La banda tapatía aplaca demanda de su exadministrador por extorsión con un as bajo la manga
TEXTO: JORGE SOLTERO • FOTOGRAFÍAS: JORGE SOLTERO, GETTY IMAGES, WEB
A principios de febrero publicamos que el grupo Maná, su mánager Ulises Calleros y Lourdes Olvera, hermana de Fher, el vocalista, fueron demandados por extorsión. La querella fue presentada por José Francisco Zapata Arámbula, su administrador por 11 años, argumentando que un día lo citaron y lo obligaron a firmar una serie de documentos de renuncia en los que lo deslindaban de cualquier autoridad con la empresa. En respuesta, la agrupación reactivó una denuncia por fraude que tenía interpuesta en 2017 en contra de este exempleado. Con ese motivo, el viernes pasado se realizó una audiencia en el Juzgado Penal de Control y Oralidad en Puente Grande, Jalisco, como parte de la demanda por fraude genérico que interpusieron las empresas Palapa Music, Chaman Music y Music Tour USA, propiedad del grupo Maná, en contra de José Francisco Zapata Arámbula y su empresa Intercopy S.A. de C.V.
EL MONTO DE LA DEMANDA ES POR CINCO MILLONES DE PESOS
Durante la audiencia, que tuvo una duración de dos horas, el juez Luis Enrique Razo Jiménez, luego de escuchar los alegatos y argumentos del abogado de las empresas, Lic. Carlos Enrique Burguette Medina, el Ministerio Público y la defensa del imputado, el Lic. Alberto Martínez, dio a conocer su resolución, en la que finalmente se vinculó a proceso a Zapata Arámbula, y citó a una nueva audiencia de desahogo de pruebas el 28 de agosto de 2020. Además de lo anterior, el juez informó que el imputado tendrá que presentarse cada 15 días en el juzgado a firmar, depositar una garantía económica de 200 mil pesos, y no podrá abandonar el país (su visa y pasaporte quedaron en resguardo), a menos que el juez lo autorice. El monto de la demanda es de cinco millones de pesos, por 43 transacciones irregulares de octubre de 2006 a 2017.
HABLAMOS CON LA PARTE ACUSADA POR EL GRUPO
Al final de la audiencia platicamos con el abogado, Lic. Alberto Martínez, quien representa a Zapata Arámbula, y esto fue lo que nos dijo ¿Qué pasó durante la audiencia? Lo que nos llama la atención es la actitud del juez; teniendo 144 horas, que es el plazo que da la ley para resolver la solicitud de vinculación a proceso por parte de la fiscalía, éste señaló fecha para la audiencia en la que se resolvería esta situación, el jueves a las 9:00 a.m., que era sólo dos horas antes de que feneciera el término de las 144 horas. Además de que el juez llegó una hora tarde, y la audiencia comenzó entonces a las 10:00 a.m., por lo que cuando nosotros, que somos la defensa, quisimos contestar la imputación del fiscal, el juez ya no nos dejó tomarnos todo el tiempo que estimásemos necesario para exponer todos nuestros argumentos, porque traía el reloj encima, por lo que nos estuvo interrumpiendo y diciéndonos que no eran argumentos importantes, que nos fuéramos a los temas de fondo, hasta que llegó el punto en el que nos interrumpió y emitió su resolución. ¿Entonces no están de acuerdo con la resolución? Ésta ya la traía lista el juez desde que entró a la audiencia, ya que en cuanto terminamos la defensa de exponer nuestros argumentos, inmediatamente comenzó a leer una resolución que claramente ya traía preparada, y en la que se vinculaba a proceso a mi cliente. ¿Se está complicando entonces el caso? Definitivamente; sabemos que nos enfrentamos a gente poderosa, más aún si tomamos en cuenta que uno de los socios de la firma de abogados que defiende a la agrupación Maná es Consejero de la Judicatura del estado de Jalisco. ¿Esto qué quiere decir? En pocas palabras, es superior jerárquico del juez que resolvió el caso, por lo que lógicamente no nos encontramos ante procedimientos justos e imparciales.
EL ABOGADO DE MANÁ NO QUISO DAR DECLARACIONES
Buscamos la versión de Carlos Enrique Burguette Medina, abogado del grupo Maná, pero argumentó que “tenía que llevar unos papeles a otra instancia”, que regresaba para darnos su versión de los hechos, pero aprovechó que había otra puerta para salir por ahí y no dar ninguna declaración.