Más talento mexicano rumbo al Oscar, las protagonistas del cortometraje SARIA nos cuentan qué les dejó recrear una desgracia
TEXTO: SALVADOR FRANCO Y GRISEL VACA • FOTOGRAFÍAS: CHRISTOPHER ARMENTA, CORTESÍA SARIA, ALEJANDRO CORREA • MAQUILLAJE: DIANA RAZO
Cuarenta y un niñas guatemaltecas que hace dos años fallecieron en el incendio de una casa hogar están representadas en Saria, cortometraje filmado en México con talento nacional y que el próximo domingo 9 de febrero buscará el Oscar en la entrega programada en Los Ángeles, California.
LA TRAGEDIA
El 8 de marzo de 2017, el mundo se conmocionó ante el suceso. Uno de los más impresionados por la tragedia en la casa hogar Seguro Virgen de la Asunción, fue el cineasta Bryan Buckley, quien al ver las noticias inició una investigación exhaustiva que dio como resultado este cortometraje. Su objetivo: que el mundo descubriera las condiciones y abusos psicológicos y sexuales que sufren muchas niñas en lugares que supuestamente deben servir para salvaguardar su integridad.
En la cinta de 23 minutos, varias de esas niñas planean un escape y una ruta que las lleve a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. El plan falla, y como castigo son encerradas en una bodega, la cual ellas incendian como medida desesperada para salir, sin imaginar que nadie llegará a auxiliarlas.
HECHO EN MÉXICO
Después de una ardua búsqueda, Buckley y su equipo encontraron en Ministerios de Amor a las niñas que interpretaron los roles protagónicos. Estefanía Téllez (Saria), Verónica Zúñiga (Deysi) y Gabriela Ramírez (Ximena) narraron su experiencia en el proyecto. “Este papel me ayudó a transmitir el mensaje para que se haga justicia a las ni- ñas que sufrieron eso”, comenta Estefanía.
Verónica relató que, aunque le fue difícil actuar frente a la cámara, quería ayudar a contar la historia de niñas que “el mundo ve sin valor alguno”. Por su parte, Gabriela admitió al principio la dificultad de grabar las escenas, porque no tienen conocimientos de actuación, asunto que contrarrestaron con clases previas y la buena asesoría que tuvieron durante la filmación. “Leí el guión, y cuando llegué a la parte donde ellas mueren, sentí muy feo... Aún no puedo creer que haya gente así. Me dio gusto saber que puedo tener voz por esas niñas que ahora ya no están”, expresó la joven de 18 años, quien de las tres es la única que quiere ser actriz: “En seis meses empiezo un propedéutico para la carrera de actuación, y estoy muy contenta”.
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