MICHELLE RODRÍGUEZ confiesa: “Me hace feliz que las personas se identifiquen, que tengan confianza en sí mismas”
Texto: Gerardo Escareño Fotos: José Luis Ramos, Jaime Nogales, Photo AMC
Michelle Rodríguez, quien recién culminó temporada en Los miserables, nos contó qué tanto ha tenido que batallar para conseguir papeles en el teatro y televisión con unos kilitos de más; incluso nos confesó que algunos le han ayudado a obtener personajes que se han quedado en el cariño del público. “HE SIDO BENDECIDA POR LA TELE” ¿Qué tan difícil ha sido para ti obtener papeles? No he batallado; he sido muy bendecida por la tele. Me han tocado personajes padres que conectan mucho con la gente, que rebasan la pantalla. No nada más ha sido el verme en la tele y que la gente se divierta con mi trabajo. Con Polita, tu personaje en Amores verdaderos, muchos se enamoraron de ti... Polita es un personaje muy querido por las personas, ella se sentía inspirada por la gente, estaba enamorada de Sebastián Rulli y creía que sí podía ser su novia. Está padre compartir eso con la gente; no era el tema de la historia, sino despertar esta cosa de: “yo sí puedo”; me hace muy feliz que se identifiquen si están pasando un mal momento o duda, que tengan confianza en sí mismos. “HE APRENDIDO DE LO QUE SOY” ¿Te has sentido discriminada en algún momento? ¿Discriminacion? No; al contrario, mi bandera es buscar que no suceda, que no tenga que sentirme discriminada, que se sepa lo que puedo hacer, y que cuando la gente lleve estas historias al teatro, busque más allá de una imagen. Has aprendido mucho de esto... He aprendido de lo que soy. Trabajo todos los días para que los estereotipos que se construyen a partir de la imagen y televisión sean para todos los que lo estamos viendo. En Los miserables cumpliste un sueño... Fue un sueño hecho realidad, un proyecto maravilloso que, cuando lo vi en el teatro hace 15 años, cambió mi vida, fue lo que hizo que yo decidiera dejar todo y volver a empezar, buscar llegar a mi meta. No es que lo viera imposible, pero sabía que era difícil; como todas las audiciones, no está en tus manos, pero me preparé lo más que pude.