EDUARDO VERÁSTEGUI mantiene el deseo de casarse y tener hijos
TEXTO: NAYIB CANAÁN FOTOS: RUBÉN ESPINOSA, WEB
Alejado de las telenovelas, Eduardo Verástegui continúa trabajando incansablemente en el mundo de espectáculo, aunque como productor y actor de películas. Tiene 45 años y no pierde el deseo de formar una familia con esa media naranja que aún no ha llegado. En plena promoción de Inesperado, cinta que trata el tema del aborto, el galán de finales de los 90 cuenta a TVyNovelas cómo transcurre su vida en estos momentos y de qué manera quiere seguir sirviendo a la sociedad. “EL VERDADERO HOMBRE DEFIENDE LA DIGNIDAD DE LA MUJER” Estrenas una película sobre el aborto en un momento crucial para distintas sociedades del mundo, ¿cómo decidiste arriesgarte con este tema tan polémico? Creo que cuando tienes tus convicciones muy claras y sólidas, involucrándote en proyectos que te apasionan, independientemente de que sean populares o no, es muy válido todo lo que hagas. Esta película es un tema real, es la historia de una amiga, Abby Johnson, y tiene un mensaje poderoso, promujer, provida y profamilia. Yo les garantizo que después de ver la cinta no serán las mismas personas. Creo que el aborto es un tema del que no se está informando y formando actualmente, sobre todo a los jóvenes. Yo estoy a favor de los derechos de la mujer, soy feminista porque amo a la mujer, amo lo que la mujer puede dar, luz y vida. Amo a mi madre, a mis hermanas, a mis tías, mis primas, mis amigas... Dices que eres feminista, pero, ¿nunca fuiste machista? Sí, claro, obviamente. Uno crece influenciado por una cultura en la que nos dicen que ser hombre significa tal cosa, esto o lo otro. Para muchos, entre más mujeres tengas, más novias, eres más masculino, más hombre. ¡Y eso es una mentira! Creo que el verdadero hombre defiende la dignidad de la mujer, la protege, la apoya, la ayuda en su proyecto de vida y se suma. ¿Apoyando estas causas te has vuelto un hombre más sensible? Todos los temas que más me tocan el corazón son aquellos en los que las personas vulnerables no tienen un micrófono, y ahí es donde quiero usar el arte como un medio poderoso para ser la voz de aquellos que no la tienen. ¿Qué has logrado entonces a través de la fama? Hay un episodio que marcó mi vida para siempre. Fue en el 2005, yo me encontraba en Los Ángeles, preparándome para mi personaje de José en la película Bella, entonces, para entender este rol fui a una clínica en las que practicaban abortos y conocí a una joven que me seguía por la telenovela Soñadoras, era de Puebla y se llamaba Lorena. Me pidió un autógrafo y una foto, pero le dije que se lo daba si me regalaba cinco minutos. Luego, ese tiempo se convirtió en una hora, y ella perdió la cita. Tenía cuatro meses de embarazo y me propuse ayudarla, le di mi teléfono y le dejé una persona encargada para que le diera seguimiento. A los meses nació el niño y le pusieron mi nombre. “ME ENCANTARÍA SER PAPÁ” ¿Te conmovió? Sí, por supuesto. Hasta me sentí un héroe. Lo triste de esta historia es que el bebé murió en un accidente doméstico, se ahogó con la leche materna. Obviamente me puse muy triste, me deprimí, y luego entendí que el niño había cumplido con una misión en mi vida.
¿Estos episodios no te han despertado el instinto paterno? ¡Claro! Me encantaría, es un deseo natural, humano... Quiero casarme, formar una familia y tener hijos, pero eso está fuera de mis manos, no depende de mí al cien por ciento, porque casarte por casarte no estaría bien. El matrimonio es una vocación, es un llamado que se tiene que dar entre dos. He estado muy dedicado a mi carrera, que ha sido como una especie de matrimonio, le he entregado mi vida, siempre con los ojos abiertos, a ver si en un momento conozco a mi media naranja, a la mujer a la que le quisiera dar todo, crecer juntos y establecer un proyecto de vida. ¿Lo has intentado en el amor? Sí, de pronto hubo un par de ocasiones en las que estuve cerca, pero no era, ni yo para ellas, ni ellas para mí. No se dio por razones distintas, de carrera, de personalidad. Yo tengo un trabajo complicado, viajo mucho, aunque eso después se podría adaptar a la situación del presente; el amor todo lo acomoda. Pero sigo soltero, no se ha dado esa oportunidad. Si está en los planes de Dios, pues sería feliz. NO EXTRAÑA LAS TELENOVELAS Entonces, si te casas sería por amor y no por la presión social... Obviamente. Si no, sería una tragedia. El matrimonio es una vocación de servicio, de entregar tu vida a tu familia. Tiene que haber amor... ¿Tampoco hay prisa por los hijos? ¡No! Y si no se da no me frustraría. Me frustra más no trabajar en lo que me toca hacer, me frustra cuando no escucho mi llamado del día, me frustro cuando a veces las cosas no salen como yo quiero, pero ya eso es vanidad y soberbia. Mi misión en la vida es convertirme en el mejor ser humano posible y alcanzar mi máximo potencial. Y esa es una tarea de todos los días. Por eso le digo a los jóvenes que nuestros sueños, si no van en línea con la misión por la que fueron creados, pueden convertirse en sus peores enemigos. [
ulmpw[/embed] En 2020 se cumplen dos décadas de tu retiro en las telenovelas; la última fue Tres mujeres, para esa época ibas rumbo a ser el galán del nuevo milenio. ¿Te gustaría regresar a los foros? No. Para nada, estoy feliz haciendo lo que estoy haciendo. Estoy contento, emocionado de levantarme y hacer lo que me apasiona. Le entrego mi vida a las películas con conciencia. ¿Mantienes relación con colegas de tu generación: Jan, Arath de la Torre, Aracely Arámbula, Angélica Vale...? Con algunos sí, aunque es imposible darle seguimiento a las amistades, ya que todo mundo está en lo suyo, ocupado. Yo vivo entre México, Miami y Los Ángeles, viajando mucho. Esta carrera es muy solitaria a veces, pese a que mucha gente te rodea. Es el precio que uno tiene que pagar. En ocasiones hay vacíos que se llenan con los frutos de diversos proyectos que emprendemos.