LOS TIGRES DEL NORTE fueron los elegidos entre cientos de peticiones para tocar en la prisión de Folsom, en California; esto les llevó más de un año de preparación
TEXTO: GABRIELA DE LOS SANTOS FOTOS: HÉCTOR GARCÍA
Los Tigres del Norte sintieron lo mismo que los reos de la prisión de Folsom, en California, al estar adentro: los privaron de su libertad. Hace unos días, los íconos de la música hispanohablante aterrizaron en la Ciudad de México para platicar con la prensa y presentar el soundtrack Los Tigres del Norte at Folsom Prison, el cual fue grabado durante el concierto que ofrecieron hace unos meses a la población que paga sus penas dentro de ese lugar –43 por ciento latina, y la mayoría de origen mexicano–. Fueron dos días en los que lograron que todos se olvidaran un poco de su realidad, primero con los hombres y después con la alegría de las mujeres. Ellos fueron los elegidos entre cientos de candidatos, y hoy levantan con entusiasmo, emoción y orgullo este nuevo material.
HISTÓRICO CONCIERTO
Hace 50 años, el cantante estadounidense Johnny Cash ofreció por primera vez un histórico concierto dentro de la cafetería de esa prisión; en ese entonces la población latina era muy baja, él alzó la voz por los que no podían y así se mantuvo su carrera musical. Hoy son los mexicanos quienes a pesar de hablar otro idioma luchan por los inmigrantes y traducen la legendaria canción Folsom Prison al español.
“NO QUEREMOS QUE LAS NUEVAS GENERACIONES LLEGUEN A ESOS LUGARES OSCUROS”
¿Cuál es la importancia de ser la primera banda latina a la que le dieron permiso para que pudiera tocar ahí y homenajear al legendario Johnny Cash? JORGE: La motivación de nosotros es precisamente haber tenido esta oportunidad de llegar a cantarles a nuestros amigos; hacerlo en vivo fue una experiencia única en esa prisión, e hicimos esta versión en español con la aprobación del hijo de Johnny y su esposa, que fue quien hizo la traducción, y con el permiso de ellos y el gobierno de California logramos hacer este documental. ¿Qué fue lo que más les interesó al hacerlo? JORGE: Que está basado en las historias de los reos, sus experiencias, el por- qué están... Es muy importante para nosotros porque estamos mandando un mensaje a la comunidad; quisimos hacer este documental porque no queremos que las generaciones actuales lleguen a esos lugares tan oscuros, es algo mucho muy dramático. ¿Cómo vivieron este proceso? HERNÁN: No fue rápido, un protocolo muy estricto. La manera en que llegamos ahí y fuimos considerados fue por medio de peticiones, había muchas, más de cien y de artistas estadounidenses. La familia de Johnny Cash nos escogió, impulsaron que fuéramos nosotros porque su hijo y su esposa, que es cubano-americana, está muy metida en lo que vive la comunidad latina, y sabiendo nuestra carrera, llegaron a la conclusión de que lo que cantamos es lo que el legendario músico cantaba; no sabíamos en qué magnitud era activista, y fue su hijo quien nos contó. ¿Qué tan dispuestos están a hacerlo con nuestra comunidad? HERNÁN: Estamos haciendo cosas que dejen una huella en nuestra comunidad y dispuestos al cien por ciento para hacerlas en México o cualquier país para hacer conciencia. El mensaje es no llegar ahí, es muy triste que en un momento de descontrol cometamos un crimen. Al haber convivido con ellos en esa cárcel te das cuenta de lo arrepentidos que están, porque no sólo se hicieron daño a ellos y a sus familias, sino también a quien le quitaron la vida.
