Sharis Cid confiesa que, a dos años del fallecimiento de su pareja, Isaías Gómez, ella puede dejar este mundo en paz porque conoció el amor con él
Fue el 30 de septiembre de 2018 que el corazón de Sharis Cid dio un vuelco tras ver frente a sus ojos como fue baleado su novio, el empresario Isaías Gómez, en plena vía pública de San Miguel de Allende, Guanajuato. Ahora, a dos años de este fatídico acontecimiento,la actriz nos contó cómo se encuentra y si piensa darle una nueva oportunidad al amor, ya que por cierto, el pasado 5 de septiembre celebró 48 años de vida. Recientemente dio a conocer que se contagió de Covid-19. Imperdible: Sharis Cid se contagia de Covid-19 en víspera de su cumpleaños Sharis, ¿cuántos años cumples? Qué bueno que lo vamos a aclarar, porque unos ponen que 50, otros que 60, lo bueno es que me veo de 30 (risas), pero voy a cumplir 48 años de edad y lo digo muy orgullosa y feliz, porque soy una abuela joven, nací el 5 de septiembre de 1972. ¿Cómo le haces para verte tan bien? Sí me han dicho, incluso me preguntan: “¿Qué te haces en la cara?”, pero la única realidad es que tomo mucha agua, me cuido, tomo mi colágeno, usos cremas que me han servido, pero lo más importante, aunque se escuche ridículo, es tener buena actitud, porque cuando me despierto de malas me cambia el rostro. Entonces creo que es muy importante siempre tratar de traer una sonrisa, estar bien; si te sientes triste está bien, pero debemos darnos la oportunidad de levantarnos. A tus 48 años de edad, ¿cuál ha sido uno de tus mayores aprendizajes? Lo más importante para mí es ver a mi hija realizada como mujer, profesionista, mamá y esposa; voltear a verla y decir: “Lo logré a pesar la distancia”. Sin embargo, no le quito el crédito a su abuelita, ya que cuando me vine a la Ciudad de México, en 1994, Kristal tenía cuatro años de edad, y mi madre se encargó de hacerla la persona que es hoy. También le agradezco a Dios porque tengo salud, la gente me quiere, me conoce, y el que me exprese su cariño es algo que no tiene precio. Puedes leer: Presunto asesino de esposo de Sharis Cid ¡es declarado inocente! ¿Se podría decir que tu familia y carrera artística son lo más importante para ti? Exactamente, también el haber encontrado el amor, y saber a mis 48 años, después de tanto tiempo, lo que es amar y que te amen, a pesar de que él ya no está, pero puedo decir que me puedo morir mañana, lo hago tranquila... Claro que me faltan miles de cosas por hacer, pero me siento muy plena en este momento. ¿Qué te faltaría por hacer en tu vida? Tengo muchos sueños por cumplir, quiero seguir trabajando, quiero volver a la televisión, pero pues ahí voy. Y con respecto al fallecimiento de tu pareja, ¿cómo has ido evolucionando emocionalmente? El 30 de septiembre se cumplen dos años; puedo decir que obviamente no ha sido nada fácil, porque encontré el amor, sé lo que es amar y ser amada, y con eso me quedo, con un recuerdo que estará presente por el resto de mi vida, porque él está allá arriba y yo estoy acá abajo, pero su presencia y recuerdo siempre van a estar en mi mente. ¿Estás dispuesta a darte una nueva oportunidad en el amor? Vamos a ver si de regalo me llega nuevamente el amor, estoy abierta a las posibilidades, con muchas ganas de vivir y de conocer a alguien bueno, trabajador y maravilloso, pero será cuando Dios quiera. No te pierdas: Kristal Cid, esposa de Brandon Peniche, ha sido discriminada por tener Coronavirus Y en lo profesional, ¿has tenido propuestas para volver a trabajar próximamente? He estado haciendo muchos castings con la nueva normalidad; por ahí tengo un presentimiento, a ver si se me hace con una serie muy padre que tiene un elenco espectacular. Lo más reciente que hice en televisión fue gracias a Jorge y Pedro Ortíz de Pinedo, que me integraron a Una familia de diez con una participación especial muy bonita; me siento muy agradecida, y son las cosas que se valoran, porque son personas que verdaderamente te quieren, y por supuesto que estoy dispuesta a trabajar. Te interesa: Mira cuánto cobran estos famosos por un saludo ¿Pagarías?
Por: Fernando Martínez