Miguel Bosé vive distanciado de sus hermanas, Lucía y Paola Dominguín, no solo geográfica sino también sentimentalmente.
Aunque ellos aseguran que son unidos, el destino y la vida de los hijos de Lucía Bosé no pueden ser más diferentes.
Mientras que el cantante pose una casa de descanso en México, sus hermanas viven en un pueblo cercano a Valencia, España, donde llevan una modesta vida en una casa que ayudaron a restaurar, misma que posee un huerto que las ayuda con su alimentación.
Ambas decidieron mudarse a dicho pueblo, tras no tener éxito en el amor y al no poder prosperar en sus negocios.
Los hijos de Lucía y Paola intentaron, sin éxito colgarse de la fama de su tío, pero fueron reprimidos por el mismo Miguel Bosé y por sus madres.
La última reunión en la que estuvieron juntos fue tras la muerte de Bimba Bosé en 2017. La mayoría de los Dominguín-Bosé se presentaron en la casa de Lucía donde pasaron algunos días celebrando la vida de la modelo, hija de Lucía.