Raquel Martínez es una actriz nacida en Sevilla, España, que ha llegado a México a conquistar corazones con su simpático personaje, Odaya, en ‘Los pecados de Bárbara’, una mujer atractiva y simpática chica transgénero, antes conocida como Odín, que en la adolescencia fue un gran amigo de Bárbara, la protagonista.
Cuando Bárbara vuelve a su pueblo, Santa Prudencia, se reencuentra con ella y es la única persona del lugar que la acepta tal cual es, sin juzgarla o criticarla. Odaya tiene un carácter desafiante, irreverente, pero también es muy sensible y enamoradiza.
Platicamos con Raquel sobre su personaje, cómo fue que llegó a esta serie, qué espera o quiere transmitir con Odaya y sobre todo, qué siente al ser la primera mujer trans en participar en una producción de Televisa, además, de cómo ha recibido el público su trabajo, principalmente el colectivo al que pertenece.
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Cuéntanos de Odaya, un personaje polémico, divertido, ¿o cómo lo ves tú?
No siento que esté siendo polémico, siento que la gente lo está aceptando con mucho cariño y mucha normalidad, que es lo que yo esperaba. Considero que la gente se está divirtiendo mucho con Odaya, con sus ocurrencias, con la amistad que tiene con Bárbara (la protagonista), la que empieza a hacer con Lola, que es Regina Orozco, y contenta de que la gente pueda llegar a verla con la normalidad que se merece, ni más ni menos.
¿Cómo llegó la oportunidad de ‘Los pecados de Bárbara’?
Yo había estado en el piloto de la serie, y de ese piloto, al final, solo quedamos Diana Bovio, que es la protagonista, Irán Castillo, que es Coqui, la hermana de Bárbara y yo. El resto de personajes son todos actores nuevos, o que se han ido incorporando porque no estaban en la historia original. Aunque tuve que volver a hacer casting, no estaba definida desde que hicimos el piloto, y cuando me dijeron ‘estás’ me quedé un poco “shockeada”.
¿Por qué?
No me esperaba ser la primera mujer trans en una serie de Televisa, sí te impacta, sobre todo porque no sabes qué repercusión puede llegar a tener; vivimos todavía en una sociedad en laque a veces le cuesta un poquito aceptar a la gente.
¿Ha sido para ti difícil esa aceptación?
Yo siempre he dicho que cuando te paras a conocer a las personas buscas el punto de inflexión, al conocer a las personas te das cuenta de que tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan y al final del día, todos sufrimos, todos estamos tristes alguna vez, todos estamos contentos, tenemos desamores, tenemos alegrías, y te das cuenta de que nos hace falta ponernos más en los zapatos del otro para entenderlo y no juzgar a la gente tanto.
¿Y la comunidad LGTB+ cómo ha recibido a Odaya?
Pues fíjate que no he tenido por el momento ningún comentario, entonces quiero pensar que eso es bueno, porque si hubiera sido algo negativo, hubiera saltado ya la gente del colectivo a criticarlo, pero no. Es verdad que la historia está escrita desde el respeto máximo, que para mí era muy importante, el hecho de que yo como parte de este colectivo, quería darle esa dignidad que debe tener la comunidad. En ningún momento he tenido que levantar la mano y decir “esto no”. Está escrito muy bien, desde el cariño, el respeto, no había ninguna escena en la que se faltara al respeto como persona trans, está muy bonito la verdad.
Y es un personaje distinto a cómo se había manejado, lejos de la parodia o la exageración
Eso era también muy importante, el hecho de que no fuera un ‘cliché’. Estamos en el 2020, eso está superpasado de moda. Ya no ves hoy en día en series a un chico gay que trae la boa de plumas y vestido de rosa, porque eso es un cliché superantiguo. No tenía sentido que Odaya fuera uno más, ya lo hemos visto en otras series o programas de televisión, con algún maravilloso actor, pero caracterizado de mujer. Eso no es una persona trans, una mujer trans es una mujer más, una mujer que pasa a tu lado y no hay ningún tipo de diferencia. De eso se trataba, de que fuera creíble, de que fuera real, de que Odaya, más allá de su forma de vestir, porque le gusta vestirse atractiva, fuera un poco más, tiene que resaltar a nivel artístico el personaje.
¿Cómo es la personalidad de Odaya?
Ella empieza un poquito ordinaria, por decirlo de alguna manera, no conjuga bien los colores y así, pero teniendo en cuenta de que vive en un pueblito, que no encuentra lo que le gustaría vestir, entonces va adaptándose con lo que tiene allí para llegar a su look final. Pero conforme va a avanzando la serie, vamos viendo que su estilo va a ir cambiando, porque al tener al lado a una persona que viene de la gran ciudad, dueña de una tienda de lujo, ella también se va a ir refinando, es parte de la evolución del personaje.
Fuera del set, ¿cómo vives tu día a día, a la sociedad actual en estos temas de aceptación?
Mi día a día es muy normal, me gusta ir al gimnasio, a pasear con mis amigos, etcétera. A la sociedad, veo que poquito a poco va a avanzando; sería raro pensar que estamos anclados en el tiempo y que no evolucionamos. Pero es muy despacito, vamos pasito a pasito; falta todavía un poquito de apertura, sobre todo de educación a la gente, y no es que sea maleducada, sino de educación específica, de cómo hablarle a una persona trans, como no preguntarle si está operada, o cómo te llamabas antes, esas son preguntas de muy mal gusto. Ese poquito de educación falta en la gente, ponerte en el lugar del otro y pensar ‘a mí me molestaría que me preguntaran cosas así’. A la gente le falta eso.
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¿Crees que se deba a que aquí en México todavía la sociedad es muy machista?
Eso no solo es aquí en México, yo soy española y también allá pasa. Mucha gente piensa que en España, por ser Europa, ya estamos un paso adelante y para nada, estamos igual en este tipo de cosas, y eso es parte de la educación. ¿Sabes qué es lo bonito de todo esto? Que una persona, aunque tenga 50 o 60 años, se puede reeducar. Así se han podido dar algunas nociones, pero si tienes la mente abierta a recibir nueva información, pues es lo bueno, que puedes reeducarte para que todos podamos convivir, no podemos estar unos en contra de otros en esta misma Tierra, que es el mismo planeta, no queda de otra.
¿Qué proyectos tienes para este 2020?
Ya terminamos Los Pecados…, y ahora en unos meses no tengo previsto nada, quién sabe lo que pueda pasar. Pero en el segundo semestre del año, ya más para septiembre, tengo una película con el mismo director de la serie, Emilio Maillé. Estamos en pláticas de cómo va a ser, cuándo va a ser, está todo en el aire, el proyecto va pero no sabemos muy bien cuando ni nada.
Cabe resaltar que no es la primera vez que una producción de Televisa, trabaja con una actriz transgénero, pues también en ‘Como dice el dicho’, se contó con la actuación de la guapa Michelle Trujillo.
