Preocupada por la pandemia, LUPITA D’ALESSIO toma sorpresiva decisión al cumplir 50 años de carrera y nos da sus razones
TEXTO: NAYIB CANAÁN • FOTOGRAFÍAS: ARCHIVO, GETTY IMAGES, CORTESÍA, IG LUPITA D’ALESSIO •
Ella revisó bien sus maletas, sacó sus sentimientos y resentimientos todos. Hizo limpieza al armario, borró rencores de antaño y angustias que hubo en su mente para no sufrir por cosas tan pequeñitas... Desde hace muchos años dejó de ser Guadalupe Contreras Ramos para convertirse en Lupita D’Alessio; alcanzó la gloria, pero también bajó al infierno. Como toda estrella, su vida ha estado marcada por éxitos y fracasos que la convierten en leyenda viviente. Hoy, con 66 años, sigue siendo una leona que ruge hasta en las más oscuras noches, una leona que dejó de estar dormida para velar por sus hijos, por sus nietos, por el público que la sigue aclamando y que la mantiene en el trono de las mejores. Derrotó también las adicciones, las polémicas y los excesos; es una mujer que renació como el Ave Fénix, y que a través de su bioserie dejó en evidencia sus debilidades y fortalezas. Después de dos años de su estreno, Hoy voy a cambiar, producida por Rubén y Santiago Galindo, regresa a las estrellas para mostrarnos a la intérprete que soltó los brazos y libertad que oprimía su razón, la mujer que voló libre con todos sus defectos...
“NO SOY UNA PRINCESA QUE VIVE EN UN CASTILLO”
Regresas a la pantalla luego del éxito que tuvo la primera emisión de tu bioserie, ¿te emociona esta repetición?
¡Mucho! Confieso que estoy muy contenta, muy agradecida, y más en estos momentos de pandemia que estamos viviendo. Es importante que vean la historia de una familia que tocó fondo y al mismo tiempo se recuperó gracias a Jesús. Así lo digo abiertamente por- que Él fue quien nos sacó adelante, nos restauró y ahora somos, no la familia perfecta, pero estamos unidos, con mente sana, cuerpo sano. Mis hijos están con sus familias, ellos son hombres de bien y eso me hace sentir muy agradecida con Dios debido a todo lo que hizo por nosotros.
¿Cuánta honestidad veremos en Hoy voy a cambiar?
Honestidad, la mía siempre; mis hijos también dieron sus testimonios y estuvieron llenos de verdad. Ahora bien, lo que hace una empresa como Televisa es exagerar un poco la historia, hacen un melodrama basado en mi honestidad.
¿Realmente tu vida ha sido un melodrama con todo y villanos?
Todos tenemos villanos, villanas... La vida se compone de buenos y ma- los. O sea, yo no soy una princesa que vive en un castillo, así que la vida te la juegas con quien te encuentres en el camino, con las diversas pruebas a las que nos sometemos y la forma en que le brinquemos. La vida no es fácil...
¿Cuál fue esa lección que le dejaste al público a través de tu historia?
Más que lección, se presentó a una mujer auténtica llamada Guadalupe Contreras Ramos, con todos sus errores, con todas sus virtudes, con una familia imperfecta, y pudimos mostrar quién nos rescató. Para bendición de muchas familias más, ahí está la bioserie.
“ME HE CAÍDO, PERO NO ME HE QUEBRADO”
La serie se retransmite justo cuando cumples 50 años de carrera, ¿qué ves en ese 1970 cuando estabas comenzando?
¡Ya mejor ni me digan que voltee al pasa- do! Son muchos años, ahora tengo 66. Si yo no hubiese aclamado a Jesús, no estaría hablando contigo ni estaría cumpliendo estos 50 años de trayectoria. Y le doy gracias a Dios de regalarme estas cinco décadas en la música, viendo a mis hijos bien, con sus propias carreras, sus propios proyectos, y de ser abuela de ocho nietos. Creo que ese es mi mejor proyecto en todo este tiempo.
Entre tus éxitos y fracasos, ¿qué logras rescatar?
Ciertamente ha habido muchos fracasos en mi vida, me he caído, pero no me he quebrado. Sí he tenido muchos malos momentos, episodios negativos que les hice pasar a mis hijos, momentos malos que yo misma me hice pasar... Hubo un tiempo en el que estaba dañando mi vida, pero también hubo momentos de alegría; por ejemplo, mi primer Grammy que me dieron en noviembre de 2019 como Excelencia Musical, eso fue una bendición para mí. En la vida no hubiera pensado que iba a ir a Las Vegas por ese premio, por eso lo sigo celebrando. También celebro el reciente concierto sinfónico que hice en octubre en el Auditorio Nacional.
Tuviste terribles momentos de oscuridad, ¿sentiste que la luz no iba a llegar a tu vida?
Claro que lo sentí. Pasé por muchos valles de sombra, de muerte, y aunque no alcancé, literal, ver a la muerte, sí estuve a punto de morir varias veces en un accidente, en una neumonía que me dio... Cuando me fui a rehabilitar pasé por momentos muy difíciles, pero Dios me rescató del hoyo donde estaba. No voy a negar a Jesucristo, porque yo respeto cualquier religión o cualquier fe que tú profeses.
¿Cómo harás con las presentaciones que tenías pendientes para estos meses?
En noviembre pasado firmé con la empresa Bobo Producciones, estábamos a punto de hacer la gira De la nada, hasta ahora tour. Con el sinfónico íbamos a empezar en marzo en Monterrey, y en mayo en la Arena de Ciudad de México. También teníamos otras presentaciones en la provincia, pero debido a la pandemia, y como todos, nos topamos con pared.
“YA ESTOY EN UNA EDAD VULNERABLE”
¿Retomaras próximamente esas fechas?
Yo creo que ya este año me retiro hasta el 2021; ya estoy en una edad vulnerable, soy una mujer de 66 años. Necesito volver a confiar, y si no ha salido una va- cuna, si no ha salido algo con lo que yo realmente me sienta segura, se me hará difícil volver a salir a la calle.
Ahorita estás en Cancún pasando el confinamiento, ¿qué has reflexionado?
He estado bien, extraño mucho a mi familia, pero nos comunicamos por videollamadas. Estoy valorando más a mis nietos, a mis hijos, momentos que pude haber aprovechado mucho más. Extraño a mis dos hermanos: Mario y Manuel... Estuvimos en Las Vegas en noviembre pasado, y siento que pude haberlos aprovechado más. Yo sé que el hubiera no existe, pero sí extraño mucho a mi familia.
¿Cuánto duele esa soledad?
¡Mucho! Tengo a Dios en mi corazón, pero como ser humano, sí hay momentos de soledad, de miedo; no de depresión, porque ya no soy depresiva, ya no me caigo tan fácilmente porque ya no estoy enferma. La leona ya no está dormida, ya está despierta, está consciente.
¿Qué te preocupa en estos momentos?
La situación de la pandemia. Sigo orando por todas las naciones, por mi país y por todos los héroes de los hospitales: los doctores, enfermeros... Ya no le hagamos más daño a esa gente que lo que hace es ayudarnos; debemos darles ánimos. Arriba está un Dios que nos sostiene, hay que confiar en Él.