KARINA se arrepintió del divorcio y disfruta una nueva oportunidad con Marcelo Acevedo
Texto: Nayb Canaán Fotos: Cortesía Karina, Nayib Canaán
Regresó a México para presentarse en solitario, esta vez sin las Grandiosas, y consiguió un “agotado” que ratifica su éxito en el país que la recibió por primera vez hace más de 30 años. Karina vive muchas etapas de transición, cambia de piel como las serpientes y se enfrenta a retos que jamás le pasaron por la cabeza. Pero dentro de todo, la felicidad vuelve a sus días luego de una época muy dura de duelos, ausencias y tristezas. En un encuentro con TVyNovelas luego de su espectáculo en un local de Insurgentes Sur, la venezolana nos revela en exclusiva que se arrepintió de firmar el divorcio y se está dando otra oportunidad con el brasileño Marcelo Acevedo, con quien se casó hace 21 años. Además, la intérprete de A quién asegura que su hijo Xander está a punto de iniciar un proceso irreversible que futuramente lo llevará a un cambio de sexo. “PENSÉ QUE LA SEPARACIÓN IBA A SER MÁS FÁCIL” Una presentación a sala llena y el aplauso de pie de un público fiel, ¿cuánto le debes a México? Le debo mucho: mi internacionalización. En el pasado y hoy, sigue siendo una plataforma para Latinoamérica y hasta para Estados Unidos. Por eso le debo ese pedazo de mi carrera, el que yo haya sido más grande, no sólo en mi país... ¿Siempre hay motivos para volver? Yo siempre vengo bajo cualquier excusa, si me llaman para un programa, aquí estaré. También sigue la gira de Grandiosas, y ahorita pretendo regresar con mi show en solitario, la Karina que la gente recuerda. Aunque entiendo que son otras épocas, que han pasado muchos años y que simplemente hay que reconquistar o despertar al dragón dormido. Te vimos en el escenario muy cariñosa con Marcelo, ¿hubo reconciliación? (Risas). Es que estamos en eso, intentándolo de nuevo. Vamos probando a ver qué pasa. Son 20 años de vida juntos y llevamos casi un año separados. De verdad nos hemos hecho mucha falta, pensé que iba a ser mucho más fácil, pero no. Entonces, creo que vale la pena darle un chance a esto. ¿Él sigue yendo a la casa que compartían? Sí, nos visitamos. Además, todo es muy cordial, trabajamos juntos, como viste. Esto no es una coincidencia ni me lo traje para abusar de él, aunque si pasa, pasa (risas). “NOS VAMOS A DAR SEIS MESES DE TERAPIA” Estos viajes entonces son la oportunidad perfecta para acercarse de nuevo... Exactamente, estamos tomando estas oportunidades para estar solos, ya los chamos están más grandes. Mi hija tiene 20, el otro va a cumplir 14... Quedan así en pausa los planes de divorcio... Total. Quedamos como en stand by, vamos a darnos un tiempito. ¿Están reflexionando los errores cometidos? Creo que esta etapa es para ver si de verdad nos sirvió el distanciamiento. Todavía seguimos separados, él sigue en su casa y yo en la mía. Pero lo extrañas... ¡Claro! Y me hace falta, pero no es lo mismo de antes. Y a mí me gustaba lo de antes, entonces, creo que sí hay muchas cosas qué reparar, pero ahorita estamos viendo las posibilidades. Él me vino con una propuesta muy buena y yo la acepté. Nos vamos a dar seis meses de terapia, de salir, de ver las cosas diferentes. “NUNCA FUIMOS NOVIOS PORQUE ME CASÉ CON DOS MESES DE EMBARAZO” ¿Qué debe pasar para que las cosas cambien? Bueno, necesitamos ayuda y descubrir por qué llegamos a este punto. ¿Irían juntos a terapia psicológica? Sí, vamos a empezarla. Eso es importante y vamos a empezar a hacer cosas nuevas. Por ejemplo, nosotros nunca fuimos novios porque yo me casé con dos meses de embarazo y tenemos 20 años muy agitados. No hemos tenido un momento de sosiego, de disfrute solos. Es que la vida ha sido muy álgida, dos décadas de viajes, muertes, cosas raras. Todo ha sido como muy atropellado, y este es un buen momento porque ya se nos bajó la euforia, la ira, los gritos. Es hora de la reflexión, de la calma. Estamos en frío, no hay pasión loca. ¿Con qué trata Marcelo de conquistarte: flores, regalos...? Todavía no. Es que esto es nuevo, creo que tenemos como dos semanas que decidimos darnos este momento. Teníamos este viaje a México planificado, otro para Chile. Íbamos a firmar el divorcio hace 15 días, pero él vino con la propuesta y le dije que sí, porque realmente no tengo prisa. O sea, no tengo para dónde ir, no tengo un novio (risas). No estoy en esa búsqueda loca; creo que este año me ha servido para calmarme, para vivir un poco todos los duelos que me vinieron juntos. Han sido tiempos muy difíciles para mí. XANDER EMPIEZA PROCESO IRREVERSIBLE La cantante venezolana continúa apoyando a su hijo Xander –quien nació como Hanna– en la etapa de reasignación de sexo a la que ha decidido someterse. “Mi niño va a cumplir 14 años, y viene una etapa irreversible, que es la de la testosterona, entonces nos estamos preparando todos para eso. Nosotros somos muy pacientes, el impaciente es el niño porque quiere ya que venga lo próximo. Nuestro deber es acompañarlo en este proceso, como familia, ya que es la última vez que como padres podemos decidir. Tengo mis miedos, angustias, pero nos estamos preparando”, afirmó Karina, recalcando que tanto su hija, Yasha, como Xander se alejan de la farándula y de la música.