SANDRA ECHEVERRÍA confiesa que protagonizar la nueva versión de LA USURPADORA es su mayor reto actoral, pero también maternal
TEXTO: LILIANA LEJARAZU FOTOS: RICARDO CRISTINO, IG SANDRA ECHEVERRÍA, CORTESÍA
Es cierto que Sandra Echeverría ha tenido que partirse literalmente en dos para dar vida a las gemelas Paola y Paulina en la nueva versión de La usurpadora. Lo que pocos saben es que también ha tenido que dividirse en tres para estar al pendiente de su hijo Andrés, de tres años. La actriz y cantante asegura que ha sido de lo más demandante hacer un doble papel, pero está muy agradecida con la productora Carmen Armendáriz por los tiempos que le ha brindado para estar al lado de su retoño, fruto de su matrimonio con Leonardo de Lozanne. En medio de sus agitadas grabaciones, nos contó sobre lo que ha sido formar parte de este proyecto de La Fábrica de Sueños, el cual considera, hasta ahora, su mayor reto actoral. “ES UN HONOR INTERPRETAR UN PERSONAJE TAN ICÓNICO” ¿Qué significa para ti protagonizar La usurpadora? Es un gran honor interpretar un personaje tan icónico, tan complicado. Son dos personajes completamente distintos en diferentes etapas, entonces ha sido un reto muy grande como actriz, creo que el más grande hasta ahora, porque una tiene acento colombiano y la otra no, las dos son mujeres con temperamento fuerte, valientes y guerreras, pero en diferente forma. Ha sido un trabajo de mucha tarea y estudio.
¿De qué manera las trabajas para que no se te empalmen? Ya tengo los personajes muy claros; al principio lo más complicado fue encontrar el tono exacto de la forma de hablar de Paola y de Paulina, pero el acento me hacía diferenciarlas mucho. Ahorita ya estoy como en automático. Cuéntanos, ¿cómo llegaste a La usurpadora? Me hablaron para ofrecérmela en algún momento, pero yo estaba muy ocupada y con los planes de estar en Los Ángeles. Dije: “Ahorita se me complica mucho”. Saqué mi disco, empecé a hacer la publicidad y cuando vine a México a Intrusos vi a Carmen y le pregunté: “¿Cómo van, ya tienen usurpadora?”. Me contestó: “En eso estamos, todavía no tenemos”. Canté, me fui y al rato ella me escribió: “Ya sé que nos dijiste ‘No’, pero piénsalo, ve los guiones”. Le dije: “Es que se me complica por los tiempos de mi hijo”, y justo Leo estaba cerrando lo de Jesucristo Superestrella. Íbamos a venir en verano para estar en su proyecto dos meses, entonces lo reconsideramos entre los dos como familia y le propuse: “Si vamos a estar allá dos meses, ahora nos podemos quedar cuatro”, y nos mudamos acá. “TENGO MÍS DÍAS EN QUE ME PEGA EL TENER QUE DEJAR A MI HIJO” Es muy demandante hacer dos papeles y además tienes un hijo de tres años, ¿cómo le haces? Sí es muy demandante. Tengo mis días en que sí me pega mucho el tener que dejar a mi hijo, pero logramos una negociación muy buena de tiempos con la producción desde un principio. Para mí lo primordial y el proyecto de mi vida es mi hijo y mi familia, y si todo se puede acomodar yo estoy feliz de hacerlo.
Carmen Armendariz te apoyó... La verdad es que fue muy flexible y me ayudó a tener dos tardes libres a la semana, entonces ya con eso lo equilibro; además tengo los fines de semana libres. Realmente fueron cuatro meses, no es tanto tiempo, pero aún así padezco no estar junto a mi hijo. Terminando esto me dedicaré otra vez a ser madre al cien por ciento. ¿En qué etapa esta Andrés? Todos los días sale con algo nuevo: canta, baila, hace shows, habla hasta por los codos, ya regaña... Soy muy afortunada porque es un niño muy listo y entiende todo lo que le dices. Sabe que vengo a trabajar y que en la noche llego y le doy su besito. Me dice: “Pero me despiertas, me pegas para que yo me dé cuenta”. Le digo: “¿Cómo te voy a pegar, Andrés?, y me contesta que, si no lo hago, se despierta.
Son cosas que llenan como madre... Así es. Está en la mejor edad y me muero de amor por él. ¿Trae la vena artística? No sé, pero creo que sí, es muy posible. En Los Ángeles asiste a clases de futbol soccer y tenía karate, pero aquí en México no me da tiempo de llevarlo más que a clases de natación. Una vez que termines La usurpadora, ¿regresarás a Los Ángeles? Sí, allá llevamos año y medio viviendo, pero siempre estamos regresando.