OKA GINER le dio el último adiós a su perrito bulldog BRUNO, quien falleció de un paro cardiaco y respiratorio
TEXTO: LILIANA LEJARAZU FOTOS: IG OKA GINER
Oka Giner pasó terribles momentos de angustia el pasado 28 de agosto durante las grabaciones de la telenovela Cita a ciegas, en la que da vida a Marina, porque esa mañana había dejado a su perrito Bruno en el veterinario debido a que no podía respirar bien y, horas después, esa angustia se transformó en dolor cuando le avisaron que su compañero de vida había fallecido. Las lágrimas no se hicieron esperar, pero como toda una profesional sacó sus escenas avante, y al finalizar el amargo día, se fue a su casa para recordar a su amigo fiel, de quien, lamentablemente, no se pudo despedir, y sobre esta triste noticia platicamos con ella. “ESTOY DESTROZADA, BRUNO ERA MUY ESPECIAL PARA MÍ” Vimos que diste la triste noticia en tu Instagram, ¿cómo te sientes? Fue un golpe inesperado, la verdad es que no lo vi venir, Bruno tenía conmigo dos años, y pensarán que estoy loca, pero teníamos una complicidad muy especial, había códigos entre nosotros, nunca había adorado a un animalito tanto como lo hice con él. ¿Qué le pasó a Bruno? Por la misma raza –era un bulldog inglés– tenía muchos problemas que no habíamos detectado; empezó a tener problemas para respirar, al momento de llevarlo al veterinario lo reanimaron un poquito, pero apenas recobró la fuerza y volvió a la normalidad, le vino un paro cardiaco y respiratorio fulminante. También salió que tenía un tumor en la pancita y un tema en su próstata... mil cosas.
¿Pudiste estar con él en sus últimos momentos? Yo tenía llamado todo el día, desde la primera escena hasta la última en Cita a ciegas, entonces lo llevé en la mañanita con el veterinario, lo dejé y estuve al pendiente con un amigo que me hizo el favor de estar ahí, me dijo que lo habían reanimado y que estaba bien, ahí descansé un poquito, y dos horas después vino la noticia de que acababa de fallecer. Seguro te dolió no estar ahí... Sí, fue rudo, yo salí hasta las 9 de la noche y mi amigo tomó la decisión de informarme, porque había que decidir qué hacer con el perrito, y lo incineramos; fue muy duro, era mi compañero de vida. La gente puede pensar que uno exagera y que es un perro, pero los que tienen perro me entienden, y me deja muy triste, la casa es otra, estoy destrozada, Bruno era muy especial para mí. ¿Te quedarás las cenizas en tu casa? Aún no sé, le mandé a hacer su urna, pero no sé si las tendré en mi casa; pienso que no me hace bien, entonces creo que puedo ir al parque que tanto le gustaba y dejarlas ahí, o también estoy viendo la manera de hacer un dije... Todavía no tomo la decisión porque no me cae el veinte. ¿Velaste a Bruno? Sí, llegué a mi casa después del llamado, que no sé cómo lo logré sacar adelante. “HACÍA UNA ESCENA, REGRESABA AL CAMERINO Y LLORABA, ¡FUE HORRIBLE!” ¿Lloraste cuando te dieron la noticia? Totalmente; de hecho, la producción superlinda paró, me dijeron: “Vamos a hacer el corte a comer para que te restablezcas un poquito”, pero les dije: “No, terminemos las dos escenas que ya habíamos marcado, y ya en el corte a comer me desmorono”, no quería ni siquiera pensar en eso, porque Marina está en otra cosa y a Oka había que guardarla un poquito. También me ayudó mucho mi novio, apenas se enteró salió corriendo a Televisa, llegó y me dijo: “Tenemos un día de llamado qué sacar, vamos a darle a tus escenas, vas y las haces, y si quieres, lloras”, y así fue, iba y hacía una escena, regresaba al camerino y lloraba, ¡fue horrible! ¿Al final del día qué hiciste? Llegué con un dolor espantoso de cabeza a mi casa, estaban todos mis amigos ahí con pizza y fue una despedida bonita: brindamos, todos dijeron sus historias más cómicas con Bruno.
¿Qué nos puedes compartir sobre Bruno? A Bruno le gustaba que le rascara la panza, le decía: “Dame panza” y él se echaba boca arriba y había que rascarlo; además desde chiquito aprendió, y era su gracia, a levantar la pata y la “chocaba”... Siempre que se portaba mal, la “chocaba” y me mataba, sabía que me derretía con eso; en el parque le robaba los juguetes a los perritos y también hacía travesuras. Cuando yo me ausentaba varios horas por los llamados, se enojaba, y su manera de desquitarse era hacer pipí en mis cojines. Ahora sin Bruno, literalmente no hay perro en casa que te ladre... Exacto, y es muy rara la casa sin él, yo todo el día estaba con algo qué hacer, porque si él no estaba mordiendo algo, estaba ladrando porque quería jugar o ir al parque... Siempre tenía algo que hacer con él, y ahora hay una paz muy extraña y rara en la casa, no estoy acostumbrada a eso. ¿Sigue tu duelo? Sí, por eso estoy vestida de negro, es que estoy de luto (risas). También lo he tomado con mucho humor, mi novio es comediante y no ha dejado que me tire, como solía hacerlo.Oka Giner,OkaO