LOLITA CORTÉS se encuentra en rehabilitación para recuperar movimientos de las articulaciones: “Tengo también cuatro tornillos en la columna”
Texto: Nayib Canaán Fotos: José Luis Ramos, Javier Arellano
En el escenario ha hecho lo que ha querido, ¡hasta volar! Pero tanto show terminó pasándole factura a Lolita Cortés, quien enfrenta un dramático momento en su vida personal y profesional que la limita a moverse como en sus tiempos dorados. Para la actriz y cantante, las lesiones de su columna le dificultan llevar la misma vida de antes, pero no impedirán que siga enfocada en su verdadera pasión: el espectáculo. La artista, que ha brillado en programas como La Academia, Bailando por un sueño y Mira quién baila, estuvo como invitada en la nueva temporada de Me caigo de risa, y junto con la Familia Disfuncional se divirtió a lo grande en cada uno de los segmentos. “MI FAMILIA, EL MEJOR RESPALDO” Te vimos muy contenta en Me caigo de risa con el mejor público: tu hijo y tu nuera, ¿cómo te sentiste? Muy emocionada porque me sentía obviamente acompañada. Me dio mucho gusto que me vieran divirtiéndome, pues ellos saben que esto me encanta. Aunque estaban preocupados porque tengo algunas lesiones que me impedían participar en algunos segmentos, como “El escenario inclinado”, pero al final lo hice. ¡Salió todo bien! ¿Son ellos tu mayor respaldo? Sí, ellos son mi gran apoyo. Creo que la familia es el mejor respaldo, si es que ellos lo ofrecen, porque esta carrera es muy difícil, y pues ellos saben que esto para mí no es un juego, que de esto comemos, por eso me hace feliz que lo entiendan.
¿Te acompañan a muchos lugares? Para algunas cosas, pero también son un matrimonio que se maneja de forma independiente. Lo que pasa es que ahorita estoy tomando fisioterapias por lesiones y cirugías que tengo en la columna. Hoy me iba a acompañar mi hija, pero mi nieto tiene apenas ocho meses, entonces no pudo. Por eso vino Mariano, el mayor, de 25 años, a quien le digo “Balón”. ¿Mariano lleva mucho tiempo de casado? En realidad, ellos viven juntos desde hace un año. ¿También te harán abuela pronto? No, ellos no. Dicen que no. Aunque yo les he dicho que ya es hora de tener el bebé. Es que yo tuve a mis hijos muy joven, y ahora los disfruto mucho. Pero bueno, entiendo también lo que ellos me dicen. Alegan que necesitan tener una carrera, una solvencia económica. “QUEDO UNOS SEGUNDOS EN EL PISO Y YA NO ME PUEDO PARAR” Tú que eres muy activa en los escenarios, ¿cómo enfrentas estos problemas de salud que te limitan a la hora de actuar? Es muy difícil porque el neurocirujano pidió reposo casi absoluto. Yo fui con mi hijo cuando me dijo: “Ya no puedes hacer acrobacias, ya no puedes bailar...”, entre otros tantos “ya no” que me hicieron entrar en shock. No sabía qué hacer, por eso hablé con mis hijos, recibí todo su apoyo y entré a rehabilitación para después reentrenarme y fortalecer. ¿Cuál es el diagnóstico? Estoy operada de las cervicales, tengo una placa de titanio y cuatro tornillos, por lo que debo andar con cuidado. Además, tengo parestesia, lo que provoca que se presionen los nervios y se me duerman las piernas en cualquier momento. A veces me afecta los brazos, y sólo queda despierta mi cabeza y el tronco. Lo demás no lo siento. Imagínense que quedo unos segundos en el piso y ya no me puedo parar. ¿Cuál es la raíz de este padecimiento? Tiene que ver con tantas lesiones que ha tenido mi cuerpo, de tantos golpes. El neurocirujano me dijo que me había pasado de ejercicios, de trabajar... Y no estoy en edad, ya voy a cumplir 50 años... Pero al final disfrutaste tu carrera con todo y esos golpes... Sí, lo disfruté. Y sé que ya no puedo regresar a la acrobacia nunca más, pero hicimos un plan de ataque. ¿Cuál es ese plan? Dedicarme al teatro, a la producción, a la dirección, estar un poco en backstage, y no sé si algún día pueda regresar al escenario al cien por ciento. Es que también estoy recuperando mi voz después de la intervención de las cuerdas vocales.
“QUIERO DURAR MUCHO TIEMPO PARA MIS HIJOS Y NIETOS” Han sido momentos muy duros, ¿te has sentido desanimada? Eso pasó en noviembre de 2018 cuando fui con mi hijo al neurocirujano y me explicó que ya no podía seguir. Lloré muchísimo en el consultorio, porque además no podía hablar, estaba recién operada de las cuerdas vocales. Mi hijo me abrazó y me dijo: “Entiéndelo, ya se acabó. Hiciste una buena carrera, estás muy bien”. Me queda claro que la salud es lo primero y que no quiero ser una carga para ellos. ¿Temes empeorar? ¡Claro! Por eso voy cada semana a fisioterapia y a rehabilitación. Por lo menos llevo una vida normal, no siento que me caigo en cualquier lugar o en el escenario. ¿Estos episodios te han hecho reflexionar? Sí, estoy viendo que quiero durar mucho más tiempo para mis hijos y mis nietos. Me pongo a reflexionar que lo que quiero en mi futuro es salud. El próximo año llegas a los 50, ¿cómo te preparas? Estoy muy contenta, mis hijos están con salud, tengo un nieto maravilloso. Mi nuera y mi yerno son increíbles, tengo a mi madre y a mi hermana a mi lado, tengo trabajo, amigos... Estoy entera.