Aunque su vida estuvo en riesgo por cáncer, el albacea GUILLERMO POUS vela por patrimonio del cantante
TEXTO: MARÍA DE JESÚS CANDEDO • FOTOGRAFÍAS: CORTESÍA, ARCHIVO • DISEÑO: JOSÉ ROQUE GUTIÉRREZ DEL ROSARIO
Juan Gabriel nombró en vida como abogado y defensor de sus bienes y legado, tanto musical como patrimonial, a Guillermo Pous. El Divo de Juárez siempre confió en el letrado, cuya responsabilidad es cabalmente llevada, aunque recién tuviera que defender el patrimonio desde una cama de hospital en la que lidió con un cáncer de faringe inoperable. Pese a la adversidad, sigue cumpliendo con su compromiso.
“TENÍA UN TUMOR EN LA BASE DE LA LENGUA”
¿Qué pasó con su salud? Me diagnosticaron cáncer a mediados de octubre pasado. Me sometí a estudios de inmediato, consulté a los médicos y tomé decisiones rápidas. Inicié tratamiento cuanto antes, y recién lo terminé en diciembre. ¿Contra qué tipo de cáncer tuvo que luchar? Tenía un tumor en la laringe fase cuatro, alojado en la base de la lengua; entonces, el tratamiento fue demasiado agresivo, porque no es operable. Tuve que ser tratado con radiaciones y quimioterapias.
¿Por qué no era operable? Había muy poco espacio; si optaba por eso, se tenía que dislocar la mandíbula para entrar, abrir y extirpar, una total complicación. Por eso no son operables, como en muchos otros casos. Sólo pude ocupar una fase larga y muy agresiva de radioterapia. Fue absolutamente desgastante, y hubo varias complicaciones en el proceso. Agradezco una gran lección de vida, un gran momento de aprendizaje y una nueva forma de ver las cosas. ¿Cómo fue verse cara a cara con el cáncer? Nunca quise esconderme. Sólo estuve aislado de los medios durante mi proceso. No acudí a algunos eventos a los que tenía que ir, porque evidentemente no tenía una condición impecable. No acudí a la asamblea de la SACM (Sociedad de Autores y Compositores de México), todo lo hice a través de terceros; obviamente, todo protocolizado para que fuera válido. Hubo otras cosas más que pude trabajar cuando mi condición de salud y el cuerpo me lo permitían.
“GANÉ DOS ASUNTOS ESTANDO EN EL HOSPITAL”
¿Hay algo que lo haga sentir orgulloso durante este proceso? Sí, a pesar de eso, avanzamos bastante en asuntos que son de lo más trascendentes en este momento. Pude, incluso, ganar dos estando en el hospital, lo cual, honestamente, me da muchísima felicidad. ¿Qué pudo arreglar estando en cama? Estando internado, en medio de radiaciones y quimioterapias, ganamos el asunto de Pablo Aguilera, ya con una resolución judicial que lo obliga a entregarnos las propiedades de Parácuaro, aunque por ahora esté detenido y no se ha podido cumplir por la condición sanitaria del país. Estoy bien contento. Todo esto fue un gran aprendizaje de vida.
Y el otro caso, ¿de qué trató? Ganamos la denuncia penal iniciada en contra del hotel y de la dueña en Quintana Roo, quienes retenían las posesiones de don Alberto. A través de un operativo que implementamos, nos devolvieron la gran mayoría de las cosas; hubo algunas desapariciones, no todo estaba y no todo se encontró como debía, pero la gran mayoría, y lo más trascendente, se logró recuperar. Para nosotros ya es ahora un tema cerrado. ¿En qué va el tema de Joaquín Muñoz? Ya se le notificó de la demanda legal, y él ya contestó; desecharon un par de cosas absurdas que pidió. Hubo una audiencia en la que yo tenía que comparecer, pero no era indispensable, y la omití por temas evidentes de salud. ¿Y con Silvia Urquidi? Después de comportarse como una mujer estelar en los reflectores y en la prensa, se escondió para que no la notificáramos. Al final quedó debidamente emplazada judicialmente.
“ESTOY CIEN POR CIENTO LIBRE DE CÁNCER”
¿Cómo se divide para defender el legado de Juan Gabriel por encima de su salud? Hay que cuidar un legado importante. Afortunadamente tengo un gran equipo de profesionales que me ayudan en el despacho y, obviamente, no perder el ánimo. Estoy agradecido con todos, porque solo hubiera sido imposible. Respecto al cáncer, ¿podemos decir que ya la libró? Sí, afortunadamente. Aunque haya sido un tema complicado, cuando terminé el tratamiento tuvieron que pasar dos meses para desintoxicarme un poco y me hicieran todos los estudios y análisis, y afortunadamente todos los estudios salieron favorables. Estoy cien por ciento libre de cáncer. Sabemos que no le gusta hablar de su vida personal, pero ahora lo vale, ¿no? Completamente. Puedo decir que el éxito que estoy viviendo en este momento fue gracias a mi familia y a los cariñosos cuidados que me dieron.