ESTEFANÍA AHUMADA se destaca como actriz en Por amar sin ley interpretando a una ambiciosa mujer capaz de todo por dinero
Texto: Nayb Canaán Fotos: José Luis Ramos, Javier Arellano
Después de Pequeños Gigantes, Estefanía Ahumada se quedó en la pantalla de las estrellas, pero en un rol bastante distinto al que desempeñaba en el reality show dominical. La española conquista ahora con su actuación en Por amar sin ley, protagonizando un caso basado en la vida real que ha dado mucho de qué hablar en el público. Con 27 años, la artista se plantea un largo camino en el medio del entretenimiento mexicano, por lo que se alista para alcanzar su más grande sueño: el primer crédito en una telenovela de esas que recorren el mundo entero. Además, pronto dará una sorpresa. “VAMOS PASO A PASO, TOCANDO PUERTAS” Te vimos hace poco en un programa de corte infantil, y de pronto sorprendes protagonizando un polémico caso en Por amar sin ley... Como actriz soy capaz de interpretar cualquier personaje que me asignen, entonces sí, es un reto distinto. A mí me encanta trabajar con niños porque me inyectan vida, pero también agradezco que lleguen a mi vida oportunidades como la de Por amar sin ley. ¿Cómo defines la experiencia de trabajar de la mano de José Alberto “El Güero” Castro? La oportunidad que me dio él de poder estar en una producción tan bella fue muy gratificante. Imagínense que me tocó grabar en Los Cabos y yo le decía: “¡Contrátame más!”. Es que fue increíble, mis compañeros, espectaculares. Por algo el Güero es el gran productor que es, porque las historias que cuenta son fantásticas. ¿Luego de este pequeño personaje buscarás oportunidades mayores? ¡Exacto! Mi sueño es obtener un protagónico y ganar más espacios en lo que amo: la actuación. Pero ahí vamos, paso a paso, tocando puertas.
¿De qué forma te preparas en ese camino hacia un protagónico? Estudio actuación desde los 17 años, alrededor de cinco en México. Yo estudié en el CEA; en Londres... Hasta perdí la cuenta de la cantidad de cursos que he hecho. Yo siempre me estoy preparando, en mi casa hago mis monólogos, y cuando puedo voy a talleres. “MI ACENTO NO ES UNA LIMITANTE” Entonces, ¿sientes que ya estás lista para tu primer estelar? Sí, claro, por supuesto (risas). En la vida siempre estás en constante aprendizaje, y si pierdes la capacidad de asombro te aburres. Pero sí me siento lista, porque he hecho bastante roles que me han ido formando. ¿El acento no será una limitante? No, es que quien ha visto mi trabajo sabe que puedo neutralizar mi acento perfectamente. Entonces, por eso no hay problema, no es una limitante a la hora de trabajar. Aquí tenemos a una Paz Vega, y eso es una apertura para los españoles; al final, todos hablamos el mismo idioma. Interpretas a una mujer muy ambiciosa en Por amar sin ley, ¿tienes algo de ella? Quizá rescato de ella el coraje que tiene para hacer las cosas. Soy una mujer con mucha garra, pero ella llega más lejos de lo que yo podría llegar. Siento que cada persona es un mundo, y también hay que comprender a los personajes. Para obtener ese protagónico que anhelas necesitas parte de esa ambición, ¿estás de acuerdo? Un poco. Es que la ambición no es mala si está bien canalizada. Entonces, tal vez mi personaje lo canalizó mal, la repercusión que tuvo fue un juicio. En mi caso, controlo la ambición con mi psicóloga, y estoy clara en que nunca pasaría por encima de nadie.
“EXTRAÑAR A VECES HACE DAÑO” Grabaste también algunos capítulos de El dragón, ¿qué rol desempeñaste? Casualmente, también hago a una mujer ambiciosa (risas). Creo que me persiguen. Ella es poco desequilibrada, hará que Sebastián Rulli la pase mal. Lo seducirá y él estará entre la espada y la pared. La historia es una de las más esperadas de este año... Es que es maravillosa, El dragón está hecha a lo grande, la producción es muy buena. Carlos Bardasano ha hecho un supertrabajo. Desde el primer capítulo la gente quedará enganchada. ¿Cada cuánto tiempo vas a España? Ya no voy tanto porque tengo mucho trabajo. Y tampoco extraño, soy una mujer que se adapta muy bien, y extrañar a veces hace daño. “LE DIJE A SEBASTIÁN RULLI QUE LO AMABA” Justamente, este año ha representado mucho trabajo, ¿no te cansas? ¡No! Yo estoy feliz, y además agradezco mucho cada vez que empiezo un trabajo, pues todos estamos luchando por esto. No es fácil tener un trabajo actoral o de conducción. ¿Ese interés por pertenecer al espectáculo mexicano ha sido de siempre? Sí. Bueno, yo amaba a Bárbara Mori y a Sebastián Rulli por Rubí. La primera vez que vi a Rulli no lo podía creer, y luego el destino me llevó a trabajar con él en la telenovela Papá a toda madre. Ese es el poder de la mente. ¿Le llegaste a decir a Sebastián Rulli cuánto lo admirabas? ¡Claro que sí! Yo en modo fan le dije que lo amaba. O sea, tan guapo, me enamoré (risas).