PEDRO DAMIÁN celebra los 15 años de su telenovela y nos cuenta detalles detrás de aquel fenómeno juvenil
TEXTO: NAYIB CANAÁN FOTOS: RICARDO CRISTINO, JAVIER ARELLANO, EDSON VÁZQUEZ, JOSÉ LUIS REMAO, ARCHIVO
No sólo cambió la vida de seis jóvenes que hoy permanecen en el recuerdo del público, sino también la de su productor, Pedro Damián. Rebelde cumple 15 años desde su primera transmisión, y en exclusiva, el creador de este fenómeno que revolucionó gran parte del mundo nos cuenta cómo se fue armando la telenovela juvenil más exitosa de los últimos años; además, hace un recuento de lo que fue el primer casting para elegir a las estrellas que saltaron del Foro 3 de Televisa a grandes estadios y coliseos, gracias al impacto musical de RBD. “DOS COMPAÑÍAS ESTÁN INTERESADAS EN EL DOCUMENTAL” Se cumplieron 15 años del inicio de Rebelde en México, ¿cómo vives este aniversario? Me tocó ver las fiestas que se hicieron en redes sociales, y si miro hacia atrás veo una gran historia, veo a unos chicos increíbles, veo unos viajes maravillosos, unos estadios llenos, una generación RBD que aún está viva. ¿Hay cierta nostalgia con esta fecha? No, nostalgia no, porque todavía vivo esa etapa como en tiempo presente. Esos chicos, que eran generación RBD, en ese momento tenían 15, 16 o 20, y ahorita están en 28 o 30 años. Yo creo que es una generación muy poderosa, fuerte, que aún sigue haciendo vibrar las redes con sus comentarios, con sus historias, y exigiéndome cada vez más cosas.
¿Qué te exigen, por ejemplo? Me piden que la música esté en Spotify, pero yo no tengo los derechos. Les digo que los derechos son de la editora, es una editora musical la que los administra. Y luego me preguntan por el documental también, pero he tenido dos reuniones con unas compañías muy interesadas en su distribución, y aún no se concreta nada. Sin embargo, creo que vamos por buen camino. ¿Aún te sigue dejando sonrisas y satisfacciones este proyecto? Sí, y amigos. El otro día me encontré a Poncho en un festival de cine de Guanajuato... Tuvimos la oportunidad de platicar y darnos un abrazo. Cuando nos abrazamos sabemos lo que recorrimos. “ESTOS PROYECTOS NO OCURREN CON FRECUENCIA” ¿Te marcó mucho Rebelde? Me marcó como persona, como profesional. Me enseñó demasiado, y al mismo tiempo fue tan rápido... Es que no hubo tiempo de repensarlo, de procesarlo, porque estábamos grabando la serie y al mismo tiempo estábamos debutando en Colombia con 40 mil personas en un estadio. Era como una locura de viajes, subirnos a aviones, llegar a aeropuertos, no dormir en las noches, pasar temporadas pensando qué sigue o qué sería de mi vida. ¿Lo ves como tu mayor éxito? Lo veo como un éxito profesional muy, muy grande, porque creó una generación. Y creo que esos proyectos no ocurren con frecuencia, son generacionales. De hecho, no se volvió a ver nada igual, ¿por qué? ¡No lo sé! Era la época, digamos que los muchachos no tenían tanta fama; Christopher tenía 17 años, Dulce venía de hacer dos telenovelas conmigo, estaba chiquita. Anahí era la que más fama tenía en ese momento; Poncho venía de hacer una película, Christian también era prácticamente nuevo. O sea, no eran famosos internacionales, alcanzaron esa proyección gracias a RBD, así como yo también, que ahora me conocen en España, Lituania, Cracovia, porque hicimos historias. ¿Cómo llegó la historia a tus manos? Fue una propuesta que me hizo directamente la empresa de Argentina, del proyecto que realizó Cris Morena, a quien le agradezco la oportunidad. Pero nosotros hicimos una transformación literal, adecuamos la historia no sólo a México, sino al mundo entero. Eso le permitió una gran expansión.
