Su esposa maneja la marca de tequila del participante de ‘Bailando por un sueño’.
Apenas pisamos su hogar, y lo primero que salta a la vista son las pinturas que engalanan las paredes, y nos sorprendemos cuando el propio Fernando Allende nos comenta que son su creación.
La plática fluye en la sala de su casa mientras se escucha la batería que es tocada por su hijo menor, Adán, y así el participante de Bailando por un sueño nos habla del amor que siente por él y su primogénito, Elán, quien reside en Puerto Rico; además, nos comparte el secreto para mantener un matrimonio estable de casi tres décadas.
Cuéntanos, ¿cómo le has hecho para mantener una relación tan sólida?
Vamos a cumplir 28 años de casados; el secreto es aceptar a tu pareja tal y como es, no como quisieras que fuera, esa es la plataforma, y a partir de eso vienen la fidelidad, la comprensión, la entrega, el no dejarse vencer, confirmar que tu compromiso es para toda la vida, porque es muy fácil echarse para atrás ante cualquier problema.
¿Tu esposa, María, y tú han pasado por crisis?
No, lo normal, nunca hemos estado al borde del divorcio; hay situaciones que se dan en toda familia: cambios de opiniones, perspectivas diferentes, visiones distintas, pero somos individuos y vivimos en una sociedad democrática donde se le permite a las personas expresarse y hablar.
Seguramente, ahora con tus nietos estás cosechando lo que hiciste con tus hijos...
Sí, mi hijo mayor, Elán, de 24 años, me platica que recuerda cómo los educamos a él y a su hermano, y que ahora él está aplicando lo aprendido con los suyos, eso como padre es un gran orgullo, porque quiere decir que no sembraste en vano.
Tuviste una época dorada de mucho éxito y viajabas mucho, ¿cómo le hiciste para estar presente como papá?
Mis hijos nunca estuvieron solos, tuve la fortuna de contar con una maestra colombiana que les enseñó a hablar perfecto español y teníamos una dama de las islas del Caribe que hablaba perfecto inglés, así que viajábamos todos juntos, y aunque yo acababa en la madrugada, regresaba y veía a mis hijos, y ellos me enseñaban su trabajo de escuela, siempre tuve la fortuna de viajar con ellos.
Ahora, ¿a qué se dedica tu esposa?
Ella es contadora de profesión, tuvo una importadora de obras de arte y una galería, pero ahora maneja mi marca de tequilas, Valle Sagrado de Fernando Allende, que salió al mercado en 2013 y, por fortuna, nos ha ido muy bien.
¿Cómo es un día perfecto para Fernando Allende?
Nos gusta mucho estar en familia, prender la chimenea que tenemos en el patio y estar alrededor charlando; Adán saca la guitarra y canta, pero para mí todos los día son de fiesta, mi vida es una celebración, me vaya como me vaya, siempre despierto con alegría.
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