En alguna ocasión te has preguntado ¿Qué lugares del cuerpo femenino son los más sensibles? ¡Aquí te lo decimos!
Las zonas erógenas son partes del cuerpo que fácilmente provocan excitación. Existen tres tipos, que van de los más básico a lo más imprevisible.
Zonas erógenas primarias. Son aquellos órganos que deben ser excitados para llegar a un orgasmo; el clítoris y la vagina.
Zonas erógenas secundarias. Son ciertas partes de la piel y las mucosas, que, si se acarician activan la excitación de las zonas primarias y por lo tanto el placer sexual es mayor.
Zonas erógenas potenciales. Activar varias sensaciones que ayuden a estimular las primarias y provocar humedad vaginal y por supuesto, la excitación. Estás zonas varían dependiendo la persona, puedes empezar probando con el cuello, las orejas, la parte exterior de los senos, hasta los pies. Todo depende de la intensidad con que lo hagas.
¿Cómo puedes activar esas zonas?
Sin duda, todo depende de la persona. Pero frecuentemente además de las manos, puedes utilizar los labios y la lengua para acariciar, respirar contra el cuerpo, también puedes utilizar accesorios extras como una venda para los ojos, ya que no tener sentido de la vista aumentan los demás.
Recuerda que no necesitas a una pareja para explorar las zonas erógenas puedes hacerlo a través de la masturbación o juguetes sexuales, lo que importa son las ganas y la actitud con la que lo hagas.
La espalda, la parte inferior de la espalda, los huesos de la cadera, la parte interna de los muslos, la parte interna de los brazos y laterales de los senos: son las cinco partes erógenas más importantes de la mujer, aquellas que no puedes pasar por alto y que puedes explorar según tu creatividad.
INFORMACIÓN: REVISTA CROMOS, EN FEMENINO Y UN COMO
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