Yuri acepta que ha sufrido rumbo a su debut en Cats, pero no se raja; la acompañamos en su transformación felina
TEXTO: Liliana Lejarazu FOTOS: Octavio Lazcano Yuri celebra 40 años de exitosa trayectoria, y por primera vez se probará en el teatro musical con Cats en el papel protagónico de Grizabella. La acompañamos a una de sus primeras pruebas de maquillaje y quedó irreconocible. La jarocha nos platicó que ha sido todo un reto entrar en la piel de la felina, y eso que apenas lleva un par de semanas preparándose para el papel; sin embargo, sabe que no se arrepentirá de haber aceptado la invitación del productor Gerardo Quiroz, quien desde hace varios años no quitaba el dedo del renglón para que ella estuviera en el afamado musical, que se estrenará el 24 de octubre en el nuevo Teatro Centenario Coyoacán. “UN MAQUILLAJE ME SACÓ RONCHAS” ¿Cómo te sentiste de verte por primera vez transformada en Grizabella? Muy emocionada y nerviosa. Emocionada porque comedia musical era algo que quería hacer desde hace muchos años, cualquiera, pero al ser Cats dices: “¡Ay, mamacita chula!”. Aquí no van a ver mi cara, es un personaje al que le tengo que dar vida; el maestro Javier de la Rosa fue quien hizo mi maquillaje y me dio mucha emoción. Ha habido tres pruebas para ver cuál no me lastima el cutis porque voy a estar mucho tiempo con él, entonces, hay que probar los productos. Hubo uno que me sacó ronchas, otro que me ardía mucho la cara, entonces hicimos muchas pruebas, pero fue apasionante; ya al final dije: “Ponme pupilentes como gato”. ¿Te molesta usarlos? No. Al principio sí porque es algo nuevo en tu ojo, pero a estas alturas del partido ya me acostumbré. ¿De qué forma te convenció Gerardo Quiroz para darle vida a Grizabella? Me convenció porque es un tremendo amigo, un productor muy amoroso, cariñoso, tiene siempre palabras lindas para sus compañeros y él ha estado en el teatro, entonces sabe lo que significa, lo que se siente, no nada más es un productor que nunca se ha parado en un escenario. Por otro lado, porque no era la primera vez que me lo pedía; hace tres años me lo suplicó, hasta vine a la obra, estuve en backstage y tenía mucho miedo, porque venir a cantar lo hace cualquiera, y yo no, yo quiero venir a actuar, a darle vida al personaje, tengo que escarbar realmente quién es Grizabella, de dónde viene, a dónde va, por qué la rechazan, porque yo no sabía la vida de Grizabella. ¿Has recibido ayuda de otras compañeras que han estado en el mismo papel? Sí, voy a sentarme con las Grizabellas, voy a estar con María del Sol dentro de poco. Ella me habló y me dijo: “Yo quiero ‘coachearte’”, y le contesté: “Me encanta la idea, porque tú fuiste la primera Grizabella”. Y de ahí, Natalia Sosa, que es para mí una Grizabella importante. Con ella ya me junté, estuvimos cinco horas hablando, me dio tips y obviamente eso me gusta; tengo la humildad para decir: “Ellas son las másters”. Yo soy máster en otra cosa, pero en teatro todavía no. Grizabella me va a enseñar lo que es el teatro y me va a seguir dando el pie para hacer cosas teatrales. “VENGO CON MUCHA HUMILDAD” ¿A qué te has enfrentado con esta nueva experiencia? A varias cosas, por eso muchas cantantes y poperas no quieren hacer teatro porque son incómodas muchas cosas, a las que la gente de aquí ya está superacostumbrada; para mí fue muy incómodo cantar la primera vez sin micrófono de mano y con un microfonito que tienes pegado en la frente; no tener tanto equipo de sonido en el escenario porque no se debe; no poder salirte de las notas de las canciones; además dije: “¿Y no le puedo poner más rococó a mi traje, a la peluca?”. Y no, porque es así, entonces, después de enfrentarme a todo eso, dije: “Ay mamacita, ¿para qué dije que sí?”