KIMBERLY DOS RAMOS interpretará a una discapacitada que es la mejor amiga de Rubí en la nueva trama
TEXTO: NAYIB CANAÁN FOTOS: JOSÉ LUIS RAMOS, JAVIER ARELLANO
De abogada empoderada pasó a ser la sufrida traicionada de su mejor amiga. Así incursiona Kimberly Dos Ramos en la nueva versión de Rubí, que estrenará las estrellas el próximo 2020 como parte de la antología “Fábrica de sueños” que ha dado excelentes resultados con La usurpadora. La actriz venezolana asume uno de los retos más desafiantes de su carrera, pues le tocó interpretar a una mujer con una discapacidad en una de sus piernas que la obligó a usar una prótesis durante el rodaje que ya terminó sus llamados en la Ciudad de México. De eso y de cómo maneja las amistades del género femenino nos habló la villana de la telenovela Vino el amor. “FALTAN UNAS GRABACIONES EN ESPAÑA” Estás dentro de Rubí interpretando a Maribel, pero se había comentado que eras una de las favoritas para darle vida a la descarada... Cuando me comentaron sobre el proyecto de Rubí no sabía para qué personaje me iban a querer; no sabía si era Rubí, Maribel... Yo pensaba que estaba entre esos dos por ser los protagónicos. Pero ya luego, cuando todo se empieza a armar, empiezan las reuniones luego del casting, ahí es cuando pido la historia, porque estoy en la onda de que cuando agarro un proyecto o un personaje, sea porque representa un reto actoral o porque me saca de mi zona de confort, y no son los típicos roles que uno toma sólo por tener trabajo. Yo prefiero hacer cosas que me gusten y me sumen. ¿Te cautivó la historia desde el primer momento? Sí, es que cuando recibí los 25 capítulos y leí el primero dije: “¡wow!”. Esta nueva serie está muy bien compactada, muy bien adaptada, está muy actual, muy amena, está diferible, aparte de que mi personaje es totalmente diferente. Tiene un sube y baja de emociones, de cambios de carácter, de personalidad; sin duda es un reto que asumí con mucha alegría. Ya terminaron de grabar pero, ¿cómo fue el proceso de grabación? ¡Súper! La verdad es que desde el primer día me tocaron escenas con Camila Sodi, Rodrigo Guirao y José Ron. Todo pasó muy rápido, y es que por ser una adaptación de un clásico a serie, las grabaciones se hicieron bajo otro ritmo. Los horarios son diferentes, las cámaras, el equipo técnico... La verdad es que es un formato nuevo, pero muy rico asumir un reto. Faltan unas escenas finales en España, pero en esas no estaré.
Viviendo en Venezuela eras fanática de las telenovelas mexicanas, entre ellas, Amor real. ¿Rubí también estaba entre tus favoritas? Claro. Yo vi Rubí, ¿quién no vio esa novela? Además me encantó, todos los actores de esa versión lo hicieron excelente. Para mí es una producción icónica, y cuando empecé a escuchar que Televisa iba a hacer la “Fábrica de sueños”, nunca me pasó por la mente estar en alguna. Entonces, cuando me lo propusieron, no lo podía creer. Es un proyecto que está concebido para un nuevo público, la nueva era, y para que la gente que la vio hace 15 años la vuelva a disfrutar, pero contada desde otra perspectiva. “SOY UNA MUJER MUY RESERVADA” ¿Entonces mientras estabas en tu cuarto viendo a Bárbara Mori en televisión nunca pensaste que años después participarías en su remake? Te lo juro que nunca. Y créeme que en el transcurso de mi carrera me ha pasado mucho eso, o sea, he llegado a historias o personajes que jamás hubiera imaginado, todo ha ido llegando de una manera muy rápida, muy rica, que he disfrutado. Pero a veces, cuando estoy en mi casa, siempre me pongo a pensar cómo llego a esos proyectos. Maribel y Rubí son las mejores amigas, hasta que una traiciona a la otra, ¿tú crees en la amistad entre dos mujeres? Sí, a ver, de cierta manera. La verdad es que soy una persona muy privada, reservada, de pocos amigos; los que tengo son contados con los dedos de las manos. Yo tengo una mejor amiga en la vida real, y te puedo decir que tenemos ocho años de amistad en los que nos contamos todo. Yo digo que cuando hay respeto, confianza y amor a la amistad, sí funciona. Aunque obviamente uno tiene el miedo de la envidia, tenemos miedo de que cuenten nuestros secretos... Pero cuando uno actúa con el corazón, se pueden tener buenas amistades. Pero también existen las malas amistades... Obviamente también existen las malas; gracias a Dios no me he topado con esas porque soy muy cerrada, muy selectiva. Para tener una amistad, alguien cerca de mí o alguien a quién contarle mi verdad, me la pienso tres veces. ¿Nunca te han traicionado? ¡No! Es que como te digo, soy muy reservada desde chiquita. Cuando era pequeña tenía compañeras de clases, pero no había una mejor amiga a la que le contara todo. Siempre fui callada con mis cosas, hasta que conocí a esta amiga de la que ye hablé. Ella y mi mamá son las únicas que se saben mi vida (risas). Pero esta relación entre Maribel y Rubí es rara, diferente, en la que Maribel confía plenamente porque es una mujer muy noble, carismática, cariñosa, una mujer que no le hace daño a nadie, pero a ella sí le van a hacer un mal. Eso le servirá para despertar a una Maribel que tiene que ponerse las pilas. Esto lo hace diferente al personaje de Jacqueline Bracamontes. “SI NO NOS CAEMOS, NO APRENDEMOS” ¿Consideras que hace falta caer al piso para convertirte en otra persona? Totalmente. Eso nos pasa a todos los seres humanos y me incluyo. Si no nos caemos, no aprendemos; si no nos tropezamos, no aprendemos a caminar de una mejor manera; si no recibimos un golpe, no reaccionamos a la defensa. Maribel, a raíz de todas las situaciones, comienza a amarse, a tenerse confianza. Rubí es una mujer ambiciosa que le gusta el dinero, muy cínica. ¿Te has encontrado con alguien así? La verdad es que no, pero sí he escuchado. A veces no puedo creer que un ser humano pueda llegar hasta ese punto, estamos en una era donde caras vemos, corazones no sabemos.
En el ámbito profesional, ¿ni siquiera te ha arropado una ambición sana, sin la malicia de Rubí? Pues no, si hay algo que yo agradezco son los valores que me ha inculcado mi familia. Soy quien soy gracias a mis papás, al apoyo que tengo de ellos, al respeto, el valor a mi trabajo y, sobre todo, a tener los pies bien puestos en la tierra. Cuando uno sabe lo que quiere y a dónde quiere ir, no te desvías. Pero cuando uno se deja malinfluenciar por la fama, el dinero, comenzamos a caer en lo malo. La serie toca mucho el tema de la vanidad y la belleza, ¿tú te consideras una mujer bella? Pienso que todo el mundo se tiene que querer, se tiene que amar, y claro que me siento bella. La gente se tiene que ver en el espejo y gustarse. Yo me quiero y me amo como soy; con el tiempo vamos madurando, creciendo, nos ponemos más guapos, y es parte de la vida. ¿Qué has conseguido con esa belleza? Más que conseguir, creo que es una cuestión de autoestima, de quererte, de respetarte, de sentirte segura, y cuando nos sentimos así vamos a reflejar belleza.