Le pedirán rendición de cuentas a PABLO AGUILERA, hermano de Juan Gabriel, y no sabe cuál será su futuro
TEXTO: ERNESTO BUITRÓN • FOTOGRAFÍAS: ARCHIVO, YT VENTANEANDO
Tras entregar las propiedades que administró por más de 10 años, don Pablo Aguilera, hermano de Juan Gabriel, se quedará a vivir en el rancho de Juangacuaro, el cual se descubrió recientemente que pertenece a Eugenio Martínez Benavides, exrepresentante del Divo de Juárez y quien dio la autorización de habitar la propiedad que no entró en la disputa legal con el heredero universal de Juan Gabriel, Iván Aguilera: “El lugar donde vivo es de otro dueño, el rancho se había vendido desde hace tiempo y ellos no lo sabían, querían que yo se los entregara, pero ¿cómo iba a entregar una cosa que no es mía? Les di sólo lo de ellos”. Hasta el momento, el futuro del hermano de Juan Gabriel es incierto, al no tener una fuente de ingresos fija ni los recursos para viajar con su hija a la ciudad de Guadalajara: “Voy a trabajar de otro modo, me voy a dedicar a otra cosa, aunque tampoco me urge; no hay posibilidades de irme a ningún lado, pero poco a poco voy a hacer la lucha”, declaró.
REGRESÓ LAS CASAS DEL DIVO
Don Pablo tendrá que presentarse en el Juzgado Séptimo de lo Civil con sede en Morelia en las próximas semanas, y así finiquitar el asunto legal que interpuso en su contra su sobrino Iván Aguilera por el balneario, un predio, la huerta y el hotel de Parácuaro. “El licenciado me dirá cuándo ir (al juzga- do), él me está arreglando todo”, comentó don Pablo, quien tenía la esperanza de ganar este juicio, aunque su amparo fue desestimado al no presentar pruebas de propiedad y haber vencido el acuerdo de comodato que tenía con su famoso hermano. “Mi licenciado me dijo que tenía que entregar, y eso hice, devolví las llaves del balneario, del hotel y la huerta”, y agregó: “Ya tenía que desocupar eso y no había forma de hacerlo de otra manera, ni modo”.
TRABAJADORES INTRANQUILOS
El balneario de nombre “Los Chicos”, el hotel, la huerta y un predio en el centro de Parácuaro contarán con una nueva administración, y los cinco trabajadores que laboraban en dichos lugares no saben su futuro, ya que no han sido liquidados, aunque don Pablo asegura no tener nada que ver con las finanzas del lugar: “Ellos no están trabajando conmigo, yo ya les entregué a los nuevos patrones y no tengo nada más que ver con ellos”.
SE HIZO JUSTICIA
Antonio Aguilera, trabajador del balneario y quien fuera despedido a la muerte de su tío Juan Gabriel, aplaudió la labor de las autoridades que tomaron cartas en el asunto al obligar a don Pablo a regresar los inmuebles. “Sí hubo resultados, nada más fue tener un poco de paciencia, ya se está resolviendo todo”, declaró.