LUPITA INFANTE, nieta de PEDRO, se lanza artísticamente en México ¡en plena luna de miel!
TEXTO: ALEJANDRO SALAZAR HERNÁNDEZ • FOTOGRAFÍAS: JOSÉ LUIS RAMOS, CORTESÍA DE LA ARTISTA
Es nieta de Pedro Infante y fruto del matrimonio de Pedro Infante Jr. (q.e.p.d.) y Marisol Esparza. Justo a la muerte de su padre, hace una dé- cada, abrazó la carrera artística y su lanzamiento profesional tuvo lugar en 2016 en Los Ángeles, California, tras su participación en La Voz... México, don- de fue firmada por el mánager de Laura Pausini. Ahora Lupita Infante se impuso el reto de abrirse paso en México con un par de temas incluidos en su grabación debut: Ya ni me acuerdo y Yo por ti. Y no sólo eso, decidió hacerlo apoyada por su marido, el músico estadounidense Sonny Kennelly, con quien se casó hace apenas mes y medio. Le gustaría establecerse en nuestro país, pero a sus 32 años está consciente de que deberá esperar un tiempo para posicionarse y encontrar un lugar dónde vivir, sin perder de vista su preparación y perfeccionamiento del español.
“LA MÚSICA AYUDÓ A SANARME”
¿La música te sirvió de terapia ante la repentina muerte de tu padre? Sí, la usé como herramienta para sanar- me y recordar a mi papá, para sentir de nuevo esa emoción que experimentaba cuando lo iba a ver a sus presentaciones y me invitaba a cantar con él. Conforme pasó el tiempo me preparé y me fui aprendiendo canciones, porque nunca pensé ser intérprete de profesión, pese a que siempre me ha gustado la música y tengo un aprecio enorme por el mariachi y por todo lo que hicieron mi papá y mi abuelo.
¿Qué trascendencia tuvo tu participación en La Voz... México?
Fue una oportunidad enorme pese a que no llegué tan lejos. De ahí salieron otras oportunidades importantes, porque empecé a presentarme justo cuando me gradué en la universidad; estaba en exámenes finales cuando grabé la audición que envié a la producción. Dos meses después ya estaba en México cantando Amorcito corazón frente a Carlos Vives, Yuri, Laura Pausini y Maluma, ¡y que los cuatro voltean! Jamás pensé que eso iba a ocurrir. Firmar con el mánager de Laura Pausini ayudó bastante a mi carrera.
“COMO MUJER, NO ME COMPARAN CON MI ABUELO”
Hoy, con mayor conciencia a lo que te enfrentas, ¿temes a las compara- ciones y críticas que vendrán? Sí, aunque eso lo vi más con mi papá, que llevaba el mismo nombre de mi abuelo y se dedicó a lo mismo; siempre le comparaban diciendo que can- taba como su papá y sufrió mucho por eso. Pienso que no se trata de ser como Pedro Infante porque eres familia; simplemente debes mostrar lo que tienes dentro y salir adelante por méritos propios.
¿Cómo te recibe el público en tus presentaciones? Muy bien. Mi caso es diferente al de mi papá porque a mí, como mujer, ya no me pueden comparar con mi abuelo. Eso me ha permitido mostrar el lado femenino de la dinastía.
Seguro tu abuela, Lupita Torrentera, te ha platicado de tu abuelo, ¿qué es lo que más te ha impactado y por qué? La relación que tuvieron fue algo muy bonito, pero también triste por cómo se portó mi abuelo... ¡Canijo! ¡Le echaba el can a todas las mujeres! Pero, ¿saben? Él tenía a su esposa; si se hubiera quedado sólo con ella no nacen mi papá, mi tía Lupita... y ahí se hubiera acabado la dinastía. Dios por algo hace las cosas.
¿Qué es lo que admiras de tu abuelo, más allá de ser un ídolo?
Que nadie me ha contado una historia fea o mala de él; jamás he escuchado algo negativo. Vaya, ni las mujeres que estuvieron con él hablan mal de mi abuelo. Como que era muy cariñoso, de esas personas que te convencen de hacer todo lo que ellos quieren. Él daba todo de corazón y se entregaba a su público que tanto quería, por eso todavía lo recuerdan muy bonito al paso de tantos años.
“JENNI RIVERA ES INSPIRACIÓN PARA MÍ”
Recién se cumplieron 10 años de la muerte de tu padre, ¿cuál es el recuerdo que tienes de él?
Era muy sencillo, simpático, lindo... Cuando era pequeña me hacía reír mucho, me hacía de esas cosquillas que te matan de risa. Así era su esencia y esos momentos eran muy bonitos, alegres.
¿Te dio algún consejo que te marcara?
Él no era mucho de consejos, sino de recomendaciones. A veces me decía de broma: “Si te portas mal, ¡no le digas a nadie!”. Recuerdo que poco an- tes de morir fue a un recital mío y me apoyó haciéndome gestos. Nunca fue de decirte: “Tienes que hacer esto o tienes que hacer esto otro”. Lo que querías hacer, él te apoyaba. “No importa lo que quieras hacer en la vida, prepárate”, decía.
¿Dónde y cómo te imaginas estar dentro de 10 años?
Yo veo la carrera de Jenni Rivera y logró mucho, a pesar de que empezó un poquito más tarde que yo y con cinco hijos. Jenni es inspiración para mí. ¿Imagínense tener cinco hijos y sacar- los adelante pese a las adversidades? Además, llenaba conciertos; ahorita no hay una mujer que lo haga en el género regional mexicano.
Además de orgullo y compromiso, ¿qué otro sentimiento genera en ti el parentesco con el Ídolo de México?
Es algo inexplicable, porque cuando conozco a alguien que es hijo o nieto de un famoso, me emociono y digo: “¡Wow, no puedo creerlo!”. Justo cuando he conocido a otras personas confirmo que ser nieta de Pedro Infante es algo muy grande y pienso: “¿Qué voy a hacer con este legado?”. Siento que si voy a desenvolverme en este medio debo tomar todas las ventajas para demostrarles a todos que mi abuelo sigue vivo no sólo a través de su música, de sus películas, de sus historias, sino también de su descendencia. Igualmente es importante que se vea que sus frutos también están prosperando.
“MI MARIDO APOYA MI CARRERA”
¿Qué tanto cambian tus planes artísticos con tu reciente boda?
No mucho. Gracias a Dios, Sonny apoya mi carrera, ha sido mi mano derecha. Eso es muy importante cuando inicias tu carrera o en cualquier otro proyecto. Como es músico, coproducimos juntos. ¿Que si pienso tener hijos? Sí, sobre todo porque sé del reloj biológico que tenemos las mujeres. Tengo 32 años, así que será en unos cinco, ya que esté mejor establecida en México.