La oficina de Jacobo en Grupo Radio Centro continúa intacta
El pasado 2 de julio, la inesperada noticia de que Jacobo Zabludovsky había muerto sacudióal país; entre las preguntas que se hacían ese día salía una a flote: ¿qué pasaría con su programa de radio? La respuesta se dio en la tarde, cuando de 1 a 3, horario en el que según Jacobo pasaba todo lo importante, fue enterrado el locutor mientras la señal de Grupo Radio Centro transmitía en vivo el legado del periodista en la voz de Juan Francisco Castañeda, quien nos concedió una emotiva entrevista.
¿Cuál ha sido la mejor enseñanza?
Sin duda, diario se le aprendía a Jacobo, fueron poquito más de 36 años los que estuve trabajando con Sigue el legado él; aprendí disciplina, respeto por el trabajo, amor por la carera, pero sobre todo, trabajar para el auditorio.Él siempre se dijo reportero, y yo me siento uno también; lo más importante es el auditorio, darle lo que merece y que esté bien informado para que sea la propia gente la que decida al respecto de una noticia y se cree su propio criterio.
El día que estaban enterrando a Jacobo, De 1 a 3 se transmitió con normalidad...
Sí, nosotros nos enteramos desde muy temprano, yo pude hablar con Sarita, su esposa, me dio la noticia y se la tuve que confirmar a todo el equipo; estábamos desencajados, tristes, y obviamente era una noticia que nunca quisimos dar, pero como él nos enseñó, lo importante son las noticias, no quien las da. El día de su partida también teníamos que informar.
El último día que Jacobo estuvo en cabina, ¿se despidió de manera especial?
Es muy curioso, no sólo fue el tango con el que cerramos el programa ese día, que se trataba de una clara despedida; ese lunes hizo algo muy raro, dio la fecha del día como si tratara de decir de alguna manera que sería importante, él nunca lo hacía y para mí fue muy significativo.
¿Ya estaba enfermo?
Pues estaba haciendo un esfuerzo impresionante, se le notaba cansado y transmitió normal, con sus audífonos puestos en la cabeza, aguantando hasta el final, le dio énfasis al tango y lo despedimos como siempre; ese día fue el último que lo vimos.
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