Diego Schoening nos cuenta todo lo que pasó antes de su cirugía de rodilla
TEXTO Y FOTOS: Mónica Mendoza Diego Schoening se encontraba en medio de una exitosa gira con Timbiriche, pero lo que muchos fans desconocían es que el cantante aguantaba un dolor de rodillas que llevó a los médicos a operar lo más pronto posible para evitar más daños. Ha sido un año de muchas pruebas para él y su esposa, Mónica Vélez, pero que parece terminar muy bien para la familia. Nos encontramos con ambos en las afueras de su hogar en el sur de la Florida dos días después de su cirugía. Aunque reconoce sentir dolor, mantiene la actitud positiva con que siempre lo hemos visto. “FUE MUCHO TIEMPO DE DOLOR” Nos dijeron que eres un buen paciente... Soy impaciente, pero soy buen paciente. ¿Cómo la estás llevando? Leve, tranquilo. Fue demasiado tiempo de dolor. Fueron tres meses más o menos de que ya tenía el problema, y las últimas dos semanas antes de la operación, ya fue. ¿Te fuiste sin autorización médica? No. De hecho, fue al contrario: el doctor fue quien me dijo: “Vete. Nada más te voy a mandar sin calmantes, sin ningún tipo de medicina para el dolor. No vas a tomar Ibuprofeno porque tienes el mismo problema que los jugadores de americano y hockey”. Si hacía que me sintiera bien sabía que me iba a querer pasar y algo peor podía suceder. ¿Y qué pasó? De hecho, estando en la gira tuvimos cuatro fechas: Guadalajara, Tuxtla, Villahermosa y Oaxaca. Llegamos a Guadalajara y todo bien, con dolor, pero lo hice lo mejor posible. En Oaxaca empezó a haber más molestia; sin embargo, no podía tomar nada porque, además, ya estábamos en la semana en que iba a regresar para poder operarme. Todo fue muy extraño y rápido. De repente, un día regresé y le dije a mi mujer: “Traigo demasiado dolor”. Mi hija tenía cita con su ortopedista porque sufrió un accidente y requirió tres cirugías, pues tenía problemas y dolores en la rodilla. Cuando la llevamos a la consulta, le conté al ortopedista lo que estaba sintiendo, me recomendó que le llamara a un amigo para ir a verlo. ¿Cuál fue el su diagnóstico? Cuando llegué a verlo, sólo con el tacto me dijo que tenía problemas, pero que no podía adelantarse a nada sin hacer una resonancia magnética. Le conté que debía irme a la gira 10 días, pero que llevaba demasiado tiempo con ese dolor. Me pidió que no me preocupara, que íbamos a hacerlo lo antes posible. La secretaria me consiguió una resonancia magnética días antes de irme de gira. El lunes me fui a la primera cita, a las 6 de la mañana ya estaba en el hospital haciéndome la resonancia magnética. Lo más extraño es que me habían dado cita para el miércoles para ver al doctor, quien me dijo que necesitaba verme el martes o lo antes posible. El asunto ya no me empezó a gustar. Me citaron el martes a las 3 de la tarde. La verdad, no quería operarme; entre la gira y lo demás estaba muy nervioso, de mal humor, enojado porque ya a principios de año había pasado por una operación por una oclusión intestinal que fue de emergencia. Entonces dije: “Otra operación más las de mi hija...”. Estaba, ya sabrán... ¡Sentía que era una burla! “SENTÍA QUE ME TALADRABAN LA RODILLA” ¿Qué tan grave resultó? Cuando llegó el doctor me dijo que le habían llegado los resultados de la resonancia magnética y que veía algo en la rótula, también en el menisco, “pero mira, no hay mucho qué hacer más que entrar y quitar lo que está mal”. Me dijo que no me podía ver la siguiente semana y yo le dije que yo tampoco por mi gira, entonces quedamos en que estaba perfecto, sólo me dijo que me iba a mandar sin nada. Me comentó que si me llegaba a sentir bien con el hielo o con el calor, y además con los medicamentos, iba a hacer mi vida normal, un show normal e iba a querer sentirme Superman, y de alguna manera tenía mucha razón. Él se metió en internet