Aunque sabe que Camila, si lo desea, tendrá que buscarlos.
Para Yuri, de 49 años, ha sido un milagro el tener la oportunidad de ser madre de Camila, de cuatro, a quien adoptó hace un tiempo en el DIF. La veracruzana abre su corazón y platica sobre la experiencia que le ha traído el ser madre de la pequeña, quien fue abandonada en una caja de cartón cuando tenía pocos meses de nacida.
EL ABORTO
-Yuri, para ti ser madre es muy simbólico.
“Sí, muchas mamás jóvenes quieren sacarse a los chamacos luego luego, porque dicen que les estorban, pero para qué abren las piernas (risas). Cuántas quieren ser madres y no pueden, y otras que están botando a los niños o abortándolos. No estoy de acuerdo con eso, ni siquiera por violación tienes derecho a sacarte un hijo”.
-¿Desde que edad querías ser madre?
“Cuando tenía 45 años, ya bastante madurita, pero eso no me impidió serlo, porque soy una mujer fuerte, que no represento la edad que tengo. Dios me ha dado la fortaleza. Al principio tenía mucho miedo, porque no me hallabacon Camila y ella tampoco conmigo, pero Él me dio la sabiduría. Adoro cuando mi hija me dice: ‘Te amo, no quiero que te vayas al cielo porque te amo’. Cuando oigo eso, dices '¡guau!’”.
-¿Ella conoce a sus papás biológicos?
“No, y aparte a sus padres nunca los conocieron en el DIF. Ella fue dejada en un lugarcito, el día de mañana tendrá que buscarlos, si es que desea hacerlo”.
-¿Te gustaría conocerlos?
"(Duda), soy una mujer cristiana, me gustaría conocerlos para hablarles del amor de Dios, porque a lo mejor ellos no están enterados del amor de Él. Por eso abandonan y al ser humano se nos hace tan fácil abandonar”.
-¿Los odias?
“A sus papás no, bueno, no lo son realmente, porque sólo la hicieron. Los padres somos nosotros, porque un papá es el que engendra y el que cría, cosa que ellos no hicieron pues la abandonaron. Dios permitió ese esperma y ese óvulo para dar vida a esa niña, que iba a ser para nosotros. Quiero que mi hija no sepa quiénes son sus papás, Dios me lo ha concedido”.