Sus compromisos artísticos y como mamá tienen a SANDRA ECHEVERRÍA con el alma en un hilo: "¡Mi hijo necesita mucho de mí!”
Texto: Alejandro Salazar Hernández Fotos: Cortesía revista Vanidades
Sandra Echeverría vive un momento trascendente en su carrera. Protagoniza nueva versión de la telenovela La usurpadora, producción de Carmen Armendáriz que desde hace algunos días le impone incontables desafíos artísticos (es la primera vez que interpreta doble papel en una misma historia) y personales. En este último rubro, le orilló a abandonar Los Ángeles, California, para volver temporalmente a la Ciudad de México con su esposo, Leonardo de Lozanne (quien hace temporada de teatro) y su hijo, Andrés. Además, suspendió de tajo su recién retomada faceta de cantante, ahora en el género vernáculo, con el álbum Instinto. También se transmite La bandida, serie que protagoniza, y tiene a la vuelta de la esquina el estreno de dos películas: una de ellas Las píldoras de mi novio, al lado de Jaime Camil. Todo en conjunto la tiene literalmente al borde de un ata- que de nervios. “CON LOS HORARIOS QUE TENEMOS, EXTRAÑO A MI HIJO” ¿Cómo enfrentas esta etapa en la que sorprendes lo mismo actuando en cine y televisión, que también cantando? El público se sorprende al enterarse de que canto, porque me conoció como actriz, pero lo hago desde chiquita y es mi pasión desde que tengo nueve años. De hecho, siempre he dicho que soy actriz por accidente, y cada vez que me implico en un proyecto trato de incluir cositas de música, porque la amo. Terminando la grabación de La usurpadora quisiera retomar esta faceta, porque es algo que me lleva a una parte más real de mí, que hago como terapia y disfruto muchísimo. [embed]https://www.instagram.com/p/ByFuWmpl-zk/[/embed] ¿Qué es lo que más se te ha dificultado en este regreso temporal a la Ciudad de México? ¡Sacar a mi hijo de la escuela, y ahora extrañarlo con los horarios que tenemos! La producción me ayuda con eso, porque fue uno de los temas que me preocuparon desde un principio, y fueron también clave para aceptar. Andrés es un niño de tres años que necesita mucho de mí. Comparto con él dos tardes a la semana, pero igual hay momentos en los que entro en crisis y me gustaría estar en sus clases de natación y en todo... Desafortunadamente no puedo hacerlo. Lo bueno es que sólo son cuatro meses, y únicamente hay que mentalizarse de que después voy a estar libre y cien por ciento con él. ¿Como le cayó el cambio de residencia temporal? A él le viene muy bien venir acá, porque aquí está toda la familia. Le encanta ver a sus abuelos, a sus hermanitos... Está yendo a una escuelita donde habla español, ya no tanto inglés, y se puede expresar mejor. De repente sí me pregunta: “¿Cuándo vamos a Los Ángeles?”, pero le encanta venir. Es un niño muy adaptable, y en todos lados se encuentra algo que le gusta. Gracias a Dios es un niño muy feliz. ¿Qué es lo que más le gusta cuando viene acá? Ver a sus hermanitos, convive mucho con ellos. Cuando estamos en México, Bruno y Alexis se vienen con nosotros una temporada. Me encanta, porque ellos hacen feliz a mi hijo y él los hace felices a ellos. Me gusta que los tres estén juntos porque lo acompañan. En Los Ángeles, Andrés está más solito. “NUNCA HABÍA INTERPRETADO A UNA MUJER TAN LOCA” ¿Cuál ha sido la mayor dificultad para interpretar un doble personaje? Concentrarme en la parte emocional de cada uno y darle continuidad en la grabación de las escenas. También, tener que trabajar con un acento colombiano para diferenciar más a las gemelas; en este caso debo estar todo el tiempo acompañada de un coach que me diga si lo estoy haciendo bien. O a veces tener que grabar escenas dirigiéndome a una pelota de tenis que simula a una de las hermanas. La experiencia está siendo muy divertida, es un reto de sube y bajas, porque cada una de ellas vive cosas superintensas y muchos momentos duros. Me ha tocado hacer cosas que en la vida nunca pensé hacer. De repente me sorprendo a mí misma de ver lo que estoy haciendo. ¿Como qué? Manejar emociones extremas... ¡Todos los días lloro! Nunca me había tocado interpretar a una mujer tan loca (risas). [embed]https://www.instagram.com/p/Bw0KGgNltu_/[/embed] Todas las escenas son grabadas con diálogos aprendidos de memoria... ¿qué tan complicado resulta esto para ti? Ya estoy acostumbrada. Así es mi escuela y me gustó, porque el cerebro es un músculo que siempre hay que estar trabajando y cada día es más fácil, se pegan las cosas más fácilmente y no tengo mucho problema en eso. He participado en un solo proyecto en el que me obligaron a usar apuntador y no me gustó nada. ¿Quién te divierte más, Paola o Paulina? Paola, porque siempre he hecho personajes de buena, pero nunca una mujer con tanta locura y pasión como ella, que vive todo con tanta intensidad. Me permite hacer un personaje distinto a lo realizado anteriormente. Eso me divierte muchísimo. En su momento, esta historia catapultó a Gaby Spanic... ¿tú qué esperas de este proyecto? Que el público se dé oportunidad de vernos, que no por ser un remake ya nos descalifiquen de inmediato; al contrario, es una historia de 25 capítulos bien escrita y contada de manera diferente, es una versión más cinematográfica, más real. Además, todos los personajes son muy humanos, no son farsa ni caricaturas. Ojalá que al público le guste tanto como a nosotros, que hemos disfrutado mucho hacerla. El material que hemos visto está increíble. Ojalá que el público lo aprecie igual que nosotros. "¿OTRO HIJO? NO. AHÍ SÍ YA LE PARAMOS” ¿Cómo te va con tu álbum Instinto? Tuve que hacer una pausa por la serie, y estamos en pláticas para retomar la promoción una vez que la terminemos porque es una de mis prioridades. El 8 de junio voy a cantar en el Festival de Cine Hola México en Los Ángeles, y luego tengo fechas apartadas para hacer mis tocadas. Retomaremos todo a principios de agosto más o menos. En tanto, cada vez que puedo subo videitos cantando para que la gente vea que no voy a dejar esa faceta, que voy a seguir siendo muy necia con eso. ¿De quién pesó más la influencia para grabar un disco con canciones rancheras? De mi abuelita. Recuerdo que me regaló una grabadora, luego me dio un disco en el que venía María bonita y me puso a cantarla. Ahí fue cuando mi familia me escuchó y me dijo: “¡Cantas muy bonito!”, y empezaron a decir: “Apréndete esta canción y esta otra”, me regalaron cancioneros mexicanos, me enamoré del mariachi, y a partir de ahí me seguí cantando eso. Entre todo, ¿te darás tiempo para tener otro hijo? ¡No! Yo creo que ahí sí ya le paramos.
