JORGE ORTÍZ DE PINEDO seguirá el consejo de los médicos para mejorar sus problemas de salud
TEXTOS: NAYIB CANAÁN FOTOS: JOSÉ LUIS RAMOS, JAVIER ARELLANO, CORTESÍA
Regresó a la televisión con la segunda temporada Una familia de diez y seguirá de gira con la obra que, precisamente, surgió de esta comedia. Así que, trabajo no le faltará a Jorge Ortíz de Pinedo, quien seguirá las indicaciones de sus médicos tratantes y dejará por una temporada la Ciudad de México, ya que la altura incide en sus afecciones pulmonares. El actor de 70 años está feliz con este programa que recién se estrenó el domingo pasado por las estrellas, contando con 13 capítulos en los que los integrantes de un peculiar núcleo familiar enfrentan las más divertidas situaciones dentro de un departamento en el que viven como sardinas en lata, ¡todos apretados! “CONTAMOS LA HISTORIA DE MUCHOS HOGARES LATINOS” ¿Cuál es el principal cambio al que se enfrenta esta temporada? Principalmente, lo que quise fue hacer la serie bajo un formato moderno, en 4K o high definition; mi hijo Pedro, que es el productor, contrató un fotógrafo e iluminador de cine, un escenógrafo cinematográfico y vestuaristas de otro nivel, entonces esto logró que la serie mejorara al cien por ciento, por eso vamos a ver una historia que parece una película; claro, hecha para televisión. ¿Te costó adaptarte a estos nuevos formatos de grabación? ¡No! Más bien ha sido fantástico, nos reímos mucho, nos divertimos, porque aunque ha cambiado la técnica para poder plasmar la historia en video, lo que no ha cambiado es el estilo de la comedia; sigue siendo mi ritmo y las risas del público que no faltan. ¿Dónde crees que radica el éxito del programa? En la historia, pues contamos lo que pasa en muchos hogares no sólo mexicanos, sino latinoamericanos, además, tengo un buen reparto, muy buenos actores. Es feo hablar bien de uno, pero yo hago una buena comedia, y Eduardo Manzano es un ícono en este género. También cuento con jóvenes que están haciendo una excelente carrera como Ricardo Margaleff, Daniela Luján –quien fue una estrella de las telenovelas infantiles–, Mariana Botas, Andrea Torre...
¿Qué experimentabas con el público en la calle cuando te hablaban de Una familia de diez? Lo primero es que me di cuenta de que tantas repeticiones de la primera temporada habían logrado que nos mantuviéramos en la memoria del público. Fue tanta gente la que nos pedía la segunda, que fue ahí cuando surgió la idea de juntar a todo el reparto original. Afortunadamente logré tenerlos a todos, y ya con Pedro como productor, y Oscar – mi otro hijo– como escritor, nos pusimos de acuerdo, y cuando se habló de darle continuidad a la historia planteamos algo totalmente distinto a lo que originalmente hicimos hace 10 años. Ahora hemos cambiado, pero la familia sigue siendo la misma; hay nuevos personajes, dos elementos nuevos que son los hijos, porque cuando terminamos la primera temporada estaban a punto de dar a luz Gaby y La Nena. “ATENDERÉ LAS RECOMENDACIONES DEL DOCTOR” ¿Resultó complicado reunir a los mismos actores después de 12 años? No, lo que pasa es que teníamos una ventaja, pues nosotros desde hace cinco años hemos hecho La familia de diez en el teatro, llevamos más de 500 representaciones, y por lo tanto hemos seguido juntos. No hemos dejado de trabajar, y nos convertimos en un grupo muy unido. Imagínate lo que es coincidir con gente con la que trabajas desde hace 12 años. ¿Trabajar con tus hijos ha sido una gran ventaja? Tenemos 12 años trabajando juntos; cada quien tenía una empresa diferente, decidimos juntarnos, y ya hemos hecho 25 producciones de teatro, varios programas de televisión... Ahora mi hijo Pedro está haciendo telenovela con su hermano Oscar, yo estoy de gira con mi hijo Jesús, y entonces somos una familia que se dedica al entretenimiento, nos llevamos muy bien, trabajamos en lo mismo, hablamos de lo mismo, nos interesa lo mismo; mi mujer trabaja con nosotros, al igual que mi nuera, entonces, sí es una gran ventaja. Es muy admirable verte trabajando con un respirador artificial... Obviamente cuando estoy frente a una cámara o en un escenario de teatro o cine no uso el respirador. Este es un concentrador de oxígeno que me permite respirar mejor en lugares tan altos como la Ciudad de México, pero cuando trabajo en la costa o ciudades de menos de mil 800 metros sobre el nivel del mar, no necesito el respirador. Ahorita acabo de estar en Guadalajara, Tijuana, Mexicali y no tuve ningún problema. Estoy por irme unos 15 días a Estados Unidos, a California, y estaré fantástico.
Había rumores de que te ibas a retirar precisamente por tus problemas de salud, ¿es cierto? No. No me he retirado de la actuación para nada, simplemente voy a dejar de estar tanto tiempo en la Ciudad de México y seguiré alternando mi trabajo en la capital, así como en el interior del país. Atenderé las recomendaciones del doctor, quien me dice que no debo estar por largas temporadas en lugares tan altos. ¿Ha mejorado tu condición? Estoy igual, no puedo decir que estoy mejor (risas). Pero el consejo de los médicos sigue siendo el mismo, por eso procuro no exagerar y planeo irme un rato de aquí. El fin de año trataré de pasarlo en una playa para no provocar mayor esfuerzo en mis pulmones; sin embargo, seguiré dando lata, aquí tengo mis dos teatros y gran parte de mi vida.