Aunque se canceló su única fuente de trabajo, JESSICA MÁS y RAMIRO FUMAZONI toman con filosofía en casa los efectos de la pandemia
TEXTO: FERNANDO MARTÍNEZ GONZÁLEZ • FOTOGRAFÍAS: JOSÉ LUIS RAMOS, IG JESSICA MÁS Y RAMIRO FUMAZONI, CORTESÍA
Ellos adelantaron el aislamiento obligado por la expansión del coronavirus en México para asegurar que no entrara a su hogar. Desde entonces, Jessica Más y Ramiro Fumazoni se las ingenian para aprovechar el tiempo con sus pequeños hijos, Ramiro y Bianca, realizando todo tipo de actividades. Y aunque cancelaron la temporada de la obra ¿Mi marido es o se hace?, debido justamente a la pandemia, toman con filosofía todo lo que de ella se deriva, incluso los ataques que el actor de origen argentino recibió por redes sociales al expresar su opinión respecto a la emergencia sanitaria.
“TODOS ESTAMOS PERDIENDO”
¿Cómo han vivido estos días de aislamiento?
RAMIRO: Una semana antes de iniciar la cuarentena, decidimos no llevar más a nuestros hijos a la escuela, porque era uno de los lugares más riesgosos para contraer la enfermedad. También pedimos a la nana de planta que ya no viniera, porque tiene dos hijos, uno de ocho años y otro de 14, por lo que debe estar con ellos. Por supuesto, le seguimos pagando su sueldo, y volverá con nosotros cuando pase todo esto.
JESSICA: Lo hicimos también porque ella usa transporte público para venir a casa, y no quisimos arriesgar su salud, la de su familia y la de nosotros. Tomamos precauciones pensando en que tenemos gente importante a nuestro alrededor que no quisiéramos contagiar con el virus. Vemos también televisión para informarnos y saber qué sucede en otros lugares.
¿Qué ha sido lo más complicado para ustedes?
R: Para mí, vivir esta pandemia a mis 48 años. Además, peleo mucho con mi mamá, que vive en Argentina; aunque tiene 78 años, está muy acostumbrada a salir a la calle. Es muy independiente y sigue trabajando. J: Es la única que nos ha costado trabajo que entienda. R: En Argentina se implementó la medida de llevar presos a los individuos que no se encuentren aislados en su hogar. Entonces, figúrense.
¿Cómo les ha afectado económicamente? Cancelaron la temporada de la obra...
J: No es el mejor momento. Quisiéramos estar presentando ¿Mi marido es o se hace?, pero se canceló hasta nuevo aviso, y nos tenemos que ajustar a las circunstancias.
R: Todos estamos perdiendo, no solamente nosotros ni el país, es un problema a nivel mundial. Hace poco compartí en un video mi opinión sobre las decisiones tomadas por el Gobierno mexicano ante la situación, y algunos cibernautas me atacaron diciendo que no soy mexicano.
¿Qué opinas ante esto?
La realidad es que vivo aquí, me siento mexicano, mis hijos son mexicanos y el dinero que gano lo gasto aquí. Lamentablemente, no me quedó otra alternativa más que bajar el video. Debemos tener conciencia social y pensar en el mundo entero, en los papás, en los abuelos y en las familias que se quedan sin trabajo y sin comida. Algunas personas de repente reaccionan de manera muy agresiva cuando emitimos nuestra opinión.
¿A qué creen que se deba esto?
J: Al mismo encierro, por el estrés que nos genera. Nosotros no somos una familia ejemplar; hay momentos en los que le digo a Ramiro: “¡No aguanto más a los niños!”.
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“NUESTROS HIJOS YA ESTÁN ADAPTADOS A LA SITUACIÓN”
Por cierto, ¿cómo han reaccionado sus hijos?
R: Nos divertimos mucho porque gozamos de nuestras locuras. Estoy sor- prendido de la manera tan positiva en que están tomando el encierro, porque de un día para otro cambiaron completamente la rutina a la que estaban acostumbrados. Todo el tiempo les hemos explicado qué es el coronavirus y cómo afecta a las personas, y lo entendieron muy bien. Están superadaptados a la situación.
¿En qué ocupan el tiempo con ellos?
J: Somos unos padres muy cariñosos y todo el tiempo estamos jugando, riendo... A veces hacemos tarea, vamos adelantando trabajos y así despejamos la mente. Por suerte, están en una etapa en la que, cuando papá y mamá ya perdieron la cabeza, pueden hacer otras cosas, son hiperactivos y necesitan movimiento. También nos ponemos a hacer ejercicio, y ellos nos acompañan porque les parece divertido. R: Ellos están acostumbrados a que nos vamos al gimnasio y se quedan con la nana, pero ahora el gym está en casa y empiezan a entender muchas cosas. También jugamos boliche, pelo- ta, Jenga y armamos rompecabezas.
¿Cómo se organizan para salir a hacer las compras necesarias?
R: Solamente fuimos dos veces al supermercado; los niños se quedaron en casa. Compramos una buena cantidad de alimentos porque tenemos dos “ratoncitos” que comen demasiado (risas). Ahora solamente saldrá uno de nosotros dos; probablemente sea Jessi, que es quien más sabe sobre el tema de las compras, y lo hará protegiéndose con cubrebocas y guantes.
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