciamiento entre el maestro Cuevas y Aída; desconozco el motivo, y derivado de ello, reiteradamente, desde hace un par de años por lo menos, el maestro Cuevas ha hecho comentarios denostando la trayectoria profesional de doña Aída, su vida personal y la de sus hijos. Esto era una acción reiterada en los medios de comunicación, lo hacía como burla y soltaba un comentario incómodo, eso se convirtió en una costumbre.
¿Qué fue lo que detonó que ella haya decidido pedirle ayuda?
Desconozco cuál fue el comenta- rio o en qué momento se dio lo que ya detonó esta situación. Nosotros recabamos toda la información y las pruebas de los comentarios que, efectivamente, el maestro Cuevas ha hecho, y lo que le propusimos a doña Aída, para evitar un litigio – porque no se lo recomendamos por el desgaste que puede tener–, es invitar a su hermano a través de una carta a que se abstenga, porque esto ya sobrepasó lo que puede entenderse como un juego. Decidimos enviarle la carta, y de manera absolutamente confidencial se realizó todo, fue el maestro Cuevas quien la dio a conocer.
¿Se podría decir que es una advertencia?
No es una carta advirtiéndole ni amenazándole como él lo ha hecho saber, es un comunicado en el que le pedimos que se abstenga de continuar con estos comentarios en contra de Aída y de sus hijos, y punto. No solicitamos otra cosa, aclaramos que no se trata de un tema de censura, sino que está sobrepasando los límites, en los cuales incomoda o afecta el patrimonio personal de la gente, es decir, atenta a la moral, la honorabilidad, la imagen y el prestigio de las personas por la vía administrativa, y civilmente provoca un daño moral.
Él asegura que nunca le ha faltado al respeto a su hermana...
Ambos fueron educados en la mis- ma familia, los dos vienen de la misma cuna, lo que no significa que ambos tengan la misma calidad humana o clase. Posiblemente para él no sea faltar al respeto el acoso que ha tenido en contra de ellos y le siga pareciendo una burla, lo cual se puede equiparar a lo que es el bullying de un niño en una escuela; a lo mejor no lo ve mal, pero sí le llega a causar un daño.
¿Aída Cuevas podría proceder legalmente?
Tendría dos acciones, la primera por la vía administrativa, argumentando el ataque al honor, a la privacidad, a la reputación y a la imagen de las personas, el menoscabo en un patrimonio personalísimo, y la otra parte por la vía civil, demandando un daño moral. Sin embargo, doña Aída no tiene intención de involucrarse en ninguna clase de litigio, y estamos absolutamente seguros de que esta carta fue suficiente para poder terminar con la situación.