y vio todo lo que ha- cía, hizo su investigación, por lo que me dijo que iba a tener el problema de los jugadores, que si me sentía bien, iba a querer hacer el partido completo, entonces no me iba a medicar, porque en lugar de ayudarme me iba a perjudicar. Yo decidí hacerle caso, llegamos a Guadalajara y sentía dolor, pero era constante, como si te estuvieran taladrando en la rodilla todo el tiempo, y a veces era como si me pusieran un clavo adentro con electricidad, entonces de repente iba caminando y no lo podía soportar; me acuerdo y duele. ¿Te mandaron zapatos especiales? No, lo único que me pide es usar tenis, tratando que tenga el mayor soporte posible. No Converse, pero todo lo demás que tenga soporte y que no pesen mucho. ¿Cómo te fue en la gira? Empezamos en Guadalajara y medio lo sobrellevé; se veía que tenía dolor, pero entre subidas y bajadas, pasa. Nos fuimos a Oaxaca, ahí la pasé un poco mal; sin embargo, como los grandes, terminamos el show. Llegamos a Tuxtla y cometí el error de decir “me siento muy bien”, y de repente estaba en la canción Tu amor estaba escrito, se me olvidó y dejé el pie puesto en el piso y volteé; sentí literal el crack, como cuando te pegan en la nariz, que no quieres llorar, pero no paras de hacerlo, ya era involuntario. Nadie me decía nada, sólo me miraban con cara de “¡qué paso!”. Me fui cojeando a la parte de atrás, no sé ni qué cara traía, que apenas llegué, estaba uno de los jefes de seguridad con una bolsa de hielo; me la puso, llegó Enrique San Martín, quien me hace el vestuario, a darme masajes y yo no paraba de llorar, era ya involuntario, la rodilla se me puso como un marrano.No sé ni cómo salía las canciones que me hacían falta, terminamos el show y nos fuimos a Villahermosa. Gracias a Dios era un palenque, entonces era mucho más pequeño, el público estaba espectacular, nos recibieron con los brazos abiertos, fue maravilloso. En redes sociales me escribían dándome las gracias por haber ido y que me veían muy adolorido por la rodilla, pero que esperaban que estuviera mejor. ¿Fue complicado? Al doctor le dicen “Speedy González”; entré al quirófano, y a los 15 minutos le dijo a mi esposa que ya estaba; ella pensó que me había cortado la pierna. Al parecer, el doctor encontró que el cartílago de la rodilla estaba crecido y tenía un poco de artritis, entonces tuvo que quitar esa parte, que al estar crecido estaba lastimando el menisco; arregló un poco de todo. Ese mismo día me mandó a casa y me dijo que no me iba a poner prescripciones, que aguantara como los machos; ya después de haber aguantado tres meses, le dije que ahora sí me tenía que mandar analgésicos. Me mandó cosas fuertes y ni así he podido dormir. ¿Cuánto tiempo tienes que estar con hielo en la rodilla y con las muletas? El hielo debe ser la mayor parte del tiempo, las muletas me las dieron después de la cirugía, más que nada para el balance, porque vienes de traer la anestesia, y un mal paso o algo puede ser perjudicial, entonces me dijeron que uno o dos días. “LA MEJOR ESCUELA HA SIDO MI HIJA” ¿Cuándo empezaste con la rehabilitación? El 7 de noviembre. Son tres semanas de recuperación y seis meses de rehabilitación. ¿Cómo le estás haciendo con tus compromisos ya programados? Por lo menos en tres semanas no hay nada, por eso le pedí al doctor que era super necesario que fuese en los primeros días de noviembre para poder tener las tres semanas reales de recuperación y empezar la rehabilitación que puede ser cada tres días o dos, hasta una vez a la semana. Eso me permite perfecto poder acomodar las sesiones para poder ir de gira, más ahora que se exten- dió hasta finales de marzo. Estamos viendo qué fechas van a ser para poder acomodar todas y las que faltan hasta el 31 de diciembre. ¿Moraleja de todo lo que te ha pasado? No te quejes y sigue adelante.