Quiere un caballero con recursos para que no le quite su patrimonio.
Cecilia Gabriela está en uno de los mejores momentos de su vida, ya que, además de que será parte del elenco de la nueva telenovela del productor Carlos Moreno, A que no me dejas, la nueva versión del melodrama Amor en silencio, se lleva de maravilla con su hija Regina, de 16 años.
La actriz ha aprendido a librar las batallas sola tras dejar en el pasado su historia de amor con el también actor Marco Uriel, con quien estuvo casada por 17 años.
¿Cómo te encuentras en este momento de tu vida?
Muy contenta. Finalmente mi prioridad en la vida es estar bien para poder hacer lo que me apasiona, que es mi trabajo, y una pila muy importante para lograrlo es el bienestar de mi hija; verla bien, guiarla y educarla, que es lo más difícil, sobre todo ahora que está en la adolescencia.
¿Han pasado cosas difíciles?
No te voy a decir que no, pero Regina es una niña que escucha, es muy madura y consciente, un alma vieja como yo. Definitivamente es el regalo más grande del universo; así como la pedí al mundo y a la vida, así me la dieron, ella y yo fluimos bastante bien.
¿Qué es lo más complicado para ti como madre?
Estar siempre al pendiente de las influencias que pueda tener, de cualquier persona externa que la pueda malaconsejar o malinfluir, por eso trato de tener mucha comunicación con ella, y casualmente el momento en que podemos platicar es por las mañanas, cuando la llevo a la escuela.
¿Tu hija ve a su papá?
Por supuesto, la vida siguió exactamente igual. De hecho, cuando yo trabajo, él no, y al revés.
¿Llevas buena relación con Marco Uriel?
Buena relación es tan difícil como hablar de perdón, política y religión? pero a mí lo que me importa es estar bien, y aunque parezca egoísta, primero soy yo, después mi hija, luego mi trabajo y al final el resto del mundo. Así funciono.
¿En el amor cómo te va?
Muy bien. Afortunadamente he formado un grupo de amistades valiosas y alguno de ellos podría ser mi pareja, pero están igual que yo, todos muy ocupados porque son personas exitosas. En fin, si se da bien, y si no, pues seguiremos siendo grandes amigos, porque para mí, el valor de la amistad es lo más importante.
¿Te volverías a casar?
Claro, pero necesito un hombre que tenga mucho dinero y no para quitárselo, porque su trabajo le habrá costado, sino para que no se lleve el mío.
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