¡SUERTUDOTAS! ULISES DE LA TORRE revive en teatro a quien fuera el galán más cotizado del cine mexicano
Texto: Grisel Vaca Fotos: José Luis Ramos, Archivo
¡Qué terrible tenerme y después perderme!”, “¡Arroooooz!” y “Las traigo muertas” son algunas de las frases que, aunque forman parte de la cultura popular de todos los mexicanos, fue el inolvidable Mauricio Garcés quien las hizo famosas, y ahora estarán más presentes que nunca gracias a que este gran personaje del cine mexicano es revivido por Ulises de la Torre en la puesta en escena Suertudotas. Platicamos con él durante el estreno de la obra. “ME ENCANTABA SU ARROGANCIA, CABALLEROSIDAD, ASTUCIA, INTELIGENCIA, SUS PELÍCULAS Y SUS FRASES” ¿Qué significa para ti dar vida a Mauricio Garcés? Es un honor, una oportunidad importante y lo hago con gran respeto y cariño... Son muchas emociones, y creo que la obra lo tiene todo: escenografía, caracterización, vestuario, música... y el texto es maravilloso. ¿De qué forma te preparaste para hacerlo? Estuvimos analizando las escenas, la cadencia, las frases y lo que significaba Mauricio Garcés para todos... Es un trabajo que se logró gracias a Joaquín Bissner y cada uno de mis compañeros; quiero resaltar el trabajo de Violeta Isfel por estar apoyándome en todo momento. Además de las frases, lograste imitar perfectamente sus gestos y ademanes, ¿cómo lo conseguiste? Mis padres y mis hermanos me enseñaban mucho sobre Mauricio Garcés, además, jugaba todo el tiempo a cómo hablaba y se expresaba, pero no fue fácil llevarlo al teatro; a lo mejor en la pantalla chica se pueden emplear algunos trucos, pero aquí tienes la cercanía con el público y es algo riesgoso. ¿Eras su fan? Me atraía muchísimo, me encantaba su arrogancia, caballerosidad, astucia, inteligencia, sus películas y sus frases; su forma de hablar con esa voz tan seductora... Sí, era gran fan de Mauricio Garcés. ¿Consideras que tienes algo de él en la vida real? Sí, al igual que él, soy muy caballeroso y me gusta enaltecer a la mujer siempre; creo que una de las virtudes que tenía Mauricio era precisamente que le daba a la mujer un lugar inigualable, eso hacía que cayeran todas.