VADHIR DERBEZ subió 16 kilos para la película Dulce familia; no es fanático de las dietas ni del ejercicio, pero hace lo suficiente para verse guapo
Texto: Berenice Villatoro Vázquez Fotos: Octavio Lazcano, Cortesía
El talento de los Derbez corre por las venas de toda la familia, y Vadhir no es la excepción. Cuando su personaje Beto en la película Dulce familia le demandó subir 16 kilos y quedarse completamente calvo, lo hizo sin ningún problema. En entrevista nos compartió que, a diferencia de lo que pudiera pensarse, no le encanta estar a dieta constante ni hacer ejercicio todo el tiempo; por el contrario, disfruta de la vida y la comida, aunque eso sí, trata de estar en forma lo más posible. El también cantante, que recién estrenó el tema Mala, dijo nunca haber sufrido algún tipo de reprimenda por su cuerpo en las producciones que ha realizado, pero entiende que hay personas que lo han vivido y eso tiene que parar. “¡SOY UN GORDO DE LO PEOR!” ¿Interpretar este personaje significó un gran reto en tu carrera? Sí, estuvo muy pesado. El personaje de Beto se me hace entrañable; desde que leí el guión me di cuenta de que era un gran mensaje para toda la sociedad, y también se trataba de una comedia bastante divertida. Para mí, el reto fue subir de peso y perder el famoso copete. Todo eso fue bastante difícil. ¿Cómo trabajaste para ser Beto? Seguramente no estabas muy acostumbrado a ser alguien así... Me ayudó mucho verme constantemente al espejo, porque sabía que era otra persona. Eso estuvo muy padre, desde ahí me daba cuenta de que estaba en la piel de alguien más. Quería que Beto fuera muy feliz, en eso me enfoqué, y en la versión de pareja con Fernanda Castillo; queríamos ser esos novios que ves y dices: “¡Ya sepárenlos, por el amor de Dios!”, de lo cursis que éramos. Todo eso lo preparamos juntos, fuera de escena, y algo que ambos hicimos fue buscar esa felicidad que hay en ellos, porque esa era su forma de ser.
Él está feliz con su cuerpo y con el de ella... Claro, y la acepta. Todo va bien hasta que ella se pone en este régimen de dietas y quiere que él también lo haga, por soporte emocional, y se pelean por eso. En general, puedo decir que Beto es uno de los personajes más tiernos y buenos. ¿Subir de peso te costó trabajo? ¡No, yo soy un gordo de lo peor! (risas). Amo comer, entonces, fue muy fácil; lo difícil fue cuando terminamos el proyecto. Bajarle sí fue sufrir, porque es un proceso en el que debes esforzarte para perder todo ese peso. ¿Ya los bajaste todos? Sí, lo tuve que hacer porque tenía dos proyectos: el video de Mala y otra película de la que les contaré más adelante. Con eso en puerta me dije: “¡Ya, échale ganas!”, me puse a hacer ejercicio a full y sí se logró. “TRATO DE LLEGAR A LA MEJOR VERSIÓN DE MÍ” Beto es un encanto: romántico y respetuoso, ¿tú, cómo eres en tu vida personal con respecto al físico de una posible pareja? Parte del mensaje de la película es justo ese, que te quieras tal como eres, no estar llenando estos estándares que existen en las pantallas de televisión o en las revistas, lo que para mucha gente es imposible. Creo en no mandarte al carajo y ser saludable, también en amarte y cuidarte, pero claro, darte tus gustos sin estar rayadísima para que te apruebe la sociedad, tu familia o una pareja.
¿Para ti es importante verte fitness o muy bien estéticamente? Debe haber un balance, pero siempre me voy a los extremos: o me la paso haciendo ejercicio y dieta extrema, o estoy sin hacer absolutamente nada. Para mí lo importante es encontrar un balance entre que me vea bien, pero sin que me la viva sufriendo diario. Quiero una mezcla entre poder comer y hacer ejercicio; sigo buscando ese punto medio, pero aún no lo logro al cien. ¿Alguna vez te ha pasado que en lo laboral te juzguen por tu cuerpo? Sí, una vez participaba en una serie y me pasó que mis compañeros estaban de muy buen cuerpo y yo todavía no había llegado físicamente a lo que debía. En la producción me dijeron: “Síguele dando al ejercicio, porque necesitamos que llegues a cierto punto en tu físico”. Yo lo entendía, teníamos que vender un poquito de eso, y claro que pensé: “No puedo salir así”. Ahora ya hay una mayor conciencia de mostrar en pantalla cuerpos mucho más reales; ya sería mucho más aceptable el cuerpo que tenía, pero aún así trato de llegar a la mejor versión de mí.