“ESTABA CONTEMPLADA PARA SEIS O SIETE MESES” ¿Fueron complicados esos primeros planteamientos? Sí, de pronto había ordenes de que sí se hacía, luego que no. Hubo de pronto un paro, nos detuvieron en un avión porque no se iba a grabar. Fueron complicaciones administrativas, pero después que se liberó eso, lo que hicimos fue correr. ¿Nunca se pensó que serían casi dos años de transmisiones? Nunca se pensó eso, quizás estaba concebida para seis o siete meses. La idea de hacer una banda surgió desde que lo planteamos, todo estaba pensando, desde el mercadeo hasta la promoción. Lo único que no se pensó fue en redes sociales, porque para ese entonces no existían. ¿Te imaginas que existieran las redes en esa época? Yo pienso que sería el fenómeno más grande en el mundo del entretenimiento latino. “YO NO ESTABA SEGURO DE ANAHÍ” ¿Fue sorpresivo el éxito de la banda? Te cuento una anécdota. Nuestro primer show era en Toluca, dijimos: “vamos a ver qué pasa”. De pronto ves un estadio lleno; al poco tiempo nos fuimos a Colombia, y llegas frente a 40 mil personas; también nos fuimos a Los Ángeles, al Coliseo, donde fueron cien mil personas. Es algo que todavía tengo fresco en la mente. ¿Cuál fue la clave de ese despegue? Creo que la magia de una generación que los necesitaba. Eran jóvenes que necesitaban desahogarse con los problemas que tenían los chicos en la historia; además, había una forma desenfadada en la que ellos jugaban, fue una forma mucho más real que la versión argentina. Esa versión nunca la vi, quería una versión limpia en mi cabeza. Allá eran cuatro personajes, pero enriquecimos la trama agregando dos protagónicos más.
¿Siempre fueron ellos los protagonistas? Pues hubo bastante casting y audiciones, se hicieron muchas selecciones, pero cuando los vi supe que eran ellos. La que más trabajo me costó encontrar fue a Mía Colucci... Yo no estaba seguro de Anahí, ella era la más famosa y sentía que no era la que debía ser, pero ella me dijo: “Vamos a probarlo”. Entonces empezamos a hacer ejercicios, se incorporó ella con los que ya estaban y empezamos a trabajar juntos para ver qué pasaba. De pronto, Mía Colucci encarnó en ella, o sea, se lo metió dentro y resultó muy creíble. En lugar de hacer un personaje que podía verse pedante para el público, la gente la amó. En el caso de Dulce, yo siempre la tenía como una niña amable, bonita, me dijo que quería ser Roberta, quería un cambio drástico porque ella era agresiva, peleonera, fuerte. La que menos experiencia tenía era Maite, ella venía del CEA, y me sorprendió. Además, tenía una belleza mexicana no tan autóctona, era como una mezcla, con mucho ímpetu. A Christian y a Poncho me los traje directamente de Clase 406. “NOS FALTÓ LLEGAR A ASIA” También tuviste a Angelique Boyer en sus inicios, ¿cómo ves que ahora sea la protagonista más cotizada de Televisa? Bueno, la Boyer era increíble, esa niña hizo casting y se lo ganó muy bien. Siempre tuvo fuerza de actriz, pero con los años la ha ido depurando, mejorando, se puso más bella y es extraordinaria en pantalla. En esa oportunidad era una adolescente. En cuanto a los amores, ¿se vivió otra telenovela detrás de cámaras? ¡Por supuesto! Lo manejé escuchando, tratando de alinear personalidades, de alinear problemas, sin juzgar. Siempre traté de oírlos, porque por ser adulto quizá no me contaban todo. Pero hubo muy buena comunicación y en todo momento les hablé de hermandad, de seres humanos. ¿Sientes que pudo dar más Rebelde? No, dio lo que tenía que dar. No estábamos agotados, ya íbamos por España, pero quería más, quería más Estados Unidos, quería Asia, anhelaba pegar en China, Japón. Eso fue lo pendiente.