. Pero ya lo hice y ahora me aguanto. Eso habla de que eres una mujer de retos... Sí, soy una persona a la que le gustan los retos, y para hacerlos hay que estudiar, disciplinarse, ser obediente y venir con mucha humildad, y así es como vengo, como la más nueva de toda la compañía. Sobre la tesitura de Grizabella, ¿es más alta que la tuya? Sí, la obra está hecha para sopranos; yo soy mezzosoprano, y la mayoría de las mujeres que han estado aquí como María, Natalia... tienen una tesitura más alta que la mía, y hasta cantar en teatro es diferente, la voz se hace como engolada y nasal, eso te protege de tanto trabajo, porque hay que estar dos funciones diarias, por eso esto es para valientes y para la gente que le gusta la pasión, y yo soy apasionada; no estoy aquí por el dinero ni vengo a ser la mejor Grizabella, porque creo que cada una le ha dado su toque especial, aquí yo vengo a ser una Grizabella más que quiere sentir el escenario y aprender. ¿Entonces te aventarás a Grizabella como soprano o mezzosoprano? Pues como soprano, a ver cómo me sale, tengo que estar ensayando todos los días, me han explicado cada línea, cada cosa qué significa; esto no es fácil. “NO HE DEJADO DE LLORAR” ¿Cuánto tiempo llevas preparando el personaje? Como regresé de vacaciones, ahora sí que fui la última en entrenar, apenas tengo una semana. ¡Me falta todo! Pero estos días han sido ¡guau!, y cada escena tiene un significado; por ejemplo, ella todo el tiempo está encorvada, y la primera vez me dolía mucho la espalda y sé que me va a doler, Grizabella me va a traer muchos dolores, pero sé que no me voy a arrepentir porque el teatro es mágico y no he dejado de llorar de todas las emociones que sacas cuando te metes en tu personaje y lo construyes. Empiezo a tener amor por Grizabella y a llorar a veces de lo que ella ha vivido, porque hay muchas cosas que tienen que ver conmigo. ¿Cuáles son las cosas que tienes de Grizabella? Esa mujer que tuvo todo y lo perdió todo y que regresa con humildad a pedir perdón a muchas personas, entre ellos mis padres, mis hermanos, a Dios, a mis exparejas; a algunos de ellos les tuve que pedir perdón, por eso muchas artistas se identifican con ella. Yo soy parte de Grizabella. Ya vimos que tu hija, Cami, también quiere ser Grizabella... Ahí va la chamaca, no quería, pero le dije: “Mira mamita, para que vayas entendiendo lo que va a hacer tu mamá”, que ella sepa desde un principio que esto no es fácil. Ahora, si el día de mañana quiere ser artista, actriz o lo que quiera, que sepa que en la vida hay cosas que hay que sacrificar, como la comodidad, porque yo no estoy cómoda con estos pelos ni este traje que da mucho calor y el maquillaje; y voy a estar desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la noche todos los días con el mismo maquillaje, entonces, cuando vas a hacer algo hay muchas cosas incómodas, pero si te atreves a hacerlo es cuando te sales de la manada, y eso quiere decir que estamos creciendo y la gente te ve de diferente manera.
TODO LISTO PARA MAULLAR Luego de que en 2013 montara su primera pues- ta de Cats, el productor Gerardo Quiroz regresa con este afamado musical. “Ya es una puesta en escena clásica, gusta mucho, esta es la tercera vez que se monta en el país; la vez pasada, más de un millón de personas nos vio. Al lado de El Fantasma de la ópera, es la obra musical más exitosa en el mundo”, mencionó Quiroz. En el elenco hay más de 30 actores bajo la dirección de Jaime Rojas; entre ellos, Lalo Manzano, quien dará vida a Gatusalén; Alex Sirvent y Raúl Coronado alternarán como Punk Rock Terco, y Wendy Braga será Jemima. Yuri alternará funciones con Natalia Sosa, quien en la temporada pasada ya había interpretado a Grizabella; además, Quiroz nos adelantó que invitará de nueva cuenta a alternar a Rocío Banquells, Ana Cirré y Lila Deneken. Con Cats se inaugurará el Teatro Centenario Coyoacán, propiedad de Quiroz, y tendrá un aforo para 580 personas.