ODALYS RAMÍREZ y su esposo, PATRICIO BORGHETTI, están completamente limpios de COVID-19 y ya conviven otra vez con sus hijos
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS • FOTOGRAFÍAS: ARCHIVO, IG ODALYS RAMÍREZ
Odalys anhelaba abrazar y tocar a sus hijos, Gia, de cuatro años, y Rocco, de 11 meses, pero el coronavirus se lo impedía. Tras 15 días de que le detectaran el virus, volvió al hospital para hacerse una segunda prueba, la cual salió negativa, y aunque todo parecía indicar que ya no había nada qué temer, como lo dicta el protocolo, se realizó una tercera prueba para reiterar el negativo al COVID-19, y ahora puede gritar a los cuatros vientos que ya está libre de esta enfermedad, e incluso ya regresó al noticiero Al aire, con Paola Rojas. Su vida está volviendo a la normalidad, al igual que la de su marido, Patricio Borghetti, quien también estaba infectado e igualmente dio negativo en sus dos últimas pruebas. Ahora ambos disfrutan a sus hijos en casa como nunca, así nos lo contó en exclusiva la conductora.
“LO QUE MÁS ESPERAS EN TODA LA CUARENTENA ES QUE PASEN LOS 15 DÍAS”
¿Cómo te fue con los resultados de la prueba del coronavirus? Superbién, creo que lo que más esperas durante toda tu cuarentena es que pasen los 15 días y te hagan nuevamente la prueba. Yo fui con mucha fe; el proceso de recuperación fue lento, pero a la vez sentía que cada día avanzaba y debía salir todo bien. Afortunadamente Pato y yo nos la hicimos y salimos negativos en la segunda y tercera prueba. ¿Qué sigue ahora en el protocolo? Los protocolos están siendo muy estrictos. A partir de que sale el primer resultado negativo, la orden médica es esperar cinco días y volver a hacerse el examen, porque a veces puede dar un falso negativo, y gracias a Dios volvió a salir negativo. ¿Cómo fue volver a estar con Pato? Cuando fuimos a hacernos la segunda prueba fue como nuestra primera salida de novios, después 15 días, y es rarísimo salir a la calle; platicamos todo el camino hacia el hospital pensando en que todo saliera bien, y como yo tuve más síntomas, me iba entrevistando sobre cómo me sentía. ¿Qué les dijeron del contacto con tus hijos? Después de la segunda prueba negativa, la indicación médica fue que el contacto debía ser a consciencia: manos lavadas, desinfectarnos, no besarlos ni abrazarlos mucho, porque la idea era que las cargas virales, si es que ellos tenían o nosotros, no se cruzaran, pero después de la tercera prueba, ya los besamos y abrazamos sin restricción. Ya puedo hacer clases en línea con mi hija, tareas, bañar a mi bebé y darle de comer; todo regresa a la normalidad.
“ES INCREÍBLE LA CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN QUE TIENEN LOS NIÑOS”
¿Cómo reaccionaron? Después de 15 días de tener nada de contacto, fue el paraíso. Desde que nos dieron la noticia, nos comprometimos como papás a hacer este proceso menos traumático, por lo que nos asesoramos con amigas psicólogas y pedagogas. Es increíble la capacidad de adaptación que tienen los niños y lo perceptivos que son. ¿Y ese reencuentro? Fue muy emotivo para nosotros; ahora tenemos más consciencia de la falta y extrañamiento, los veíamos jugar y se nos salían las lágrimas, yo creo que pensaban que estábamos locos. Eso es lo que más extrañábamos, verlos de cerca disfrutando y viviéndolos. ¿Qué les dices a las mamás para que eviten un shock emocional en sus hijos? Soy una persona que constantemente está buscando conferencias, libros, expertos que traten el tema de sentimientos y emociones para los niños. Para mí es inmensamente más importante la inteligencia emocional de mis hijos, y las invito a que también lo hagan. En esta cuarentena hay doctores, psicólogos, psiquiatras que hablan de estos procesos, del duelo en la cuarentena y el aislamiento; en mi caso seguí mucho a Silvia Olmedo y Elisa Sacal. Viviste momentos duros... Sí, había momentos duros, como escuchar a mi bebé llorar y no poder cargarlo y abrazarlo, pero sabía que todo era temporal y pasaría. Esto abre áreas de oportunidad que en otra situación a lo mejor no exploraría: creatividad sin tocarlos, amarlos a distancia, y eso se les graba para toda la vida.
“HAY QUE ABRAZAR ESTO COMO UNA OPORTUNIDAD”
¿Qué descubriste en estos días de aislamiento? A hacer la escuela en casa. PuseamiGiaahaceryogay meditación para niños, y no sabes la felicidad y paz mental que le da; es decir, son cosas que en otros momentos no esperas. Los niños pasan la mitad del día en la escuela, y la otra mitad tú llegas y no le pones actividades porque quieres estar con ellos, entonces, hay que abrazar esto como una oportunidad. ¿Te sentiste sola? Nunca, gracias a Dios esta pandemia está pasando en momentos en que la tecnología te ayuda. Me sentí superacompañada gracias a las nuevas comunicaciones, hice que mis hijos sintieran también a sus padres cerca. Siempre nos escucharon, les sacábamos carcajadas, estábamos presentes a pesar de no tocarlos. ¿Qué aprendizaje te deja esto? Me deja el abrazar y valorar las cosas cotidianas que dábamos por sentado. No les dábamos el valor que tenían a momentos, como sentarse a comer en familia, abrazar a nuestros hijos, salir juntos y hacer un picnic, ver en el mismo cuarto una película. Si te pones a pensar, son cosas sencillas y que no tienen precio, eso les da un mayor valor.