Tras librar una pesadilla, COX estrenará disco en 2019, da pláticas motivacionales a jóvenes y presume novia
TEXTO: LILIANA LEJARAZU • FOTOGRAFÍAS: RICARDO CRISTINO, WEB
Luego de vivir en 2015 una pesadilla al estar vinculado a la muerte accidental de su novia, Paola López, Cox salió totalmente librado. Ahora está en paz consigo mismo y se ha reinventado: ha vuelto a la música y el próximo año lanzará su nuevo disco: Cox continental, del que se desprende el primer sencillo, Bonita. Pero eso no es todo. Ahora da pláticas motivacionales y el amor ha tocado nuevamente a su puerta. El intérprete de Mi gran noche nos contó que lleva año y medio de relación con la actriz de 25 años Valentina Magaña, y aunque le lleva más de 10 años, está feliz, y asegura que son un complemento perfecto.
“AHORA LLEVO UNA VIDA MÁS TRANQUILA”
¿Qué has hecho en este tiempo?
Después de mi reciente disco Irresistible, me dediqué a la foto y a mi productora RG Studios. Trabajo con otros artistas a nivel visual; por ejemplo, hicimos el video de Yuri y Carlos Rivera, de Ragazzi cuando regresó y el último visual para el disco de Aleks Syntek. También me dedico a la foto fija, soy fotógrafo desde hace 25 años. Esperé a que se dieran las cosas, y ahora que hay una tierra fértil para la música retro, estoy terminando mi nuevo álbum.
Platícanos de él...
Está maravilloso. Me tiene muy emocionado porque es una lo cura que traía en la cabeza desde hace mucho tiempo. Bonita es el primer sencillo con el que vamos, pero el segundo es total- mente otra cosa; vienen géneros muy distintos, hasta de trío, pero a mi estilo. Está también una canción de Alberto Cortés, En un rincón del alma, y traigo tres composiciones inéditas mías. El álbum también será muy interactivo con las personas, a los fans se les irán diciendo los temas para ver cuál escogen y se produzca el video. Es como darle un refresh a la música.
Será algo muy variado...
Sí. Un amigo me dijo: “Si no le pegas con esto es porque de veras... Si no es Chana es Juana”. Pero no lo estoy haciendo por eso, la realidad es que se me hace interesante meter cada tema a un mundo distinto; por ejemplo, Bonita, de Luis Arcaraz, era de finales de los cuarenta; el de Alberto Cortés ya tiene muchos años... Pero eso es lo bonito, tiene muchos matices y eso me da pie para la parte creativa de los estilos y no encasillarlos, aunque la bronca va a ser el show, porque un vestuario no va a quedar con todos los temas.
“MÁS VALE VIVIR LA VIDA SOBRIO”
Y tocando el pasado, ¿qué tanto te afectó que se te haya involucrado en la muerte de tu novia, Paola López? A nivel personal sí te pega, pero también creo que todo es para bien. En la vida tienes dos caminos: o lo ves para mal o para bien, y yo siempre busco lo bueno.
¿Qué fue lo bueno?
Recapacité sobre muchas cosas, corregí muchas cosas de mi vida, de excesos... Ahora llevo una vida mucho más tranquila y he aprendido a disfrutar el día a día, el hoy, porque no sabemos si vamos a estar mañana en este plano.
A mí me enseñó la experiencia de Pao que no podemos ir de un momento a otro; ella tenía que partir a un lugar distinto, porque al final del día te vas cuando te tienes que ir. A raíz de eso imparto a los jóvenes unos cursos llamados Potencial humano. Cuando te pega algo duro siempre es para aportar y decirle a la gente: “Sí pasan cosas. Cuídate mucho, vete por la derecha. Más vale vivir la vida sobrio y tranquilo y no arriesgarte”.
Hablas de excesos, ¿en cuáles caíste?
Yo tomaba mucho, era muy fiestero, me desvelaba, y eso te va minando. No me da pena decirlo, porque al final es lo que hablo con los jóvenes.
¿Consumías drogas?
No, nunca fui tanto de eso, más bien de alcohol, aunque al final es una droga, pero permitida.
¿Tuviste que realizar alguna rehabilitación?
No, realmente no era tanto. Lo que tenía era el hábito de evadir una realidad que no me gustaba.
¿Qué era lo que no te gustaba?
Muchas cosas. Cuando la persona deja de valorar lo que realmente importa se desfasa a nivel espiritual y mental, entonces, lo que sucede es que acabas creyendo que tu trabajo y tu entorno no te gustan tanto, pero al final nosotros somos responsables de nuestra realidad. Lo que me sucedió es que tenía una falta de identidad, no encontraba el para qué estaba haciendo las cosas. El medio y la música son hermosos, pero no lo estaba entendiendo. Ahora vivo tranquilo, pleno y en paz; muchas veces hay que to- car fondo para entender.
¿Al final, en qué acabó la investigación sobre la muerte de tu novia?
Ya está cerrado el caso y yo absuelto de todo. Yo siempre estuve a disposición porque, como dicen, “el que nada debe, nada teme”. Se manejaron informaciones amarillistas para vender revistas, como suele pasar, pero tampoco estoy resentido con nadie. Yo nunca me oculté de nada y se aclaró que nada tuve que ver. Sí estuve presente, pero es como cuando pasa un accidente y al final tienes que dar la cara y una declaración, ni modo que digas: “Ya me voy a mi casa”, pero la realidad es que eso se acabó hace año y medio. El proceso como persona es lo más importante; lo legal tienes que dar cuentas ante el mundo, pero también tienes que dar cuentas contigo y con Dios.
¿Ahora tienes novia?
Sí, se llama Valentina Magaña, ya llevamos año y medio. Ella es actriz, está empezando, ha hecho teatro y cortometrajes. No porque sea mi pareja, pero es una superactriz y apenas estrena una obra llamada Ruleta, en Art House, en la colonia Roma. Aparte es psicóloga, entonces nos entendemos muy bien por ese lado ahora que doy mis pláticas.
¿Cómo la conociste?
Me la presentó un amigo y es una chava muy linda, cariñosa; es más chica que yo, tiene 25 años y yo cuarenta y pico, pero a pesar de la diferencia de edad nos llevamos muy bien. Yo ya me salí de esos parámetros y le digo a la gente lo mismo: no se claven en los parámetros de las cosas, sean felices; venimos al mundo a ser felices.