Tras cuatro meses sin poder ver a Eros, la Chica Dorada permitió a Gerardo Bazúa convivir con el pequeño en Miami
TEXTO: Alonso Collantes FOTOS: Luis Fernández, Grosby Group, Suelta las sopa, Archivo Al parecer, el llamado desesperado que hizo público Gerardo Bazúa en redes sociales por no poder ver a su hijo, Eros, dio resultado. En su mensaje, el cantante exteriorizó la impotencia y rabia que le provocaba la actitud de Paulina Rubio al no permitirle compartir visitas con el pequeño de dos años, fruto de la relación que sostuvieron desde 2013 tras conocerse en el programa La Voz... México. Aquí el mensaje a su hijo: “Eros, llevo más de cuatro meses suave y sutilmente esperando saber de ti, pues tu mamá está desaparecida, como si yo, tu padre, hubiera muerto. Eso por el momento no lo sabes tú, pero tu mamá sí lo sabe”, denunciaba el cantante en su cuenta de Instagram. Y agregó: “Haciendo las cosas pacíficamente no ha funcionado nada, para variar, pues no es la primera vez que tu mamá lo hace. Sólo te escribo para que sepas que todos y cada uno de los días pienso en ti y en cuánto te extraño y te amo”. En ese entonces, Paulina Rubio se encontraba en España por motivos laborales y finiquitando su próxima participación como coach de un popular programa de concurso de canto; por ello, el mensaje del cantante hacía alusión a ese episodio y terminaba de esta manera: “Ahora sé que estás en España y me entero por medios de comunicación. Para mí no es justo no saber con quién duermes, qué haces y cómo te encuentras de salud. Tengo nula comunicación con nadie para saber de ti. Pero, ¡créeme! Pronto estaremos juntos”. A las pocas horas, él mismo borró el mensaje de su cuenta, pero la inmediatez de las plataformas sociales esparció la noticia y fue replicado por todos los medios de comunicación. Después de esos momentos de angustia, Bazúa llegó decidido a Miami en busca de su hijo, y tras su llegada fue captado en exclusiva por TVyNovelas en el aeropuerto. Durante la entrevista, Jerry Bazúa nos confirmó que tenía todas las intenciones de reencontrarse con el menor y así fue.
LO CONSIGUIÓ. Luego de pasar momentos de angustia, Gerardo Bazúa pudo volver a ver a su hijo en Miami.
RECUPERANDO EL TIEMPO PERDIDO El emotivo reencuentro entre Gerardo Bazúa y el pequeño Eros se dio por tres días. Los paparazzi capturaron los momentos en que el cantante no cabía de felicidad al compartir con su hijo paseos en el parque, días de playa, almuerzos y calidad de tiempo que ayudan a consolidar sus lazos familiares. Durante esos días felices, Bazúa iba en busca de Eros a las 9 de la mañana y lo devolvía a su casa a las 6 de la tarde. Algunas salidas al parque eran supervisadas por tres nanas que trabajan en casa de Paulina, todo bajo una ambiente relajado y próspero para el niño.
TODOS FELICES. El niño estuvo siempre bajo la supervisión de las nanas, ya que Paulina se encontraba de viaje.
SE REPITE LA HISTORIA Toda esta complicada situación y lucha por la sana convivencia entre Bazúa y su hijo nos remite a la historia que pasaron en su debido momento Paulina Rubio y su exesposo, Nicolás Vallejo-Nágera “Colate”, único hombre con el que la Chica Dorada ha llegado al altar. Recordemos que el empresario español y la intérprete de Mío se enfrascaron en una tediosa disputa legal que duró varios años por el hijo que tienen en común, Andrea Nicolás. Sus innumerables encuentros en la Corte de Familia de Miami discurrían entre resoluciones de jueces, mociones de emergencia, desacatos, incumplimiento de lo estipulado por la Corte e interminables líos legales que complicaban la convivencia con el pequeño que está a punto de cumplir ocho años. La historia parece repetirse, ya que la rutina de visitas y las fotos que ilustran el reencuentro de Bazúa con su hijo permiten hacer el comparativo en relación con lo que vivió Colate. Ambos han sufrido en carne propia el aislamiento familiar; tienen que ir a recoger a sus hijos a la misma casa, coordinar horarios de visita, lidiar con cláusulas en torno a la prensa con los niños, e incluso comparten sus días en el mismo parque que está situado muy cerca de la casa de Pau.