EDGAR VIVAR aplaude que la actriz se desprendiera del clásico melodrama con su rol en CITA A CIEGAS
TEXTO: NAYIB CANAÁN FOTOS: JAVIER ARELLANO, CORTESÍA, ARCHIVO
Fue la bondad y la generosidad en el set de Cita a ciegas, pero ahora, Edgar Vivar se despide de Homero, su personaje en la telenovela producida por Pedro Ortíz de Pinedo que transmite las estrellas en las tardes. Durante cinco meses, el primer actor de 74 años disfrutó de una historia que lo llevó a otro extremo; esta vez no sacó lágrimas siendo el confidente de la protagonista, más bien, se encargó de ponerle la alegría a Entre nos, la revista que en la ficción es el punto de encuentro de los personajes que dieron vida a este proyecto. “NUNCA HABÍA HECHO TELENOVELA DE COMEDIA” Se despide de un personaje que no resultó nada ajeno para usted porque manejó de principio a fin la comedia, ¿se sintió como pez en el agua? Bueno, en telenovelas nunca había hecho comedia, y esta, aparte de tener un fondo romántico, lleva consigo un tono muy ligero de comedia, eso fue lo que le dio un plus al proyecto. Me gustó mucho porque es igual de disfrutable que un melodrama convencional. Yo disfruto mi trabajo, aunque sólo hago los que me gustan. ¿Por qué no lo habíamos visto haciendo telenovelas con corte de comedia? Yo soy actor, y creo que la versatilidad es una condición que debemos reunir. El enfocarse en un solo género puede dar cierto prestigio, cierta proyección, pero debemos ser capaces de hacer todo. Como ejemplo está Victoria Ruffo, la habíamos visto siempre siendo protagonista sufrida, ahora dio el paso a otro formato. Es que ella es buena actriz, nosotros hicimos Los Fantásticos, una hermosa comedia musical y ella lo maneja muy bien. ¿Como espectador también disfrutó viéndola en otra faceta? Sí, ha sido una forma diferente de presentarse al público, y aunque el personaje fue un poco villano, salió muy bien librado. Eso lo agradece el público. Con tantos años en esto, ¿usted se ha arrepentido de no haber aceptado un personaje? No, realmente me ha dado envidia de que no me hayan ofrecido algún proyecto (risas). Cuando me ofrecen un papel lo analizo, lo digiero, lo leo, y si le veo posibilidad, lo acepto.
¿Cuál fue el toque personal que usted le dio a Homero en Cita a ciegas? Fue un personaje intrínsecamente bueno, con una sabiduría popular que le ha dado la vida. Aunque no tiene formación académica, posee un sentido de la honestidad, de la justicia, innato. Él quizá no tenga escolaridad, pero conoce mucho de la condición humana, por eso sabe tratar a cada quien, sabe las capacidades y debilidades. “SER DIFERENTES NOS VUELVE VULNERABLES” Entonces, dignifica a quienes se han formado en la llamada universidad de la vida... ¡Exactamente! Esta gente tiene otra perspectiva más certera de la vida, tiene otros valores... Además, Homero siempre está buscando la manera de mejorar, fue un personaje aspiracional. ¿Cómo ha visto el trabajo de Sofía Garza, quien fue el lanzamiento de este proyecto? Es sorprendente lo que ha hecho, yo tenía antecedentes de ella porque fui a hacer una película en Monterrey y ella es de allá. La gente me dio muy buena referencia, y ahora veo que es una muchacha que tiene madera, tiene la disponibilidad y la sensibilidad para poder abarcar toda esta gama de sentimientos que se necesitan en personajes como el de ella, una mujer que sufre de acoso, de bullying, con el enemigo en casa, su propia madre, quien la hostiga y no le tiene fe. Pero ella al final rescata su autoestima. ¿Pasó usted por alguna situación como la de Lucía? Sí, igual que todo el mundo. Creo que de alguna forma, el ser diferente en alguna etapa de la vida nos vuelve un individuo vulnerable, y la inconsciencia que te da la juventud nos afecta. Es muy común que los niños señalen a todo aquel que es diferente, quizá no por maldad, sino por inconsciencia. Esto es todo un tema de sufrimiento, de malestar. Es una batalla personal, y cada quien la libra como puede.
Además de Cita a ciegas, ¿a qué se ha dedicado? Acabo de terminar una película, se llama Poderoso Victoria, y se filmó en Durango, Jalisco y Zacatecas, una producción independiente con un presupuesto muy alto, más de 36 millones de pesos, con un tema muy bonito, un tipo de cine que hace falta... ¿Se ha llegado a cansar de tanto trabajo? Sí me canso, pero disfruto mucho lo que hago. Hago telenovelas, cine, teatro y es lo que más me apasiona, aunque haga malabares para estar en todo.