APOYO PARA QUE LOS LATINOS TENGAN UN MEJOR TRATO
¿Qué trascendencia creen tener políticamente? HERNÁN: En Estados Unidos nos hace ver un poquito más, de por sí tenemos un presidente que no quiere a los mexicanos. Esto nos hace ver por el porcentaje tan alto de latinos que están presos en Estados Unidos, pero eso no quiere decir que no podamos decir o luchar. Si es difícil estar legal porque somos latinos, ahora se imaginarán lo que sufren los que no tienen documentos... Vamos a seguir operan- do con las organizaciones que tienen esa voz y apoyo para que los latinos tengamos un mejor trato. Ya existía un antecedente penal musicalmente hablando, ¿cómo lo vivieron esta vez? JORGE: La primera vez que Los Tigres del Norte tocamos en Estados Unidos fue en una prisión de Soledad, California; pasó el tiempo y queríamos tener un impacto diferente. Se hace el Jefe de Jefes, no sabíamos qué tan importante eran los protocolos a pasar para los permisos; afortunadamente lo conseguimos en Alcatraz después de que un productor consiguió hacer una película en esa prisión, nosotros solicitamos y afortunadamente lo logramos. ¿Qué pasó después? Se enteraban de que cantamos en prisiones y nos solicitaron en una cárcel en El Reno, pegado a Oklahoma, e hicimos como tres conciertos en esa prisión, y ahora esto como coincidencia que nunca pensamos que íbamos a tener. Esto ha sido un regalo de Dios, y lo hicimos con mucho amor, cariño y respeto para las personas privadas de su libertad, les dimos un poco de nosotros... Hay que aprovechar el momento que uno tiene para dar y darles con mucho amor. ¿Dónde está el secreto de esta elegancia sonora de Los Tigres? JORGE: Cuando empezamos la música no sabíamos música, era como los pájaros con las notas, cantando pero no sabíamos qué cantábamos. Después empezamos a aprender, y creo que el estilo habla de la batería de Óscar, él aprendió solo, sin que nadie lo instruyera, tiene su forma de tocar, es derecho pero toca de lado zurdo y le da un sonido completamente diferente, yo creo que ahí tienen un secreto en la forma de tocar, él tiene un sentimiento muy particular, por eso tratamos de que esté tranquilo y no se ponga nervioso. Lo extrañamos cuando no está haciendo sus ritmos.
CINCO CEREBROS CONECTADOS A LA HORA DE TOCAR
¿Y los demás? JORGE: Cada uno tenemos un estilo de tocar, una fuerza, un sentido de ánimo que tiene uno, movimientos, y se descubren a través de las prácticas; estos cinco cerebros que tienen que estar conectados a la hora de subir a trabajar, con mucho amor, dedicación, y eso es uno de nuestros secretos más grandes. Aprendimos solos, los maestros llegaron después, ahí existe gran parte de nuestro aprendizaje, y lo de la voz viene más natural. ¿Qué los sensibilizó en esta última visita como seres humanos? LUIS: Cuando fuimos, íbamos con la ilusión de entretenerlos; cuando haces tu trabajo ahí y sientes a estos seres humanos, sales con una perspectiva completamente distinta, porque tal vez por los años que tienen ahí dentro se están preparando y tienen una visión de la vida con fe de vivir, las palabras que utilizan te llegan y tocan. ¿Qué pasó con La tumba falsa? No la escuchamos... JORGE: No la cantamos ahí. Trabajar para ellos son sentimientos totalmente encontrados, y después sientes un peso de mucho dolor, gusto, alegría, muchas cosas que tu cuerpo siente y nunca habíamos sentido, o yo en lo personal. Nos trajimos una educación, porque cuando cierran esas puertas te sientes prisionero como ellos, y tienes que seguir las reglas paso por paso.
“HAY OTRO SENTIMIENTO QUE NO ESTABA Y AHORA NOS ACOMPAÑA”
¿Qué sucedió al salir de ahí? Cuando sales de ahí eres otra persona, lo analizamos y vemos que nos cambió la forma de ver las cosas, cómo tratar al ser humano; hay otro sentimiento que no estaba y que ahora nos acompaña, y ese sentimiento es para el bien, nos hace ser mejores ciudadanos y personas con quienes nos rodean, eso es lo más grande que nos trajimos, aparte de cantarles. ¿Por qué no hacerlo en México también? Sería importante poder conectarnos con alguien en México para hacer lo mismo, y no sólo en las prisiones, sino con gente que necesita la presencia o el apoyo; el dinero no es lo único en la vida, y aquí Tigres del Norte está demostrando que el mensaje es para no caer ahí. Hemos tenido llamadas de asociaciones que ayudan de diferentes maneras, pero esto tiene que ser más global y no algo para poca gente.