Nieta de Silvia Pinal se echa para atrás sobre ser bisexual y aclara que se define mejor como ‘queer’
TEXTO: NAYIB CANAÁN • FOTOGRAFÍAS: CORTESÍA • DISEÑO: JOSÉ ROQUE GUTIÉRREZ DEL ROSARIO
Por sus venas corre la sangre de una polémica familia mexicana, sin embargo, ella ha preferido mantenerse alejada del escándalo, tratando de llevar una vida ordinaria que le permite movilizarse por la ciudad sin despertar el interés de la prensa. Es la nieta de Silvia Pinal y se llama Giordana Guzmán, tiene 28 años y es la hija de Luis Enrique, el único hijo varón de ‘La Pinal’ y Enrique Guzmán. Recién la chica protagonizó una controversia al participar en un foro de debate sobre diversidad sexual el Día Internacional del Orgullo LGBT, recibiendo por igual ataques y mensajes de apoyo que la ubicaron en el ojo del huracán.
La criticaron por no ser parte de la comunidad LGBT, ante lo que ella dijo que quizá sí pertenecía a ese grupo. “Yo puedo apoyar a quien quiera, me gusta apoyar a todos los movimientos que ayuden al planeta. Quizá no me expresé correctamente al decir que era bisexual, tal vez me identifico más con los ‘queer’, porque esta teoría busca justamente no etiquetar a las personas; uno puede enamorarse de los sentimientos de las personas, no del género”. Después de un acercamiento con una chica, Giordana refiere que se queda con los hombres, pues las mujeres están “locas”.
Ahora, Giordana nos habla de cómo es la relación con sus famosos parientes.
“SOMOS MUY UNIDAS, YO LA AMO Y LA RESPETO MUCHO”
¿Cómo has tomado la exposición que has tenido recientemente en los medios?
Me hubiera gustado que me conocieran por mi trabajo, porque creo que lo que tengo que ofrecer no tiene nada que ver con el escándalo; mi hermana y yo somos muy reservadas, por las demás no puedo hablar. Pero nosotras siempre hemos estado muy al margen de los escándalos por paz mental y por seguridad también, porque Frida se fue a Estados
Unidos porque intentaron secuestrarla, y eso fue un impacto muy fuerte para todos, entonces, ahí fue cuando pensamos que era mejor que nadie supiera que existimos, para poder caminar tranquila en la calle, andar en metrobús. Quisiera que supieran de mí por mi trabajo, porque le dedico mucho amor y toda mi familia me apoya; de hecho, mi tía Alejandra toma clases conmigo, y ella sabe hacer joyería, también puso su propio taller, porque le gustó y me permitió ser su maestra. ¡¿Cuándo me iba a imaginar que una de las mujeres que más admiro quisiera que yo le enseñara algo?!
¿Desde cuándo haces joyas?
Empecé como en 2014, comencé haciendo bisutería y ahorita todo lo que hago es a mano. Esculpo las piezas, sé soldar, fundir el metal, me gusta mucho trabajar con plata y oro, además de las piedras, que son mi pasión. A mí la naturaleza me encanta y, de hecho, mi línea está inspirada en lo natural. Me gusta en específico una piedra que hay aquí en México que se llama ópalo, y es algo que distingue a mi marca.
¿Le has regalado piezas a tu familia?
Mi tía Alejandra es de mis clientas número uno, y los primeros aretes que hice se los regalé a mi abuela Silvia. A mi papá también le he regalado, y me he inspirado igualmente en mi abuela materna, ella también hacía joyería. Todos somos creativos en la familia, hasta del otro lado que no es famoso, pues mi abuelo tiene una estética y ganó cinco años consecutivos como mejor estilista de México, y mi mamá también es maquillista profesional. Además, mi hermana (Schersa) hace unos tatuajes increíbles, y murales y cuadros, todo precioso.
¿Qué se siente ser parte de una de las dinastías más controvertidas que tiene México?
Me encanta, me fascina, yo los amo porque son unos personajes con una personalidad muy marcada. Mi tía Sylvia me mata de la risa, la amo, la adoro; a Michelle la admiro mucho; Camila es una gran actriz; Stephanie también hace reír mucho porque es muy chistosa; Frida es más mi hermana que mi prima, porque nuestras madres estuvieron embarazadas al mismo tiempo y yo nací un mes después que Frida, entonces crecimos con la misma edad, viéndonos todo el tiempo. Somos muy unidas, yo la amo y la respeto mucho porque se me hace muy fuerte e inteligente; de todas, ella era quien tenía las mejores calificaciones en todo lo que estudiaba.
“AMO LA ELEGANCIA DE MI ABUELA Y SU PORTE COMO MUJER”
¿Te gustaría mediar para calmar los ánimos entre Alejandra y Frida?
Yo las apoyo muchísimo a las dos y entiendo que en todas las familias hay conflictos. Yo no puedo ni me siento con el poder de opinar. No sé cómo hay gente que le escribe tantos comentarios. Yo las amo a las dos, y créeme que al final ellas se aman y se adoran. Al final, el fuego que nos une a todas es el mismo, eso no se quita.
¿Has hablado recientemente con Frida?
Nos escribimos, a ella le gusta recibir mi apoyo; yo siempre la voy a defender.
¿Cómo te llevas con tu abuela Silvia?
La verdad es que siempre fue un amor un poco distante, pero con el paso de los años nos hemos unido más. Trato de verla mínimo tres o cuatro veces a la semana; como la tengo al lado, a cada rato voy y platico con ella. Ahorita está muy bien y ya ni se acuerda de que la operaron de la cadera.
¿Qué es lo que aprendes de ella?
Lo primero es la presencia, yo hasta al súper voy arreglada. No puedo salir a la calle en pants o en chongos. También aprendo a ser muy educada, a saber guardar silencio cuando es necesario. Amo la elegancia de mi abuela y su porte como mujer.